Adiós a la sala Kid Chocolate
La Habana/Los constructores desmontan paneles, amontonan fragmentos del tabloncillo y comienzan a quitar los tornillos que unen amplias zonas de las gradas. Las obras ocurren al interior de la Sala Kid Chocolate, frente al Capitolio de La Habana, un local que hasta hace poco sirvió para torneos de boxeo, fútbol sala y judo. Es el fin de uno de los locales de competencias deportivas más importantes de la ciudad.
Ahora, la manzana donde se ubica la Kid Chocolate está en medio de un trasiego constructivo porque en el perímetro se erigirá el Hotel Pasaje y toda la cuadra, donde también está el cine Payret, será sometida a una intensa remodelación. El desmantelamiento de “la Chocolate”, como se conoce popularmente el local, no sorprende a nadie, por su creciente estado de abandono.
Construido en 1991 cuando la capital cubana ofició como sede de los XI Juegos Panamericanos, el centro deportivo abrió sus puertas en medio de la peor crisis económica que ha vivido la Isla en las últimas décadas. Después de aquel evento el deterioro se fue acumulando en su estructura hasta llegar a un punto en que la sala dejó de ser segura para los atletas y el público.
"Llovía más adentro que afuera", recuerda ahora un seguidor del boxeo que hace unos años se empapó mientras miraba un tope nacional mientras un aguacero caía sobre la ciudad. El hombre asegura que el tiempo de los lugares deportivos "a precios subsidiados y abiertos al público terminó" y ahora los cubanos viven en "la era de los hoteles para turistas con piscinas y techos que no tienen goteras", ironiza.
Uno de los últimos eventos que se celebró en el local fue, en mayo pasado, la Copa Giraldilla de fútbol sala universitario, donde varios juegos tuvieron que ser temporalmente interrumpidos por la caída de los jugadores, al resbalar en el suelo mojado.
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