Un nuevo libro se acerca al drama de las tropas cubanas en Angola
Miami/El drama de un hombre común arrastrado a una guerra a miles de kilómetros de su hogar, peleando por ideales ajenos en combates fratricidas. Así describe Carlos E. Pedre Pentón el hilo conductor de su libro La guerra innecesaria sobre la intervención cubana en los conflictos civiles angolanos que esta tarde se ha presentado en el Interamerican Institute for Democracy de Miami.
Para su autor, el texto presenta un enfoque “completamente distinto” al que tradicionalmente se conoce sobre estos temas.
“Estamos acostumbrados a que los vencedores cuenten la historia. Pero este no es el caso. Quienes hablamos a través de este libro somos hombres arrancados de nuestras familias, personas desarraigadas de su país y sus tradiciones para combatir en una guerra que no era la suya”, explica Pedre Pentón.
El escritor llegó a Angola a bordo del primer barco con tropas cubanas que desembarcó en Luanda en 1975.
Pedre Pentón cuenta sus experiencias en un centenar de páginas donde relata historias escalofriantes como el día en que tuvo que recoger a varios de sus compañeros de lucha masacrados
“Las barbaridades, la improvisación tremenda de los jefes, la creencia absurda de la invencibilidad de las tropas cubanas nos hicieron perder muchas vidas inocentes en el campo de batalla”, relata el escritor.
Pedre Pentón cuenta sus experiencias en un centenar de páginas donde relata historias escalofriantes como el día en que tuvo que recoger a varios de sus compañeros de lucha masacrados al ser expuestos, por una orden absurda, al fuego de la artillería enemiga.
“Teníamos miedo, no éramos profesionales, solo unos simples muchachos con armas en la mano”, agrega.
La presentación ha estado a cargo de Carlos Alberto Montaner, reconocido historiador y ensayista experto en temas de la historia de Cuba.
“Es un libro valioso por tres razones: interesa al lector desde la primera página; está bien escrito y cuenta un fragmento central de la historia contemporánea cubana”, explica Montaner.En 1975 el Gobierno cubano, encabezado por Fidel Castro, comenzó la llamada Operación Carlota, una intervención a gran escala en la guerra civil que asolaba a la colonia portuguesa de Angola para apoyar a una facción cercana a la Unión Soviética.
“La misión de los cubanos era impedir que tanto los ejércitos de Zaire como de Sudáfrica, así como las guerrillas de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA) y el El Frente Nacional para la Liberación de Angola (FNLA) tomaran la capital, Luanda. El movimiento al que apoyaban los soviéticos y los cubanos, el Movimiento Popular de Liberación de Angola (MPLA), tenía un carácter marxista y estaba presidido por Agostino Neto”, dice Pedre Pentón.
Portugal reconoció la independencia de Angola, pero el poder, en manos de los comunistas desde 1975, era disputado por los otros dos movimientos con el respaldo de Estados Unidos y Francia y por otro lado de China y después Sudáfrica, respectivamente.
La intervención cubana duró alrededor de 15 años (1975-1991) y unos 350.000 hombres salieron de la Isla para prestar servicio militar en el país del sur de África
La intervención cubana duró alrededor de 15 años (1975-1991) y unos 350.000 hombres salieron de la Isla para prestar servicio militar en el país del sur de África. La extinta URSS ofrecía el armamento y subsidiaba buena parte de la logística de la guerra en un momento en que la Guerra Fría parecía estar en tablas.
“Castro decidió poner los “hombres” para el combate, mientras la antigua Unión Soviética colocaba las armas y recursos materiales”, dice Pedre Pentón a 14ymedio.
“Se calcula que hubo más de 10.000 muertos y unos 40.000 hombres participando regularmente en las operaciones en Angola. Todo para satisfacer las ansias megalomaníacas de un dictador”, explica el autor.
El Gobierno cubano reconoce solamente 2.000 muertes en el conflicto africano, una cifra muy cuestionada por los historiadores.
Las tropas cubanas salieron de Angola a finales de los años ochenta, dejando un país presidido por José Eduardo Dos Santos, quien estuvo 38 años en el poder tras suceder a Agostinho Neto. Recientemente Dos Santos renunció a presentarse como candidato a la presidencia del país, pero mantiene el control sobre el MPLA. Angola es uno de los países más empobrecidos y corruptos de África.
A pesar de la muerte de miles de cubanos para lograr el triunfo de la MPLA, en Angola todavía hoy la mitad de la población vive con menos de dos euros al día y el país ocupa el puesto 150 de 188 en el Índice de Desarrollo Humano.
La familia de Dos Santos ha acumulado una cuantiosa fortuna y su hija Isabel, presidenta de la petrolera estatal Sonangol, es considerada la mujer más rica de África.