Las antenas de espionaje en la localidad cubana de Bejucal pasan de rusas a chinas

Madrid/El apasionante asunto de la base de espionaje que supuestamente China intenta instalar en la Isla ha llevado a un equipo de Reuters a Bejucal, en la provincia de Mayabeque, donde hasta 2002 estuvo ubicada la base desmantelada de la URSS conocida como Lourdes y donde hace años que se especulaba el regreso de los rusos. Ahora, la vigilancia parece tener otro origen.

"Manténgase alejado, zona militar", indica un cartel situado al fondo de un camino sinuoso y deteriorado a las afueras de la localidad. Después, una cerca hecha con alambre de púas pone fin a la excursión.

El reportero de la agencia británica pudo ver grandes antenas parabólicas en lo alto de una colina, a la sombra de una ladera cubierta de palmeras. "Una cúpula de metal blanco oxidado, del tipo que alberga antenas, se cernía sobre la jungla oscura, decorada en sus flancos con crípticos triángulos negros, algunos invertidos. Hombres no identificados en motocicletas, vestidos de civil, fotografiaron a los reporteros mientras trabajaban", dice una nota publicada por el medio este miércoles.

"Hay rumores", dijo con media sonrisa un agricultor de la zona consultado. "Todo el mundo sabe todo aquí"

De los vecinos de Bejucal no logró obtener información. Nadie puede pasar, pero muchos creían que los rusos llevan tiempo en la instalación. "Hay rumores", dijo con media sonrisa un agricultor de la zona consultado. "Todo el mundo sabe todo aquí".

Los rumores del regreso de los rusos comenzaron en 2014, pero el propio Putin llegó a desmentirlo. En 2018 la idea volvió a sonar en distintos medios, pero, de acuerdo con la inteligencia de EE UU, los tiros sonaban por el lado equivocado.

"(El Partido Comunista de China) mantiene presencia física en las instalaciones de inteligencia de la era soviética en Bejucal en lo que parece ser una operación de recopilación de inteligencia de señales", consta en un documento de la Comisión Federal de Comunicaciones cuya fuente es un informe precisamente de 2018 de la Comisión de Revisión Económica y de Seguridad de Estados Unidos y China.

La Administración estadounidense rechazó, precisamente por ese motivo, la solicitud de la Isla para conectar ambos países con una cable submarino de telecomunicaciones (Arcos-1). El Departamento de Justicia consideró que este enlace era inapropiado "mientras el Gobierno de Cuba siga siendo una amenaza de contrainteligencia para EE UU y sea aliada de otros que hacen lo mismo".

En su comunicado, la justicia estadounidense indicaba que había una "amenaza de contrainteligencia" y que, dado que la empresa estatal de comunicaciones Etecsa administraría el sistema de aterrizaje de cables, La Habana podría "acceder a datos sensibles de EE UU que viajen a través del nuevo segmento".

Los ojos del Gobierno que ahora dirige Joe Biden están puestos sobre la antigua base de Bejucal, sobre la que Cuba no respondió, como requería Reuters.

"Sé que eso tiene algo que ver con el ejército, pero soy una persona de campo. Me ocupo de mis propios asuntos", dijo otro guajiro consultado por la agencia que insistió en que no tenía ni idea de quién está detrás la cerca.

Los ojos del Gobierno que ahora dirige Joe Biden están puestos sobre la antigua base de Bejucal, sobre la que Cuba no respondió como requería Reuters

Aunque la polémica está alentando un nuevo disenso entre Washington y Pekín, cuyas relaciones ya estaban maltrechas desde el caso de los presuntos globos chinos, un ex analista de la CIA consultado por Reuters, Fulton Armstrong, resta importancia a la posibilidad de que China vigile desde la Isla.

"Un puesto de escucha tendría un valor marginal (para China) en la tecnología actual", dijo, ya que los equipos actuales son mucho más avanzados. Al respecto, Estados Unidos dijo este lunes que las instalaciones fueron mejoradas en 2019, y rehuyó responder a Reuters si Bejucal era el lugar señalado.

Para el experto, en cualquier caso, lo más relevante es el valor simbólico de colocarse a tan escasa distancia de EE UU, que considera casi una protesta por la presencia de la inteligencia y el Ejército en su área, incluyendo Taiwán y el mar de China Meridional.

Bejucal, una pequeña población agrícola a 32 kilómetros de La Habana, acogió ojivas nucleares que fueron descubiertas por aviones de espionaje de EE UU en 1962, lo que dio inicio a la Crisis de los Misiles.

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