Llegaron a La Habana 31 vuelos el domingo, 18 de ellos procedentes de EE UU
Los pasajeros podrán viajar con 125 kilogramos de carga, 30 de ellos sin costo adicional
La Habana/Mucho movimiento en la reapertura del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana este domingo, sobre todo, cumpliendo con la normalidad, entre ambos lados del estrecho. De las 59 operaciones que se produjeron ayer en el aeródromo de la capital, 33 fueron entre La Habana y Miami.
El aeropuerto se cerró en marzo de este año y su apertura se ha hecho desear, en buena parte por ser la única terminal cubana a la que está permitido volar desde EE UU. Entre ambos países hubo este domingo 35 movimientos sumando la ida y vuelta entre Fort Lauderdale a las de Miami.
En total, llegaron a La Habana 31 vuelos. Además de los que aterrizaron desde el país vecino, también hubo tres aviones procedentes de Madrid, uno de Hamilton (Canadá), uno de Santo Domingo, uno de Gran Caimán, uno de Milán, uno de Panamá y uno de Cancún, También se produjeron cuatro movimientos internos, dos desde Nueva Gerona, uno de Guantánamo y otro de Santiago.
La aerolínea Swift Air, que inauguró a bombo y platillo las pistas del José Martí, copó con diferencia los movimientos, seguida a cierta distancia por American Airlines
Las salidas fueron poco menos numerosas, un total de 28 de las que cinco fueron nacionales: dos a Nueva Gerona, una a Guantánamo, una a Santiago y otra a Cayo Coco. En las internacionales, además de 16 vuelos a Miami y uno a Fort Lauderdale también hubo una salida a Milán, Santo Domingo, Buenos Aires, Panamá, Gran Caimán y Cancún.
La aerolínea Swift Air, que inauguró a bombo y platillo las pistas del José Martí, copó con diferencia los movimientos, seguida a cierta distancia por American Airlines.
La gran novedad del día, sin embargo, no estuvo tanto en la recuperación del movimiento aéreo entre los dos países vecinos, sino en la revisión de las normas de equipaje que permitirán volver a transportar 125 kilogramos de peso, 30 de ellos sin costo adicional.
"La reanudación de operaciones comerciales en el Aeropuerto José Martí en La Habana se anuncia a partir de las 00:00 horas del 15 de noviembre de 2020. Además, a partir de esa fecha, la limitación actual de hasta dos piezas de equipaje acompañante de 32kg cada uno permanece sin efecto para todos los aeropuertos del país", rezaba una nota publicada por la Empresa Cubana de Navegación Aérea (Ecasa) el sábado.
En marzo, las autoridades anunciaron que solo permitirían la entrada de una maleta de 32 kilos en el país, además del equipaje de mano, aunque posteriormente, ya en octubre, ampliaron a una maleta más (del mismo peso). El ministro de Transporte, Eduardo Dávila, dijo hace pocas semanas que la medida se mantendría "con el objetivo de agilizar los movimientos en los aeropuertos".
El cambio repentino supone, de forma no confesa, un estímulo a la reactivación del mercado negro a través de las mulas. La reapertura del aeropuerto implica la recuperación de una ingente cantidad de productos y dinero que estos transportistas informales mueven entre la Isla y otros países que tienen pocas exigencias en materia de visados y les permiten hacer compras para abastecer el mercado cubano.
El cambio repentino supone, de forma no confesa, un estímulo a la reactivación del mercado negro a través de las 'mulas'
La autorización de aumentar el volumen de equipaje servirá para nutrir un país más desabastecido que nunca en los últimos años por el cierre de fronteras.
Con el aeropuerto de La Habana operando con normalidad también se reanudará el envío informal de remesas en efectivo, que ha sido el canal más utilizado tradicionalmente por los emigrados para enviar dinero a sus familiares en la Isla.
Este aspecto cobra especial importancia en este momento debido a que el próximo 23 de noviembre cerrará sus puertas en Cuba la empresa Western Union debido a las sanciones de EE UU sobre Fincimex, controlada por las Fuerzas Armadas.
Las autoridades, que han divulgado la reapertura del mayor aeropuerto del país por todo lo alto, se han esforzado en destacar los estrictos protocolos biosanitarios que ya funcionaban en terminales aéreas del país. Los protocolos incluyen la toma de temperatura en diversos puntos del aeropuerto, una evaluación física a cada pasajero, la entrega de una declaración jurada de sanidad, el uso obligatorio de la mascarilla, la distancia física y la desinfección de las manos.
A todos los pasajeros se les realiza una prueba PCR a su llegada y una segunda al quinto día de permanencia en territorio, cuyos resultados en ambos casos se conocen en un periodo de entre 24 y 48 horas.
El jefe del departamento de Control Sanitario Internacional del Ministerio de Salud Pública, Carmelo Trujillo, indicó que todos los viajeros estarán bajo vigilancia epidemiológica en su destino, ya sea en viviendas de familiares, casas de alquiler o en instalaciones turísticas.
Los viajeros deberán permanecer en aislamiento durante siete días, hasta que les sea notificado el resultado negativo de la segunda prueba PCR. A partir del próximo 1 de diciembre Cuba cobrará por estos protocolos una tarifa sanitaria para todos los viajeros que quedará incluida en el precio de los pasajes, por lo que no será necesario abonarla al llegar.
La directora general adjunta de Ecasa, Liset Urgellés, sostuvo que la tasa cubre tanto la realización de los dos PCR como el resto de las medidas y servicios de control sanitario internacional de salud que se empleen en frontera
La directora general adjunta de Ecasa, Liset Urgellés, sostuvo que la tasa cubre tanto la realización de los dos PCR como el resto de las medidas y servicios de control sanitario internacional de salud que se empleen en frontera.
El aeropuerto de La Habana concentra más del 50% de las operaciones aéreas de Cuba, con un flujo de hasta 20.000 pasajeros en algunas jornadas, aunque por ahora se estima que se mantendrá entre el 30% y 40% de ese movimiento, según la funcionaria.
La decisión gubernamental de reabrir el aeropuerto de La Habana coincide con el control de la segunda ola del coronavirus en la capital, que durante semanas fue el epicentro de la pandemia en el país y estuvo sometida a fuertes limitaciones de actividad y restricciones de transporte y movimiento, entre ellas un toque de queda nocturno durante septiembre.
Desde hace un mes, según datos oficiales, los contagios diarios en La Habana se mantienen por debajo de los dos dígitos, con varias jornadas en que no se han registrado nuevos casos.
En los últimos días, sin embargo, la llegada de turistas positivos ha sembrado temor en parte de la población que teme el regreso del virus a raíz de la reapertura. En Santiago de Cuba, territorio que tenía el covid-19 erradicado desde hacía meses, ha habido 14 casos positivos, de los que al menos cinco fueron importados desde que el pasado 26 de octubre abrió su terminal aérea. Y en Ciego de Ávila, los turistas rusos diagnosticados con coronavirus ya alcanzan la treintena.
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