Altas y bajas de una campaña tributaria
La Habana/A dos meses de comenzada la campaña de declaración jurada, autoridades de la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) aseguran que para el cierre de febrero el 35% de los cuentapropistas ya había cumplido con ese compromiso fiscal. La información fue divulgada durante un informativo de la televisión dedicado exclusivamente a la “cultura tributaria” que, según la prensa oficial, “de manera progresiva se incrementa en la población cubana”.
Una funcionaria de la ONAT entrevistada para la ocasión se refirió al caso particular del transporte terrestre, una de las actividades más extendidas en el sector privado. Durante esta campaña se han recibido 65 mil pagos de personas naturales, frente a los 53 mil que se contabilizaron en el mismo período del año anterior. “Hemos avanzado, pero no podemos dejar de reconocer que los porcientos son bajos”, reconoció la mujer.
Por su parte, de otras “figuras” como los “contribuyentes del sector de la cultura, creadores, artistas o personal que labora en sucursales extranjeras” sólo se han recibido hasta la fecha el 11% de las declaraciones juradas. A la cabeza de la lista de cumplimientos, se encuentran las provincias de Artemisa y Pinar del Río. Pero la capital –con mayor presencia del trabajo por cuenta propia– y Cienfuegos, así como la también populosa Santiago de Cuba, presentan la peor situación en la actual campaña tributaria.
Es de esperar que si un trabajador paga impuestos y no ve una mejoría en su entorno de trabajo (…) entonces se rehúse a pagar
En Cuba, esta práctica extendida de no pagar impuestos se debe a varios factores, entre ellos el daño que suponen décadas de total estatización. Sin embargo existen otros posibles causantes.
Es de esperar que si un trabajador paga impuestos y no ve una mejoría en su entorno de trabajo –dizque la creación de mercados mayoristas e infraestructura, seguridad laboral– entonces se rehúse a pagar a una institución que no representa sus intereses. La Ley 113 del Sistema Tributario Cubano establece que los tributos se cobran para que el Estado pueda destinar esos recursos a los “gastos públicos y otros fines de interés general”; pero los contribuyentes cubanos no tienen un control mínimo de hacia dónde va su dinero.
Otro factor importante es el monto de esos impuestos. Los cubanos emprendedores a menudo se quejan de que “no da la cuenta” comenzar un negocio. Hacerse rico es una utopía.
El tema de los tributos ha cobrado importancia en la medida que crece el sector privado. En la actualidad, más de 483 mil cubanos ejercen el trabajo por cuenta propia, y las autoridades aseguran que “en el presente año deberá continuar el crecimiento del sector no estatal de la economía”. Los negocios más comunes son la elaboración y venta de alimentos, el ya mencionado transporte de pasajeros y el alquiler de viviendas o espacios.
Los funcionarios han recordado a los contribuyentes que tienen hasta el 30 de abril del presente año para entregar su declaración jurada. Pasado este tiempo recibirán una multa. Además, todos los documentos entregados serán fiscalizados, por lo que una apelación después de la fecha límite podría suponer una mayor complicación.
Asimismo se insistió en la facilidad de enviar los modelos de declaración jurada utilizando el “correo certificado”, mediante los buzones que se han habilitado en las sedes municipales de la ONAT.