Vacaciones de pesadilla en Cuba para unos turistas canadienses en cuarentena
Aseguran a un diario canadiense que las mantuvieron encerradas un apartamento, con comida de mala calidad y sin jabón ni papel sanitario
La Habana/Una pequeña habitación, comida de mala calidad y el pago de 150 dólares por día, fueron las condiciones de aislamiento por covid-19 que tuvieron en el hotel Playa Paraíso, de Cayo Coco, las turistas canadienses Laurianne Gagné, Audray-Ann Lapointe y Guylaine Pellerin.
"Parece un lugar abandonado. Había arañas por toda mi cama", señaló Audray-Ann Lapointe al medio canadiense La Presse. "Solo había una botella de agua al día y teníamos que luchar por ella".
Los intentos de 14ymedio para hablar con algún directivo del hotel fueron infructuosos ya que la operadora telefónica remitió las cuatro llamadas realizadas a un mensaje grabado de espera sin que nadie más respondiera.
Lapointe, quien viajó a la Isla a través de la agencia Sunwing Travel Group y llegó al hotel Memories Caribe Beach Resort el pasado 21 de diciembre, subrayó que le hicieron saber que ellos no tenían registrados casos de covid-19 en Cuba. "Nos mintieron" porque sí había brotes en todos los balnearios. Reconoció que fue su decisión hacer el viaje, pero insistió sobre la necesidad de dar publicidad a esa situación. "Si consigo que alguien cancele o posponga un viaje, está bien".
En la publicación, Guylaine Pellerin, otra de las turistas, señaló que su estancia en el hotel fue "como una pesadilla" y que había "basura por todas partes", por lo que comparó el lugar con una "pequeña cárcel", ya que ni con internet cuentan. La joven de 21 años evidenció la falta de honestidad de la agencia Voyage à Rabais: "No tuvimos ninguna advertencia" sobre los riesgos ante los contagios por coronavirus".
Guylaine Pellerin, otra de las turistas, señaló que en el hotel había "basura por todas partes" y comparó el lugar con una "pequeña cárcel"
Sobre la comida en el hotel de aislamiento, Laurianne Gagné aseguró que uno de los almuerzos que le dieron fue "una hamburguesa con carne rosada". La carne "nunca se cocinó", según dijo Audray-Ann Lapointe.
A esto se sumó la falta de pruebas. Las turistas hicieron saber que durante su aislamiento, se les realizó un reactivo cada cinco días. Y que una de las enfermeras, incluso, le pidió permiso para usar el baño, que no cuenta con jabón ni papel sanitario. "Al final de mi aislamiento, me cobraron por una consulta médica que nunca tuve", comentó Audray-Ann Lapointe.
Laurianne, Guylaine y Audray-Ann regresaron a Canadá, el pasado 3 de enero. Su queja es similar a las que en noviembre hicieron varios turistas rusos. En aquella ocasión Tatyana Konkova, quien llegó a la Isla de vacaciones, compartió su experiencia en un centro de aislamiento. En su cuenta de Instagram denunció el traslado a "un búnker" luego de que 12 pasajeros de su vuelo dieron positivo a coronavirus a su llegada al aeropuerto de Jardines del Rey, en Cayo Coco (Ciego de Ávila).
"Estamos sentados como rehenes", dijo otra de las turistas en un video publicado por Konkova. "No hay grifo en la ducha y sale a chorros cuando intentas abrirla, no hay internet en las habitaciones, a los turistas se les niega la comida".
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