Alexander, "opositor por cuenta propia" condenado en un juicio sumario en Sancti Spíritus
"Mi hijo está destruido, pero sigue firme en sus ideas"
La Habana/Sosiego es un estado que no existe en la vida de Luisa María Milanés Valdés desde el pasado 11 de julio. Su hijo, Alexander Fábregas Milanés, fue detenido en su vivienda a las siete de la noche de aquel día. Su delito: transmitir en las redes sociales un encendido llamado a salir a las calles de Sancti Spíritus y acompañar las protestas que ocurrieron en otras provincias cubanas.
Solo nueve días después de su arresto, el 20 de julio, Fábregas, de 32 años, fue condenado a nueve meses en prisión por el delito de "incitación a delinquir". Inicialmente también estaba siendo procesado por "propagación de epidemias", una acusación que no fue finalmente incluida en la sentencia dictada por el Tribunal Municipal de la ciudad.
"Solo pudo tener un abogado defensor un día antes del juicio y estas son las horas en que a nosotros no nos han entregado un papel de nada, no tenemos ni una petición fiscal ni siquiera la sentencia", lamenta la mujer de 58 años en conversación con 14ymedio. "El abogado se batió duro pero poco pudo hacer y aunque él no salió a la calle lo condenaron".
"Solo pudo tener un abogado defensor un día antes del juicio y estas son las horas en que a nosotros no nos han entregado un papel de nada, no tenemos ni una petición fiscal ni siquiera la sentencia"
El juicio fue sumario, de acuerdo con el grupo Justicia 11J, que recopila información sobre los manifestantes presos en todo el país.
Fábregas era, en el momento de la detención, "opositor por cuenta propia", aclara su madre, porque, aunque un tiempo antes había militado en el Foro Antitotalitario Unido (Fantu), poco después decidió continuar su disidencia de manera independiente. Las transmisiones a través de Facebook se convirtieron en su herramienta principal de denuncia.
Con anterioridad había sido detenido en diciembre de 2020, tras divulgarse en las redes sociales una foto donde se le veía con un cartel que decía "No Más Miseria". En aquella ocasión la policía hizo un registro en su casa en la madrugada y lo mantuvo tres días bajo arresto. "Él ha estado haciendo mucho activismo desde hace más de dos años", precisa la madre.
Fábregas "trabajaba en un negocio privado vendiendo accesorios para fiestas de cumpleaños pero cuando llegó la pandemia tuvieron que cerrar", explica. Ahora, purga su condena en la prisión Batalla de Ideas, aunque inicialmente estuvo detenido en el Centro de Instrucción Penal espirituano, conocido como El Vivac, y posteriormente estuvo un día en la cárcel Nieves Morejón.
La Seguridad del Estado "se aparece en la prisión para hostigarlo, al igual que acosan a mi madre que está amenazada con expulsión de su trabajo"
"El 6 de abril debe tocarle salir de la cárcel, pero no sabemos si esa fecha se va a cumplir", detalla la mujer, "porque también antes le había tocado la libertad condicional desde el 30 de noviembre, la tenía aprobada, y de pronto dijeron que tenían que esperar una confirmación que venía desde La Habana y no se la dieron".
El hermano de Fábregas, Néstor Estévez, que lleva desde Miami el grupo de Facebook Siudadanos de Sancti Spíritus, denuncia que tienen al preso "bajo una presión psicológica constante" y que la Seguridad del Estado "se aparece en la prisión para hostigarlo, al igual que acosan a mi madre que está amenazada con expulsión de su trabajo".
Luisa María Milanés Valdés trabaja en un hospital para niños con discapacidad mental. "Me han amenazado, pero ese es mi hijo y lo tengo que defender. La Seguridad del Estado me dijo que no podía seguir escribiendo en las redes sociales y también me citaron el 15 de noviembre para que no me sumara a la Marcha Cívica ese día".
"Él está destruido, eso me tiene a mi muy preocupada", lamenta la madre. "Ha bajado mucho de peso y también se siente muy estresado. Dice que nos tiene que contar tantas cosas que le han pasado en prisión que va a necesitar hablar varios días seguidos para contarnos todo lo que le han hecho dentro de la cárcel".
Este jueves, Fábregas tuvo un altercado con un guardia de la cárcel cuando éste le negó al prisionero más cercano el pan del desayuno. "Las condiciones de la prisión son pésimas y la comida es muy mala, él se queja mucho de que los alimentos no están en buenas condiciones".
"Me visto de blanco, salgo a la calle a protestar, voy a las iglesias a pedir libertad por mi hijo y por todos los otros cubanos que están enjuiciados por el 11J"
"Aquí tengo muy poco apoyo, porque la gente en esta ciudad tiene mucho miedo", aclara. No obstante, la mujer no se ha quedado cruzada de brazos: "Me visto de blanco, salgo a la calle a protestar, voy a las iglesias a pedir libertad por mi hijo y por todos los otros cubanos que están enjuiciados por el 11J".
El hermano del preso añade que la detención ocurrió luego "de un acto de repudio que le organizaron con la participación de algunos vecinos". Durante 72 horas no hubo noticias de su paradero y, finalmente, Fábregas fue el primer condenado por la causa del 11J en ese territorio del centro de la Isla.
La madre del preso señala también el caso de Leodán Pérez Colón, que fue condenado a cinco años de cárcel y de Luis Mario Niedas, con una sentencia de tres años, por manifestarse también en Sancti Spíritus. "Aquí en esta provincia no ha habido un movimiento de familiares que se unan para reclamar la libertad de los detenidos por ese motivo", se queja.
No es el caso de la familia de Alexander Fábregas. "Con él que no cuenten para arrepentirse de lo que hizo. Él sigue firme en sus ideas", remacha su madre. "Estoy convencida de que de esa postura no lo sacan con amenazas ni con miedo". Milanés no se anda con medias tintas: "Cuando uno tiene un hijo así tiene que apoyarlo y yo lo apoyo totalmente".
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