Gracias al ingenio cubano el régimen está perdiendo el control sobre las transacciones en dólares

La Habana/Javier tiene un negocio gastronómico en Centro Habana en el que se dan cita turistas y locales que pagan sus servicios indistintamente en pesos y dólares o euros, unas divisas que el empresario no piensa dejar escapar. Su pasaporte español le ha permitido abrir una cuenta en un banco del país europeo que utiliza con un doble fin, sacar sus ganancias de la Isla y ejercer como una agencia informal de entrega de remesas.

Son varios los emigrados cubanos en España que conocen los servicios de Javier (nombre ficticio). El mecanismo es sencillo: depositan en su cuenta el dinero que quieren enviar a sus familiares en Cuba y 12 euros como "comisión". Al otro lado del Atlántico, él concierta una cita en casa de los beneficiarios a la hora acordada para el depósito y, una vez que recibe en la aplicación de su celular la confirmación de que la transferencia se ha hecho, entrega el monto correspondiente en efectivo a los familiares cubanos.

En este intercambio todos ganan. Javier asegura sus divisas en un banco extranjero y obtiene un dinero extra; los familiares en la Isla reciben los muy cotizados euros que no pueden conseguir en Cuba, o su equivalente en pesos casi imposibles de obtener en los cajeros; y los emigrados eluden la banca cubana en sus operaciones, un deseo muy generalizado entre muchos de los que han salido huyendo del régimen, único perdedor en este entramado, por quedarse sin ver ni oler el paso del dinero.

El régimen es el único perdedor en este entramado, por quedarse sin ver ni oler el paso del dinero

La creatividad cubana sigue poniéndose al servicio de las necesidades del momento. El negocio se asemeja en parte al que revela este viernes El Nuevo Herald, aunque solo en lo que al paso por las entidades de la Isla respecta. El diario de Miami ha hablado con varias agencias de remesas en la ciudad de Florida que contribuyen a financiar el sector privado en la Isla con el dinero que envían los cubanoamericanos.

En este caso, la red funciona así: el dueño del negocio privado en Cuba realiza un pedido a través de la agencia de remesas, que se encarga de comprar y enviar a la Isla el producto con un fondo creado a partir de los depósitos de los familiares. Cuando la carga es entregada, el propietario reembolsa el costo en pesos o divisas a la oficina de la agencia en Cuba, además de un pago por el servicio de intermediario.

El beneficio para la agencia está en asegurar el efectivo en la Isla para el pago de remesas, ya que el envío bancario es imposible desde EE UU por el embargo. "Desde la perspectiva de cumplimiento de un banco, no es apropiado en absoluto", dijo a El Nuevo Herald uno de los clientes cubanos que se beneficia del sistema. "Pero desde otra perspectiva, estamos hablando de la primera vez en la historia reciente que el Gobierno cubano no tiene acceso a estos dólares ni a ninguno de los fondos de estas operaciones".

Los empresarios de la Isla entrevistados señalan que lo ideal sería la existencia de un banco específico para el sector privado pero creen que esta alternativa, sin ser la adecuada, es la mejor.

Otro de los entrevistados señala que mover el dinero a nivel internacional es muy complejo incluso aunque se recurra a terceros países, porque el sistema bancario está muy entrelazado con la banca estadounidense y, sin tener nacionalidad extranjera –como Javier– o estar casado con un ciudadano de otro país, es casi imposible tener una cuenta en el exterior.

El 'Herald' señala que esas soluciones alternativas son una consecuencia inesperada de las medidas tomadas por la Administración de Donald Trump

El Herald señala que esas soluciones alternativas son una consecuencia inesperada de las medidas tomadas por la Administración de Donald Trump. Con la prohibición de las remesas que pasaban por bancos dirigidos por militares –único camino disponible en Cuba–, muchas agencias se vieron obligadas a abandonar el negocio pero comenzaron a proliferar otras vías. La primera solución fueron las mulas, con los riesgos y limitaciones de llevar el dinero encima, pero la pandemia y los cierres de fronteras ampliaron los límites de la imaginación.

Fuentes del Gobierno de Biden dijeron al diario de Miami que "analizan muy de cerca" todo lo que puedan hacer para facilitar el acceso al sistema financiero de los negocios privados. "Esta es una de las cosas principales, si no la principal, que los pequeños empresarios cubanos que quieren hacer las cosas bien y ser respetados nos han planteado", expuso una funcionaria.

El Nuevo Herald publicó también este jueves un reportaje en el que aborda la situación de las nuevas empresas privadas que, para el director de Cuba Study Group, "están escalando los negocios a un grado que era inimaginable hace solo un par de años". Oniel Díaz Castellanos, fundador de la consultora cubana Auge, dijo al periódico miamense que la proliferación de estos negocios es un cambio de paradigma en la Isla.

Lejos de la percepción que reside en una buena parte de la sociedad de que las mipymes están funcionando como extensión de los brazos del régimen y contribuyendo a la inflación, el reportaje se alinea más con la visión positiva del economista cubano Pavel Vidal, que hace apenas unas semanas señalaba que hay muchos prejuicios infundados. "Una parte del oficialismo que no quiere reformas estará hoy muy feliz con la visión pesimista que parece generalizarse sobre las pymes", argumentó.

Sin embargo, algunos comerciantes consultados por '14ymedio' vuelven a hacer gala de la capacidad de sobreponerse a las dificultades que enfrentan los ciudadanos

En el texto del Herald, los consultados comparten esa visión y consideran que es un hecho que su prosperidad reduce el dinero que va a parar a las arcas del Estado. Sin embargo, el texto admite las suspicacias que muchos aún manifiestan hacia esos nuevos empresarios –muchas de ellos desde la oposición, porque están "alejados de la polarización política"– y limitaciones, sobre todo en lo que a la importación respecta, ya que el régimen mantiene la exclusividad en ese terreno, así como en el de las exportaciones.

Sin embargo, algunos comerciantes consultados por 14ymedio vuelven a hacer gala de la capacidad de sobreponerse a las dificultades que enfrentan los ciudadanos.

"Ya hemos ido aprendiendo cuáles son las entidades importadoras que lo hacen todo más rápido y con eficiencia", señala la contable de una pequeña empresa que adquiere alimentos en el exterior. "Un buen estímulo a los trabajadores que atienden directamente a las mipymes ayuda bastante y casi todo el trabajo de contactar al proveedor y gestionar envío, fletes y demás lo hacemos nosotros. Ya cuando ponen la firma y el cuño en el acta de importación todo está hecho por nuestra parte, solo falta que ellos lo validen".

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