Sin agua corriente desde hace un año, Las Tunas recibe con alivio nuevas electrobombas
En total, los equipos garantizan una entrega de 375 litros por segundo a la ciudad cabecera
La Habana/Desde hace al menos un año la situación del abasto de agua es, como lo describe la prensa oficial, “uno de los temas más sensibles” en Las Tunas. Los equipos de bombeo de agua de la ciudad cabecera, a los que por más de dos décadas apenas se les dio mantenimiento ligero, dejaron de funcionar uno por uno, afectando a miles de clientes. Desde hace un mes la provincia cuenta con los equipos para reanudar el servicio, pero no fue hasta esta semana que comenzaron las instalaciones.
De las 10 electrobombas adquiridas por el país –la prensa oficial no aclara su procedencia– y destinadas a la planta potabilizadora del embalse El Rincón, que abastece principalmente a la ciudad, apenas se han instalado cuatro. Una de estas, por falta de un “cable”, tampoco entró en funcionamiento de forma inmediata.
En total, los equipos garantizan una “entrega” de 375 litros por segundo a la ciudad de los 500 que habían prometido. Pero el problema del abasto en la provincia no se reduce a enviar agua de las presas y pozos a la potabilizadora y de ahí a los poblados, sino en reparar tuberías, salideros y conductoras que limitan la llegada del agua a los hogares.
La llegada de los equipos, no obstante, ya constituye un alivio para algunos vecinos
Este miércoles, Periódico 26 publicó un artículo en el que aplaudía el comienzo de los trabajos de reparación de un tramo de “conexiones sanitarias” cuya rotura afecta la vida de los 16.460 residentes en el reparto Alturas de Buena Vista, “una de las zonas calificadas en situación de vulnerabilidad del territorio”, según el medio.
La llegada de los equipos, no obstante, ya constituye un alivio para algunos vecinos, que Periódico 26 no demoró en entrevistar. “El montaje de dos electrobombas en la planta potabilizadora que tributa agua hacia esta ciudad ha originado que la población comentara hoy, entre vecinos, la llegada con suficiente presión del imprescindible líquido a distintos lugares de la capital provincial”, resaltaba el medio, citando a una única vecina agradecida del reparto Aguilera: “Qué bueno que ya está llegando el agua”.
El periódico señaló que “la obsolescencia de la tecnología que garantizaba, y continúa haciéndolo en parte, el suministro de agua a Las Tunas imposibilitaba responder a las necesidades de este servicio en diferentes puntos de la ciudad”. En resumen, el “equipamiento total”, que la provincia no recibía desde 2007 cuando “se repusieron las bombas de la Revolución Energética” tampoco es suficiente.
De ahí, prosigue Periódico 26, que Recursos Hidráulicos movilizara pipas para trasladar agua “hacia varios lugares, pero sin cubrir todas las necesidades por razones obvias: las limitaciones con el combustible que afecta a la economía y los servicios en Cuba”.
Los trabajos en las instalaciones han requerido de la intervención de "una brigada especializada"
Los trabajos en las instalaciones que se encontraban en “muy mal estado” han requerido de la intervención de “una brigada especializada con electricistas mecánicos montadores soldadores”, explican las autoridades.
La situación del abasto en la provincia estaba al punto del colapso desde al menos noviembre de 2023 cuando, con los embalses llenos al 75%, unos 90.000 tuneros no tenían servicio de agua corriente. Un mes después, eran 100.000 los que lo recibían por camiones cisternas y otros 6.267 por tren. Desde entonces el problema se agravó, pero la prensa se volvió cuidadosa a la hora de dar el número de afectados o decir cuánto tiempo demoraba el servicio, que en algunos lugares fue de meses sin agua.
Asimismo, la prensa asegura que durante este tiempo no han parado las entregas de agua a los pobladores en pipas mientras El Rincón se sometía a “una reparación integral, la más completa desde que se inauguró hace alrededor de 25 años”. Los equipos casi obsoletos por los que fueron sustituidos las bombas, serían instalados “en otros lugares menos favorecidos”.
Si bien la situación de Las Tunas es de las peores en el país por el largo período que los residentes han sufrido la carencia de agua, el paso del huracán Rafael dejó estragos en los sistemas de abasto de las provincias occidentales. En Artemisa, actualmente, solo el 59% de la población, incluida la que recibe el servicio con camiones cisterna, cuenta con el servicio. En Mayabeque son 11.000 los afectados y, en La Habana, aunque el 79,7% de los residentes ya cuentan con servicio, todavía hay casi medio millón personas sin suministro.