La Aduana decomisó 104 kilogramos de droga en 2015
La Habana/Enmascarados dentro de zapatos, patas de sillas, el fondo de un maletín u otro ingenioso lugar, fueron detectados por la Aduana General de la República unos 104,68 kilogramos de droga en 46 intentos de narcotráfico registrados desde enero a diciembre de 2015, según un reporte publicado este domingo en el periódico Juventud Rebelde.
El artículo detalla los intentos de algunos cubanos y viajeros procedentes de otros países de “importar droga y otras sustancias estupefacientes para el tráfico y consumo en el país” a través de las terminales aéreas. El Aeropuerto Internacional José Martí (AIJM) fue el escenario de 43 de los casos detectados.
La jefa del Departamento de Enfrentamiento de la Aduana del AIJM, Niurbis María Alonso Álvarez, detalló a la prensa oficial que del total de kilogramos de droga confiscados unos 73,43 fueron de cocaína; 30,46 de marihuana y 0,793 de cannabinoides sintéticos. Más de 20 de los casos corresponden a encomiendas de terceros trasladadas por los pasajeros.
Alonso Álvarez advirtió que con frecuencia “los pasajeros viajan y trasladan encargos de amigos y familiares para hacerles un favor, o venden parte de las libras de su equipaje a quien desea enviar algún paquete al país”. Un camino muy socorrido por emigrados para enviar mercancía a sus familias y también por el sector privado de servicios, carente de permisos para la importación comercial.
La especialista refirió que la mayoría de las veces los portadores de estas encomiendas “no efectúan una revisión del contenido del envío” y aclaró que en caso de incurrir en una error de esa naturaleza, el pasajero “no quedará exento de la sanción penal que ello conlleva, aunque declare no tener conocimiento de la situación”.
Al menos 10 casos de los detectados en el principal aeropuerto de la capital cubana, respondieron a las llamadas “mulas tragonas”, que utilizan su cuerpo como reservorio para la importación de sustancias prohibidas. La práctica más extendida entre estos traficantes es envasar la sustancia en materiales flexibles que guardan en el recto o en la vagina, “así como en algunos tipos de prótesis”, puntualizó Alonso Álvarez.
Abunda también el ocultamiento de la droga en “tornillos, gatos hidráulicos, juguetes, sprays limpiadores, cajas de alimentos, doble fondo de equipajes, varillas de maletas, patas de sillas, zapatos, monederos y otros artículos”, detalla el artículo, que apunta a que los infractores de la ley “proceden en su mayoría de Sudamérica”.
Los intentos de tráfico detectados durante 2015, tuvieron como emisores a 24 países y a 34 naciones de destino, principalmente del continente europeo
Los intentos de tráfico detectados durante 2015, tuvieron como emisores a 24 países y a 34 naciones de destino, principalmente del continente europeo, aclaró la jefa de la Aduana del AIJM.
Otro tema abordado en el texto fue la extracción ilegal de especímenes del patrimonio natural, un área donde la Aduana reportó durante 2015 un total de 134 infracciones, de las cuales 12 fueron clasificadas como contrabando.
Thisbé Quesada Orta, inspectora superior de la jefatura de la Aduana, precisó que las vías más utilizadas han sido los envíos postales y "los equipajes acompañantes por el canal aéreo con destino a Centroamérica y Norteamérica". Las importaciones proceden en su mayoría de las mismas regiones.
“Aves adormecidas en el interior de tubos de desodorante y pomos plásticos agujereados, adheridos al cuerpo o en el equipaje, huevos envueltos en papel de aluminio y en el interior de bolsas o latas de confituras y café”, son algunos de los trucos que se usaron a lo largo del pasado año para intentar extraer estos recursos naturales.
Como caso relevante, la publicación recordó el intento de salida por el aeropuerto de Camagüey de 70 kilogramos de pepinos de mar por parte de un pasajero, “quien intentó, incluso, sobornar al personal aduanero”, aseguró a Juventud Rebelde, Quesada Orta.
La funcionaria reveló que durante esos doce meses la aduana decomisó 472 especímenes. Entre ellos tomeguines de la tierra y otras aves vivas, estrellas de mar, colas de langosta, conchas de carey y jicoteas vivas. Los aeropuertos con una mayor tasa de incidencia en ese tráfico fueron Holguín, Cienfuegos, Camagüey y La Habana.
En ambos casos, tanto en el tráfico de drogas como de especímenes del patrimonio natural, las especialistas entrevistadas señalaron a la “pericia de los especialistas de Rayos X”, las unidades de técnica canina y los analistas que laboran en las terminales, como los responsables por la detección de estos intentos de violar la legalidad.