Un año de prisión por robar en Guantánamo productos de la canasta básica valorados en 3.000 pesos

En dos juicios ejemplarizantes el tribunal de San Antonio del Sur condenó a cuatro trabajadores por desviar insumos destinados a los damnificados por el huracán Oscar

Imagen de uno de los juicios ejemplarizantes celebrados el miércoles en San Antonio del Sur, Guantánamo.
Imagen de uno de los juicios ejemplarizantes celebrados el miércoles en San Antonio del Sur, Guantánamo. / Venceremos
14ymedio

06 de diciembre 2024 - 12:22

Madrid/Con una velocidad poco vista en el sistema penal cubano, cuatro personas fueron juzgadas y sentenciadas este miércoles en dos procesos celebrados en San Antonio del Sur, Guantánamo, por apropiarse indebidamente de productos destinados a la canasta básica e insumos enviados a la región para los damnificados por el huracán Oscar. De sendos “juicios ejemplarizantes” dio noticia apenas al día siguiente la prensa local.

En el primero de ellos se determinó que dos empleados –jefe de almacén y jefe de brigada– de la Unidad 642 de la Empresa Mayorista de Productos Alimenticios y Otros Bienes de Consumo habían “desviado” 62 kilogramos de leche en polvo descremada, destinada a las bodegas de los poblados de Acueducto y Puriales de Caujerí, para niños de dos a seis años, y 388 paquetes de pasta alimenticia de un kilo que debían entregarse como donativos a los habitantes del lugar.

Por ello, el Tribunal Municipal Popular condenó a ambos a un año de privación de libertad, y al jefe de almacén le impuso, además, una multa de 2.000 pesos. El costo de los bienes sustraídos era de unos 3.000 pesos, “pues se trataba de productos subsidiados”, puntualiza la nota de Venceremos.

Los dos acusados del segundo juicio, por su parte, también “desviaron recursos”, en este caso destinados a la elaboración de alimentos para “ayudar en el momento más crítico luego del azote del evento meteorológico”. Uno de ellos era el jefe de la Unidad Básica de La Carpa, subordinada al restaurante La Cienfueguera, en la ciudad de Guantánamo, y el otro un residente del municipio de San Antonio del Sur.

Según la sentencia, el primero vendió por “la izquierda” sacos de harina de donativos, arroz, chícharos y aceite al segundo, en cuya vivienda se encontraron y decomisaron los productos. Al trabajador estatal se le impuso un año de prisión y al vecino de San Antonio, diez meses.

El vicepresidente se jactó del "carácter humanista e integrador del sistema de control, influencia y atención hacia las personas que extinguen sanciones de libertad"

Precisamente este mismo jueves, Tribuna de La Habana se hace eco de un encuentro entre el vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, y 53 sancionados por distintos delitos del Consejo Popular de Colón, en el municipio de Centro Habana. El funcionario se jactó ahí del “carácter humanista e integrador del sistema de control, influencia y atención hacia las personas que extinguen sanciones de libertad”, ensalzando “la rehabilitación de las personas que han cometido errores y que ahora se insertan en la comunidad como hombres y mujeres dispuestos a aportar al bien común”.

La reunión formó parte del “ejercicio nacional contra el delito y las ilegalidades”, que se lleva a cabo en todo el país desde el martes y que ha desatado una nueva oleada de persecuciones a los vendedores por cuenta propia en todo el país.

En el mismo encuentro, el presidente del Tribunal Supremo Popular, Rubén Remigio Ferro, dijo que ese sistema de acompañamiento a los “reinsertados” es “un sistema único en el mundo, creado por la Revolución hace más de 20 años”. La reinserción social, sin embargo, es el objetivo de cualquier sistema penitenciario democrático. Nada dijeron los funcionarios tampoco de las denuncias de torturas y malos tratos a presos, especialmente los de conciencia, en las cárceles cubanas, denunciadas por algunos de ellos y numerosas organizaciones internacionales.

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