Activista de la Unpacu suma la huelga de sed a su ayuno de 27 días
La Habana/El activista de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), Vladimir Martín Castellanos, decidió agregar la huelga de sed a un ayuno que este jueves cumple su jornada número 27. El opositor fue deportado desde Las Tunas este miércoles hacia la ciudad de Santiago de Cuba, para impedirle hacer los trámites para legalizar su residencia en Puerto Padre, según declaró a 14ymedio.
Martín Castellanos comenzó su huelga el pasado 10 de diciembre para reclamar el derecho a residir en cualquier lugar del territorio nacional. Este miércoles las autoridades locales le informaron que permitirían su registro en un nuevo domicilio si dejaba la huelga de hambre, pero el activista se negó hasta tanto no lograra concretar el cambio de dirección.
El miembro de la Unpacu detalla que aunque un oficial de la Seguridad del Estado, que se hace llamar "Alexander", le dijo que estaba "autorizado el trámite de la nueva dirección en el carné de identidad", al llegar a la oficina en Puerto Padre los funcionarios dieron "largas burocráticas" y finalmente se negaron a ejecutar la inscripción.
Desde septiembre intentó inscribirse en la oficina de carné de identidad del municipio de su esposa, pero la Seguridad del Estado se lo impidió al deportarlo en 11 ocasiones
En marzo de 2015, Martín Castellanos, de 53 años, comenzó a residir en el municipio de Puerto Padre, en la provincia de Las Tunas, y durante más de un año trabajó y convivió en el lugar con su esposa Ileana Marrero, también miembro de la Unpacu. Desde septiembre intentó inscribirse en la oficina de carné de identidad del municipio de su esposa, pero la Seguridad del Estado se lo impidió al deportarlo en 11 ocasiones.
El opositor presentó una queja en la Oficina de Atención a la Ciudadanía del Ministerio del Interior, que fue respondida esta semana asegurándole que su demanda procedía. Sin embargo, al viajar a Puerto Padre y presentarse en la oficina de registro civil con su esposa y su suegro, propietario de la vivienda donde residirá Martín Castellanos, le advirtieron que no podían gestionar el asunto hasta que no hablara con "Miguelito, de la Seguridad del Estado en Las Tunas", precisa el disidente.
El activista se negó a trasladarse hacia la cabecera provincial para hablar con el oficial y reclamó su derecho a realizar un trámite de rutina, que no debería "tener ninguna complicación", detalla a este diario.
La jornada se saldó con la deportación del opositor hacia la ciudad de Santiago de Cuba, donde decidió dejar de tomar líquidos a la espera de que se solucione su caso. "De aquí solo me sacará una ambulancia para hacer el trámite de inscripción o en un ataúd hacia el cementerio", asegura Martín Castellanos, quien se ha instalado en la sede de la Unpacu en la capital de Oriente.