Prisión domiciliaria para la profesora cubana Alina Bárbara López por desobediencia y desacato
La historiadora intentará salir este jueves para poner una queja ante la Fiscalía y, a continuación, realizar su acción de protesta ayer frustrada
Madrid/La historiadora cubana Alina Bárbara López Hernández se encuentra en su casa desde las 10 de la noche de este miércoles, después de pasar unas doce horas detenida. La profesora ha sido acusada de dos delitos, desobediencia y desacato, que califica de "fabricados muy burda y descuidadamente" y por los que planea presentar una queja ante la Fiscalía.
Aunque López Hernandez ha prometido dar más detalles este jueves, la mayor parte de su testimonio lo adelantó a través de varios audios emitidos en el programa del realizador exiliado Ian Padrón en su programa Derecho a réplica.
La profesora tenía previsto realizar ayer una protesta por la prohibición de viajar que le impuso el Gobierno, pero las autoridades se adelantaron con mucho a su acción. Eran apenas las 9 de la mañana cuando López Hernández salió de su casa para ir a trabajar y fue detenida por una agente que insistió en que debía acompañarla, a lo que ella pidió que se le explicara cuál era el motivo. La sargento dijo no tener información y repuso que tenía que llevársela, pero la profesora le exigió que llamase a alguien que lo pudiera explicar, puesto que no la habían sorprendido en flagrante delito.
La sargento dijo no tener información y repuso que tenía que llevársela, pero la profesora le exigió que llamase a alguien que lo pudiera explicar, puesto que no la habían sorprendido en flagrante delito
Finalmente, logró que acudiera un segundo patrullero, esta vez con un mayor que le indicó que el motivo del arresto era la desobediencia. La profesora, escrupulosa con el procedimiento, accedió entonces a acompañar a los agentes que la tuvieron varias horas (que sitúa entre tres y cuatro) en la estación de Policía del barrio de La Playa, en Matanzas, hasta que apareció un teniente coronel de la Seguridad del Estado
El oficial abrió la conversación justificando la prohibición que se le impuso para viajar a un evento organizado por la Asociación para el Estudio de la Economía Cubana en Estados Unidos y le indicó que no había ningún motivo para que asistiera, lo que derivó en una discusión política "sin acuerdo" entre ambos. La profesora rechazó ser llevada a una estación de policía sin que exista una causa para ello, que puede ser solo una de las previstas por la Ley de Procedimiento Penal: como víctima de un delito, como testigo o acusada; y para esto último debe haber una denuncia en su contra. Esta exposición molestó al teniente coronel que la amenazó. "Esta noche vas a comer aquí", le dijo, antes de advertirle que se le iban a imputar cargos.
Tres horas después, volvieron para sentarla ante un instructor que le leyó sus derechos, entre ellos la obligación de tener un abogado presente en la lectura de los cargos, de oficio en caso de no tenerlo. López Hernández preguntó si podía representarse a sí misma, ya que conocía la ley y su causa mejor que nadie, a lo que respondieron que sí.
La profesora insistió en leer la declaración que le tomaron impresa antes de firmarla y, después de esperar al menos otras dos horas y media, pudo leer el escrito. "Ahí creo que el momento de más molestia e indignación mía es la lectura de ese documento. Me di cuenta que habían construido aquello sobre la marcha, que no tenía sentido", explica.
Según relata, en la denuncia constaba que se había intentado escapar cuando la detuvieron a las 9:10 de la mañana –y subraya, "las horas son importantes"– y, al no lograrlo, agredió a la sargento. "Ella no me tocó, ni se me acercó, y yo ni siquiera me monté en su carro, pero lo importante es que en la segunda página del expediente dice que la orden de detención es sobre la ciudadana Alina Bárbara López Hernández ante una denuncia por desobediencia que estaba emitida a las 10 de la mañana. Tengan en cuenta que me detuvieron a las 9:10, o sea, me detuvieron a las 9:10 y 50 minutos después emitieron una orden de detención", razona la profesora, que ironiza comparando la situación con la película El curioso caso de Benjamin Button, donde el protagonista rejuvenece a medida que pasa el tiempo.
López Hernández le espetó al agente que, en ese caso, la declaración había sido tomada ilegalmente, porque no había un abogado delante, como le explicaron en sus derechos, si ahora le negaban su capacidad de representarse
Ante unos hechos que la historiadora califica de "chapuceros", se negó a firmar el expediente, lo que supuso otra discusión entre los agentes que insistían que debía hacerlo y ella, que reivindicaba que hicieran bien su trabajo. La situación se zanjó cuando, pasadas otras dos horas y media, el oficial volvió para decirle que ya no podía representarse a sí misma, comenzando una nueva disputa. López Hernández le espetó al agente que, en ese caso, la declaración había sido tomada ilegalmente, porque no había un abogado delante, como le explicaron en sus derechos, si ahora le negaban su capacidad de representarse. De persistir, advirtió, pondría una queja ante la Fiscalía.
Finalmente, López Hernández pudo irse sin firmar la declaración y solo signando un acta de confiscación por un cartel con varios artículos de la Constitución y una frase de Antonio Maceo. "Eso fue confiscado para ser utilizado en el proceso, yo creo que me va a favorecer a mí", considera.
La profesora regresó con sus dos cargos "inventados" y "una medida cautelar de prisión domiciliaria". "Evidentemente, me quieren fabricar un caso de delito común para no reconocer lo que hay en verdad detrás de todo esto, que es una cuestión política, la imposibilidad que tenemos los ciudadanos en Cuba de ejercer nuestros derechos constitucionales. Cuando tú los pones entre la espalda y la pared y les mencionas los artículos se ponen muy nerviosos", argumenta.
La profesora prevé para este jueves presentarse en la Fiscalía a poner una reclamación –como ya hizo, con éxito, en octubre de 2022– y, posteriormente, manifestarse para defender sus derechos. "Yo voy sola, entonces no sé realmente qué pasará", ha expresado.
Apenas un día antes, López Hernández contó en su cuenta de Facebook que asistió a un encuentro con el alto representante de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, durante la visita de este a Cuba. En la reunión se habló de los presos políticos que ya existen y los que habrá en adelante. "Estas fueron mis palabras: 'el sistema político cubano es una fábrica en potencia de nuevos presos políticos'. Espero que si voy a prisión recuerde lo que allí dije".
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