El acceso a la Terminal 3 del aeropuerto José Martí seguirá siendo solo para viajeros
La Habana/El aeropuerto internacional José Martí mantendrá la medida de permitir la entrada a la Terminal 3 exclusivamente a viajeros y tripulantes, según el diario Granma. La medida ha provocado malestar y quejas entre quienes van a despedir o recibir familiares y amigos.
La entrada al edificio, cuya remodelación concluyó el segundo semestre de 2013, está controlada por varios custodios encargados de revisar el pasaporte y el boleto de viaje. El acceso al interior solo está permitido a quienes dispongan de ambos documentos. Las autoridades aeroportuarias mantienen abierta una sola puerta para poder controlar mejor el acceso.
Según explicó a la prensa Leovigildo Jones, coordinador general y vicedirector del Aeropuerto José Martí, la medida “no intenta excluir ni discriminar a la población, sino cumplir con las normas internacionales”. El funcionario explicó que el incremento de pasajeros acompañados de familiares y amigos provoca que, en las horas de mayor congestión, la terminal esté al doble de su capacidad. A pesar de las restricciones de acceso adoptadas, el espacio con que cuenta el lugar sigue siendo insuficiente en los horarios de mayor número de salidas y arribos.
En respuesta a las quejas, las autoridades proponen la construcción de un bulevar exterior donde podrán esperar los acompañantes. La instalación contará con cafeterías, baños, una caja de cambio (CADECA) y varias pizarras que mantendrán informado al público sobre cada vuelo. La noticia sin embargo no parece aplacar el malestar.
“Aquí los bueyes van detrás de la carreta, primero prohíben el acceso al aeropuerto para acompañantes y ahora es que planifican construir un lugar para que esperemos”, refirió con molestia Virginia Mastos a las afueras de la terminal de vuelos internacionales. La señora llegó desde Matanzas, muy temprano, para acompañar a su hijo que volará en la tarde en la compañía aérea Aeroflot. “Sólo pudimos conseguir transporte para esta hora, así que esperaremos todo ese tiempo aquí afuera hasta que el avión despegue”, explica mientras señala el paraje soleado y con unos pocos asientos donde aguardan otros como ella.
Arturo Gómez va más allá: “Este es el país de la cerrazón, todo lo cierran y sin embargo desde aquí yo veo los salones de llegada allá adentro vacíos”. Su queja es compartida por muchos que apuntan además a la pésima información que reciben sobre el estado de cada vuelo. “Hay bastante maltrato también del personal del aeropuerto hacia quienes esperamos por una respuesta”, agregó una joven que intentaba saber la hora de partida de un avión de Air France.
Por el momento, los viajeros que utilicen las instalaciones del Aeropuerto Internacional José Martí deben renunciar a despedirse de los acompañantes justo antes de pasar los controles migratorios. Los que arriban tampoco podrán disfrutar los encuentros con los familiares nada más abrirse la puerta de salida.
