Muere en Miami Rolando Cubela, el comandante cubano que conspiró para matar a Fidel Castro
Desde los primeros años comenzó a tener profundas diferencias con el rumbo comunista del proceso revolucionario
La Habana/El comandante, ex prisionero político y médico Rolando Cubela falleció a los 90 años la mañana de este martes en el hospital de Miami donde llevaba ingresado varias semanas, según han confirmado fuentes familiares. Miembro del Ejército Rebelde, el líder guerrillero formó parte en los años 60 de una conspiración para matar a Fidel Castro.
Nacido en 1932 en la ciudad de Cienfuegos, Cubela cursó estudios de medicina y fue dirigente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU). Después del golpe militar de Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952, se sumó al Directorio Revolucionario, un grupo fundado por José Antonio Echeverría y Fructuoso Rodríguez.
Cubela formó parte de la célula clandestina que el 27 de octubre de 1956 asesinó en La Habana al coronel Antonio Blanco Rico, jefe del Servicio de Inteligencia Militar. Después de esa acción, partió al exilio en Miami, donde estaba cuando sus compañeros del Directorio asaltaron el Palacio Presidencial, el 13 de marzo de 1957, y fracasaron en el intento de matar a Batista.
A su regreso a Cuba, se estableció con otros miembros del Directorio Revolucionario en la lucha guerrillera en las montañas del Escambray, donde en 1958 firmó el Pacto de El Pedrero con Ernesto Guevara y Camilo Cienfuegos, una alianza con el Movimiento 26 de Julio que permitió la toma de la ciudad de Santa Clara, en la que Cubela resultó herido.
Tras la llegada al poder de Fidel Castro, fue ascendido al grado de comandante de las Fuerzas Armadas y en ese mismo 1959 fue elegido presidente de la FEU frente a Pedro Luis Boitel
Tras la llegada al poder de Fidel Castro, fue ascendido al grado de comandante de las Fuerzas Armadas y en ese mismo 1959 fue elegido presidente de la FEU frente al otro candidato, Pedro Luis Boitel, quien en 1972 murió en una huelga de hambre en el presidio político. Desde los primeros años, Cubela comenzó a tener profundas diferencias con el rumbo comunista del proceso revolucionario.
En noviembre de 1963, un agente de la CIA se encontró en París con Cubela, quien entonces ocupaba el cargo de agregado militar de la embajada cubana en Madrid. Allí le entregaron una pluma con veneno para que pinchara a Castro cuando estuviera cerca de él. Aunque Cubela nunca llegó a usar el dispositivo, pues prefería utilizar un rifle con mira telescópica y silenciador para no estar tan próximo al objetivo.
La entrega del rifle se demoró y los servicios de inteligencia cubanos terminaron por cercar a Cubela, quien fue arrestado en febrero de 1966 y condenado a muerte, aunque, por intervención directa de Castro, se conmutó por una pena de 25 años, de la que cumplió 12. En 1979 salió hacia el exilio en Madrid, donde trabajó como médico, y en 1988 obtuvo la nacionalidad española.
Su perfil en Madrid fue muy discreto debido al peligro de ser asesinado por Castro. En 2007 participó en dos actos públicos organizados por la Plataforma Democracia Ya, uno de ellos frente a la Embajada cubana en Madrid. A diferencia de otros comandantes exiliados, como Huber Matos y Eloy Gutiérrez Menoyo, Cubela no fundó una organización anticastrista durante su tiempo fuera de la Isla.
Una vez retirado de su trabajo como médico, se radicó en Miami, donde también mantuvo un perfil bajo. El hombre que pudo haber matado a Fidel Castro lo sobrevivió al menos seis años.
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