Acusados de desórdenes públicos los familiares de presos del 11J detenidos en La Habana

La Habana/Los familiares de los presos del 11J detenidos este lunes en las afueras de la Catedral de La Habana están acusados de desórdenes públicos. Pasada la medianoche, la sobrina de una de las detenidas confirmó que ya todas las mujeres habían sido liberadas.

Liset Fonseca, madre de Roberto Pérez Fonseca; Marta Perdomo, madre de Jorge y Nadir Martín Perdomo; Ailex Marcano, madre de Ángel Jesús Véliz Marcano, Saily Nuñez, esposa de Maikel Puig Bergolla y Delanis Álvarez, esposa de Duniesky Ruiz; salieron del centro de detención provisional conocido como Vivac, en Calabazar, del municipio habanero de Boyeros, tras pagar una multa de 7.000 pesos.

Mientras, siguen arrestados aunque serán liberados este martes, Wilber Aguilar, padre de Walnier Luis Aguilar; y Luis Rodríguez, esposo de Angélica Garrido. Este último, que no aparecía en el primer reporte de detenidos, estuvo varias horas en paradero desconocido según denunció la organización Justicia 11J.

Mientras, siguen arrestados aunque serán liberados este martes, Wilber Aguilar, padre de Walnier Luis Aguilar; y Luis Rodríguez, esposo de Angélica Garrido

Además, el activista Leonardo Romero Negrín se acercó hasta la unidad policial a interesarse por la situación y también fue brevemente arrestado, aunque se le liberó momentos después sin cargos.

"La protesta pública pacífica es un derecho humano contemplado en la Constitución cubana", ha reclamado Justicia 11J, que atendió a las familias este lunes y ha pedido la atención de la comunidad internacional y la prensa para que se oponga con firmeza a que se castiguen las manifestaciones pacíficas de descontento.

Las detenciones se produjeron a las 2 de la tarde de este lunes cuando el grupo de familiares de presos se reunió ante la puerta de la Catedral –aunque estaba previsto que lo hicieran ante el Capitolio y cambiaron de idea por la fuerte presencia policial– portando un cartel y reclamando la liberación de sus hijos y esposos, todos ellos condenados a penas de prisión que oscilan entre los ocho y los 23 años por manifestarse el 11 de julio de 2021.

El pequeño grupo gritaba "libertad" y "patria y vida" cuando fue requerido por varios agentes que se aproximaron a pedir la documentación a los presentes y, finalmente, se los llevó detenidos.

La protesta coincidió con las que recorren la Isla en las últimas semanas por los apagones y cortes de luz, que están acabando con la paciencia de los cubanos en un malestar que parece incrementarse cada día.

Las cacerolas sonaron en distintos puntos de la Isla y circularon videos de Consolación del Sur, Antilla, Bayamo y Trinidad

Al menos un centenar de personas salieron a la calle en el Consejo Popular Altamira, en Santiago de Cuba, después de unas 10 horas sin luz. Fue la más clamorosa de las protestas de este lunes, pero las cacerolas sonaron en distintos puntos de la Isla y circularon videos de Consolación del Sur, en Pinar del Río; Antilla, en Holguín; Mabay, en Bayamo (Granma) –donde se escucharon gritos de "el pueblo unido jamás será vencido–; y Trinidad, en Sancti Spíritus.

El fin de semana se produjo otra protesta en Nuevitas, Camagüey, coincidiendo con la salida de un bloque de la termoeléctrica del municipio, que acababa de sincronizar con el sistema energético nacional. También hubo en Bauta, Artemisa; la comunidad del Central Australia, en Jagüey Grande, Matanzas; y el barrio Covadonga en el municipio de Aguada de Pasajeros en Cienfuegos.

En medio de esta situación, a la 1 de la tarde se produjo una avería en La Habana que "provocó una fuerte oscilación en el Sistema Eléctrico Nacional" y la salida de tres unidades de generación móvil, las de Mariel, Tallapiedra y Regla. Además, las unidades de Energas Jaruco también se desconectaron, provocando un déficit imprevisto de 312 MW que se unía al de más de 400 MW anunciado.

Julio ha estado marcado, en definitiva por multitud de protestas: 263 según el Observatorio Cubano de Conflictos, que destaca de estos cacerolazos la oscuridad en que se producen por los apagones, un escenario que además da cierta protección a los cubanos, temerosos de la represión que siguió a las manifestaciones del pasado 11J.

El observatorio considera que la crisis nacional está marcada por el colapso del sistema energético, los problemas de salud y salubridad generados por el dengue y la falta de medicamentos, y la inflación

Según la ONG, el 71,4% de estas protestas se producen por problemas económicos y sociales, mientras el 28,6% tienen motivos políticos. "El desequilibrio entre ambas refleja la crisis general que en Cuba ha convertido la llamada vida cotidiana en muerte cotidiana", señala su informe.

El observatorio considera que la crisis nacional está marcada por el colapso del sistema energético, los problemas de salud y salubridad generados por el dengue y la falta de medicamentos, y la inflación galopante que sufre la Isla.

"La incapacidad del gobierno para justificar el desastre nacional continúa causando fisuras en el propio aparato estatal", advierte el Observatorio, que considera un signo de esta debilidad los reportes de la prensa provincial señalando malos indicadores de salud o economía. Además, en el plano internacional, el apoyo a Rusia empeora, sostiene el texto, la percepción externa sobre el régimen.

"Los gobernantes siguen esquivando la transformación del sistema que bloquea su solución [de los problemas]. En julio se demostró que el terror ya no paraliza a los cubanos", concluye el informe.

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