Internet está agonizando en Cuba y Etecsa contesta: "Tenemos inestabilidad en el servicio"

La Habana/Neivy responde con desgano. Probablemente sea la enésima llamada que recibe este viernes en el servicio de atención al cliente de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa). Ante la queja de una cliente por la pésima conexión a internet, la empleada se limita a repetir: "Tenemos inestabilidad en el servicio". Segundos después cuelga el teléfono aunque la conversación no ha terminado.

El monopolio estatal Etecsa se sigue ganando enemistades. Una de las empresas oficiales más impopulares de Cuba, solo comparable en rechazo con la Unión Eléctrica, cobra por un servicio que apenas ofrece. El acceso a la web a través de la telefonía móvil se ha convertido en un calvario para los clientes, cautivos en un mercado que no permite la competencia con otras compañías.

"Gracias por todo, Etecsa", ironizaba esta mañana en Twitter el usuario Adalberto Orta Pozo. Junto a sus palabras iba una imagen de un popular servicio de medición de la velocidad de conexión. Con apenas 340 kilobits por segundo (Kbps), las posibilidades de este cubano de navegar cómodamente por la gran telaraña mundial, subir fotos y videos o interactuar con otros en las redes sociales son casi nulas.

Su publicación atrajo a decenas de clientes de Etecsa. Algunos aprovecharon para realizar el test de velocidad y los números en varias partes de la Isla eran incluso peores. En la redacción de 14ymedio, al filo del mediodía, apenas era posible conectarse a 160 Kbps. A ese ritmo, las páginas de Facebook no se cargan, resulta imposible ver videos online y los lectores se molestan porque las respuestas a sus mensajes llegan retrasadas o nunca llegan.

A las 15:22 horas, la conexión era solo un latido perceptible de 51 Kbps en la sede de este diario. Si se toma ese dato como indicador de vida, habría que concluir que internet está agonizando o casi muerto en Cuba.

Todos estos sinsabores ocurren, además, siete meses después de que quedara conectado el cable submarino de fibra óptica, Arimao, entre el puerto de Cienfuegos y la isla francesa de Martinica. Para abril de este año ya habían comenzado a hacerse las primeras pruebas de su funcionamiento, pero desde entonces ningún alto funcionario ha ofrecido públicamente el cronograma de activación de la nueva conexión.

El tendido, un proyecto entre la empresa cubana y la compañía francesa Orange, se extiende a través de 2.500 kilómetros y, según la presidenta ejecutiva de Etecsa, Tania Velázquez, permitiría ampliar y diversificar las capacidades de los servicios de conexión a internet y de banda ancha. Cuando hace unos meses los cubanos se quejaban de la mala conectividad, siempre algunas voces oficiales advertían de que "ahí viene el cable", para aplacar las críticas.

Sin embargo, la fibra llegó a nuestras costas, las pruebas de su funcionamiento comenzaron y el acceso a la web siguió deteriorándose hasta el punto de que cada día la conexión parece empeorar. El malestar de los clientes es inmenso, pero el monopolio de telecomunicaciones solo responde con evasivas a sus más de 7 millones de usuarios de telefonía celular.

A pesar del mal servicio, Etecsa sigue lanzando cada mes ofertas de recarga con bonos que incluyen paquetes de varios gigabytes para navegar en la web. "Pierdo la mayoría porque el ancho de banda es tan bajo que hasta ver un gif animado se me hace complicado", lamenta Yosiel, un joven residente en Jovellanos, Matanzas.

Desde Miami, la familia de Yosiel le compra la recarga "cada vez que sacan una con bono", explica. Su hermana le contrató el servicio de Netflix para que no tenga que ver la intragable programación de la televisión oficial, pero "la imagen se congela". El joven tiene unas ojeras profundas: "Me quedo despierto hasta pasadas las dos de la mañana a ver si mejora la conexión".

Cuesta trabajo creer que la conectividad en la Isla esté en este punto. El menoscabo para la economía es enorme. "Tengo un negocio de entrega de comida a domicilio, los clientes pueden contactarme por WhatsApp o por Messenger pero muchos mensajes me llegan retrasados y pierdo dinero por eso", lamenta Zuri del Prado, emprendedora y administradora de una cafetería restaurante en La Habana.

"Si yo pudiera contratar a otra compañía lo haría porque esto que está pasando me afecta directamente mi bolsillo y mi credibilidad", añade. "Hace unos días hicimos una cena para seis personas para entregar a una familia, cuando llegamos me dijeron que era un error porque habían mandado el mensaje el día anterior y nos había llegado 24 horas después. Perdimos la inversión".

Un informe publicado hace cinco años por The Havana Consulting Group calculaba que en el período entre 2018 y 2024 la facturación total de Etecsa por concepto de telefonía celular sería de aproximadamente 4.431 millones de dólares

En esta ecuación, no obstante, parece que la única que no pierde es Etecsa.

Un informe publicado hace cinco años por The Havana Consulting Group calculaba que en el período entre 2018 y 2024 la facturación total de Etecsa por concepto de telefonía celular sería de aproximadamente 4.431 millones de dólares. Es muy probable que esa cifra sea incluso mayor debido a la apertura a la navegación web desde los celulares en diciembre de 2018.

¿Cómo es posible que un monopolio que obtiene ganancias de tal volumen no haya hecho las inversiones necesarias para ofrecer un servicio de calidad a sus clientes? ¿Hasta cuándo Etecsa se va a seguir comportando como una entidad que le hace un favor a los cubanos al conectarlos con el mundo y no como un servidor público que le debe información, transparencia y eficiencia a sus usuarios?

Son preguntas que siguen sin respuestas. Quienes esperaban que en las sesiones de la Asamblea Nacional de esta semana se dieran detalles sobre el cable Arimao y los directivos de Etecsa se disculparan por el malestar que provocan a sus clientes, se quedaron con la vista puesta en la pantalla del televisor sin jamás escuchar pronóstico o mea culpa algunos. Al parecer no son temas que importen a los diputados aunque hagan rabiar cada día a millones de personas en esta Isla.

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