Acosados por la policía, los animalistas se juntan en el cementerio Colón de La Habana

La Habana/Tras dos años en pausa debido a la pandemia, este domingo tampoco se pudo realizar en La Habana la marcha por el fin de la violencia contra los animales. Las amenazas de la policía política y un amplio operativo impidieron que la peregrinación partiera desde el parque El Quijote en El Vedado, aunque algunos activistas llegaron hasta el Cementerio de Colón.

"En 23 y F no podemos estar como era sabido", denunció en su cuenta de Facebook el activista Javier Larrea. En la imagen que acompaña a su publicación se ven unas ocho personas acompañadas de sus mascotas. "Hoy es el Día del Perro. No vamos a dejar de celebrarlo", puntualizó y anunció que iban hacia el Cementerio.

Este diario pudo constatar que un fuerte operativo de uniformados y agentes de la Seguridad del Estado vestidos de civil se desplegó desde horas tempranas alrededor del parque, normalmente concurrido y donde se ubica una parada de ómnibus. Al filo de la diez de la mañana el lugar estaba extrañamente vacío y solo un perro callejero había logrado burlar el cerco.

"Están por todos lados, hasta haciéndose pasar por clientes del cajero automático que está en un banco cercano", lamentó un joven protector que intentó llegar hasta el lugar pero finalmente desistió. El animalista, que prefiere mantener el anonimato por temor a represalias, tuvo miedo "de sacar hasta el teléfono porque estaban vigilando a todo el que pasaba".

Los activistas denunciaron los malos manejos con la venta de alimento animal, las presiones sobre los protectores por parte de las autoridades y la poca efectividad de la legislación por el bienestar animal

Una vez en el Cementerio, casi un centenar de activistas se reunieron en torno a la tumba de Jeannette Ryder, una filántropa estadounidense que fundó una organización de carácter humanitario, la Sociedad Protectora de Niños, Animales y Plantas, conocida también como Bando de Piedad. El 11 de abril es considerado el Día del Perro en Cuba por ser la jornada en que murió Ryder.

Allí, los activistas denunciaron los malos manejos con la venta de alimento animal, las presiones sobre los protectores por parte de las autoridades y la poca efectividad de la legislación por el bienestar animal. "No hemos perecido por hambre ni por cansancio, vamos a seguir", denunció una de las animalistas. Otros apuntaron al acoso policial alrededor de la marcha y reclamaron ser escuchados por Miguel Díaz-Canel.

Unos minutos después, apareció el director del Cementerio que apeló a que se trataba de "un lugar sagrado" y debían salir del local para dar espacio a otras familias. Al lugar asistieron también un representante del Ministerio de la Agricultura y del Gobierno de la capital cubana. "Ya hicimos lo que vinimos a hacer. Vivan los animales", gritaron antes de irse los protectores.

Desde febrero de 2021 fue aprobado el decreto-ley de Bienestar Animal, una legislación hasta entonces inexistente en el país y reclamada desde hace años por activistas y organizaciones defensoras de los animales. Sin embargo, los animalistas lamentan que la legislación apenas se ha aplicado y resulta hasta el momento "papel mojado".

En las horas previas a realizarse la convocatoria de este domingo, varios activistas denunciaron amenazas de la Seguridad del Estado para impedirles participar en la marcha. Betty Batista Romero denunció a través de Facebook que este sábado a las 10:30 pm fue visitada en su casa por dos oficiales del Ministerio del Interior.

"Venían a preguntarme qué haré mañana. Me encantaría participar en la peregrinación y alzar mi voz en contra del maltrato animal"

"Venían a preguntarme qué haré mañana. Me encantaría participar en la peregrinación y alzar mi voz en contra del maltrato animal". Batista había sido previamente citada y amenazada con ser procesada por el delito de "sedición" si mantenía su idea de sumarse a la peregrinación animalista.

Desde el estallido social del pasado 11 de julio, las autoridades cubanas han redoblado la presencia policial en las calles y apretado el cerco alrededor de activistas, opositores y periodistas independientes. La marcha de este domingo era la primera convocatoria pública independiente desde la frustrada Marcha Cívica del 15 de noviembre que se saldó con varios arrestos.

Javier Larrea, fundador de Bienestar Animal Cuba (BAC), también fue citado por la policía que le aseguró que la marcha de este domingo era ilegal. Larrea reportó en las redes sociales el acoso del que estaba siendo víctima e intentó solicitar un permiso para la peregrinación en el Gobierno provincial de La Habana, pero las autoridades negaron esa posibilidad.

Este año la marcha no solo quedó ensombrecida por la represión sino también por un acto de extrema crueldad contra un gato, ocurrido en el Rodeo de La Habana el pasado viernes. Las imágenes del felino siendo zarandeado y golpeado hasta la muerte en medio de un espectáculo en el que participan payasos y concursantes del rodeo, ha provocado una gran indignación entre los animalistas.

Otros animalistas reportaron operativos alrededor de sus casas y corte del servicio de navegación web desde su móviles horas antes del inicio de la marcha

Las denuncias obligaron al Ministerio de Agricultura a publicar una nota en la que declara su total desacuerdo con el "lamentable hecho" de maltrato animal ocurrido en la Feria Internacional Agroindustrial Alimentaria Fiagrop 2022. Unas horas después, la entidad estatal detalló que se había aplicado una "multa por un monto de 3.000 pesos cubanos a los dos artistas implicados y multas de 1.500 pesos a los atletas con responsabilidad en el hecho", una sanción que avivó las críticas entre los protectores que esperaban castigos más severos.

Otros animalistas reportaron operativos alrededor de sus casas y corte del servicio de navegación web desde su móviles horas antes del inicio de la marcha.

En 2019 una multitud con pancartas, camisetas con el símbolo de un lazo anaranjado y con algunos participantes que llevaron sus perros recorrió la calle 25 de El Vedado, desde el Parque del Quijote hasta el Cementerio de Colón. La caminata contra el maltrato animal fue la primera marcha independiente, del último medio siglo, en la que se permitió portar carteles.

Inicialmente, la peregrinación había sido convocada por protectores y amantes de animales iba a recorrer la céntrica calle 23 pero en el último minuto los organizadores anunciaron que pasarían a la paralela calle 25, menos concurrida.

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