El Gobierno cubano reconoce que no hay pescado suficiente... ni lo habrá

La Habana/No hay resquicio para la esperanza. "La pesca en Cuba no va a recuperarse a los niveles que experimentamos hace más de tres décadas", dice sin paños tibios Ariel Padrón Valdés, director de Regulaciones Pesqueras y Ciencias del Ministerio de la Industria Alimentaria en una entrevista publicada este jueves por Cubadebate.

El funcionario describe el rosario de problemas que aquejan al sector y pide a los cubanos que no se creen falsas expectativas a pesar de que el Ministerio, argumenta, "no está de brazos cruzados, batallamos con esfuerzo e inteligencia para que haya pescado en la mesa del cubano".

Padrón da un repaso histórico para explicar cómo se ha llegado a esta situación. En su versión, hasta 1959 muchos cubanos ni siquiera conocían el pescado, al margen de los que vivían en la capital. Sin embargo, tras la llegada de la Revolución (y, esto no lo cita, coincidiendo con el despegue de la pesca industrial a nivel internacional), Cuba desarrolló una importante flota pesquera que empleaba grandes barcos en aguas oceánicas.

Según Padrón, en los años 90 Cuba traía 100.000 toneladas de pescado de aguas internacionales, a las que se sumaban otras 70.000 de las cubanas y 33.000 importadas, un total de 18 kilogramos por persona anuales.

Lejos de la idea de que una isla, rodeada por mar, debería tener mucho pescado, el experto señala que la posición de Cuba le perjudica puesto que su área tiene un 20% de explotación plena y un 80% de sobreexplotación

Hoy, la situación es muy diferente y solo llega a 3,8 kilos por persona si se suman las 12.000 toneladas de peces, 4.000 de langostas, 600 de camarón, 800 de túnidos y algunos otros productos como las esponjas, pepinos de mar, ostión y cobo: un total de 20.000 toneladas, todos ellos de aguas nacionales, puesto que la pesca en aguas internacionales ha desaparecido por la legislación vigente, que permite que muy pocos países tengan acceso a estas zonas.

Según un estudio realizado por Nature, el 97% de la pesca en aguas internacionales la controlan los países más ricos, con China, Japón, Corea del Sur, España y Taiwán a la cabeza. Cuba tiene casi imposible acceder a ese espacio por los requisitos que se exigen y la antigüedad de sus flotas y la falta de dispositivos, métodos y técnicas de faenar acordes con las normas actuales. En resumen, a falta de financiación para renovar la industria, Cuba tiene prohibido el acceso a estas aguas.

Lejos de la idea de que una isla, rodeada por mar, debería tener mucho pescado, el experto señala que la posición de Cuba le perjudica puesto que su área tiene un 20% de explotación plena y un 80% de sobreexplotación. Además, añade, la Isla no cuenta con ríos verdaderamente caudalosos que permitan una adecuada pesca en aguas dulces.

Por otra parte, Padrón menciona las obras promovidas por Fidel Castro y llamadas Voluntad Hidráulica como un inconveniente, aunque, eso sí, fuera hecha entonces con la mejor intención, aclara. "Originó la construcción de represas en todo el país, algo muy necesario ante los fenómenos atmosféricos, para tener reservas de agua potable y evitar inundaciones; pero al reprimir el río, muchos de los nutrientes de arrastres se quedan en el fondo de las presas, eso limita el caudal que llega a las zonas costeras, y cambia la hidrología de estas zonas", explica.

"En resumen, no quiero crear falsas expectativas", dice al finalizar la entrevista Padrón, que insiste en que la situación es más favorable pero como tantas cosas, paso a paso

El experto señala que Cuba tiene "espectaculares peces y aguas transparentes" para el turismo –sin referirse a que la Isla exporta lo mejor de su acuicultura, como la langosta o los camarones–, pero no hay grandes volúmenes de esos animales aptos para la pesca. Todo esto conduce a pensar que los programas acuícolas son la esperanza para el país pero, una vez más, son costosos y llevan su tiempo.

Padrón explica que el ministerio trabaja en el cumplimiento del Programa de Desarrollo Acuícola mediante los cultivos extensivo e intensivo de peces. "El primero, más factible para las limitaciones económicas y del bloqueo que sufre nuestro país", añade antes de explicar que este método se basa en que los alevines se alimentan en el medio natural, mientras el segundo implica darles comida, algo más complicado en las condiciones económicas de la Isla.

Según Padrón, la acuicultura ha proporcionado buena parte del pescado que se produce actualmente en Cuba, dando en 2015 un pico de 27.500 toneladas.

También hace referencia el experto a la pesca ilegal y advierte: "Lo primero que tenemos que aclarar que esta actividad de venta a domicilio es una ilegalidad (...) Las personas que compran productos pesqueros de forma ilegal pueden intoxicarse, hasta a mí han llegado denuncias de la Fiscalía por personas con daños de ciguatera. Uno de los casos fue el de una señora que murió por esto, compraron en una carretilla donde vendían viandas junto con paqueticos de pescado, tres personas lo consumieron, una de ellas enfermó y falleció".

"En resumen, no quiero crear falsas expectativas", dice al finalizar la entrevista Padrón, que insiste en que la situación es más favorable pero como tantas cosas, paso a paso. Si llega.

________________________

Colabora con nuestro trabajo:

El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.