Apagarán este año la central Guiteras durante ocho o diez meses para una reparación capital
El ministro cubano de Energía y Minas derrocha optimismo, sin aclarar cómo los parques solares sustituirán a las termoeléctricas
Madrid/Aún queda un capítulo de la serie protagonizada por Vicente de la O Levy esta semana para explicar la recuperación del sistema Eléctrico Nacional (SEN), aunque el ministro de Energía y Minas confirmó en el penúltimo, publicado este miércoles en Granma, que la central termoeléctrica Antonio Guiteras parará este año para una reparación capital pospuesta durante dos décadas.
"Todavía nos quedan unos cuantos millones de dólares por adquirir en recursos, y que están en contratos, que se están negociando. Se están haciendo pagos y se están trayendo cosas. (...) Cuando tengamos el 90% o el 90 y tanto por ciento de los recursos en Cuba, entonces se hace la parada de Guiteras”, indica el ministro. Este martes, en el segundo bloque de esta larga entrevista, De la O Levy contó que para este tipo de reparación hacen falta 600 personas y puede prolongarse durante ocho o diez meses.
“Los rotores de Guiteras no se abren desde aquella avería en el año 2004. Entonces, saca la cuenta. Desde 2004 había que haberle hecho ya dos reparaciones capitales, y no se le ha hecho ninguna”, dijo, sobre el calamitoso estado de la mayor unidad termoeléctrica del país—de tecnología francesa, mientras las otras seis centrales se hicieron con los soviéticos—, que tiene capacidad para 280 megavatios (MW).
No es la única termoeléctrica con una reparación en ciernes. Una de las dos unidades en obras de la central Carlos Manuel de Céspedes, en Cienfuegos, está a punto de reincorporarse al SEN, en abril, y la otra debe hacerlo en junio. Habrá otras, de unos seis meses, en Este Habana 2, de Santa Cruz del Norte (Mayabeque), y en Renté 5, de Santiago de Cuba. Además, Felton 2 (Holguín), perdida “completamente” tras el incendio de 2022, ha comenzado su rehabilitación integral, “un proyecto de ingeniería gigantesco” que durará dos años, cuyo contador empezó a correr hace tiempo, aunque el ministro no dijo cuándo.
Además, Felton 2 (Holguín), perdida “completamente” tras el incendio de 2022, ha comenzado su rehabilitación integral, “un proyecto de ingeniería gigantesco”
Toda esta estrategia forma parte de la recomposición de la energía térmica, una de las varias patas que componen la generación eléctrica nacional, y que De La O Levy consideró “el régimen base, porque usa combustible cubano, que es soberanía”. Parte de esa cuestión clave queda en entredicho por las urgencias, que han llevado a incrementar de manera voraz la generación distribuida. Según el ministro, este año se habrá concluido la recuperación de 850 MW y, aunque anunció sin fechas la marcha progresiva de las patanas turcas –que un día fueron ocho y hoy solo son dos– eso requerirá la importación de grandes cantidades de combustible.
“En el mes de septiembre del año pasado (...) entró un barco de combustible y no podíamos generar electricidad porque teníamos indisponible la generación distribuida”, lamentó De la O Levy, que habló de la fundamental recuperación de los grupos electrógenos. Este tipo de centrales –154 con diésel y 35 con fueloil–, sembradas por toda Cuba por mandato de Fidel Castro, se están reparando con cooperación china desde hace meses y esto, según el funcionario, ha servido para respaldar golpes tan severos como la última caída de Felton 1. “Hubo grupos electrógenos que arrancaron y suplieron ese ‘hueco’”, agregó el ministro, que consideró indispensables estos equipos.
A la población, indica el entrevistador, “no alcanza con decirle que ‘se trabaja para resolverlo’. Hay que hablarle en su lenguaje, y explicar que los tres parques solares sincronizados ya, si hay pleno sol, son como una Nuevitas ‘nuevecita’, que al cierre de marzo habrá ocho conectados y que, cuando en abril sean diez, será como si otra Felton se enchufara al SEN”.
La conversación dedica, no obstante, muy amplio espacio para explicaciones técnicas. Sobre todo, ante las dudas generadas por el almacenamiento de la energía solar que empieza a producirse. De la O Levy dijo al respecto que se trabaja en dos fases: estabilización y entrega.
"La batería es lo más rápido que existe hoy en el mundo para estabilizar sistemas”, expuso para simplificar cómo se recuperan los sistemas de las breves interrupciones –por segundos– que experimentan
A la primera se destinan los cuatro emplazamientos de 200 MW en total que se están instalando en la actualidad. “Un parque está generando 21 MW y de pronto pasó una nube y bajó la carga. ¿Qué pasa entonces? Ahí entra a suplir ese déficit la batería, en milisegundos, mucho más rápido de lo que puede entrar una termoeléctrica de respaldo. La batería es lo más rápido que existe hoy en el mundo para estabilizar sistemas”, expuso para simplificar cómo se recuperan los sistemas de las breves interrupciones –por segundos– que experimentan. “Las baterías podrán absorber todas esas variaciones –hubo 500 el pasado año, indicó–; serán estabilizadores del sistema”.
Después, se incorporarán las baterías de entrega, cuya función es almacenar energía para que esté disponible. Esta fase comenzará a corto plazo, a medida que avance la instalación de parques, dijo el ministro, que especificó que hay varios de menor tamaño que los ya estrenados, de 5, 10 o 15 MW, algunos de ellos con baterías incorporadas.
De la O Levy respondió a la duda sobre si estos parques solares podrán funcionar como islas, confirmando que así es, como con cualquier circuito. No obstante, aclaró que actualmente no pueden arrancar un sistema, hasta que no estén estabilizados, por lo que su labor actual no es entregar a un circuito aislado –por ejemplo, abasteciendo a la localidad en que se ubica– sino al SEN, de manera conjunta. “Ahora, en una condición excepcional, sí pueden tributar directamente al entorno más cercano, y si tienen batería, muchísimo mejor”, agregó.
El plan, repasó, es que al acabar abril haya cuatro parques fotovoltáicos entregando una energía que deberán aliviar el enorme déficit que aún persiste, aunque según precisó, están produciendo más de lo que se calculaba. “No quiere decir esto que se van a eliminar los apagones totalmente. Se trata de un proceso paulatino, costoso, un proceso inversionista del cual sí se ve la luz al final del camino, y que no termina con estos 1.000 MW”, admite.
“No quiere decir esto que se van a eliminar los apagones totalmente. Se trata de un proceso paulatino, costoso, un proceso inversionista del cual sí se ve la luz al final del camino, y que no termina con estos 1.000 MW”
El ministro precisa que hay dos contratos solapados cuyo total sumará los 2.000 MW anunciados para 2028, uno de ellos a paso más lento y el otro “de manera inmediata”, pero relató las peripecias que provocaron retrasos, fruto del embargo, según él, o más probablemente por el habitual retraso en los pagos que caracteriza al Gobierno cubano. “Sí, pasaron cosas externas a Cuba”, arrancó. Uno de los contratos, detalla, supone 8.000 contenedores, 2.200.000 paneles, miles de toneladas de acero, millones de tornillos, miles de kilómetros de cables, de fibra óptica y conductores eléctricos.
“En un momento determinado, desaparecieron los contenedores con destino a Cuba. Es decir, no había manera de adquirir contenedores para introducir la mercancía. Tuvimos que ir a comprar contenedores. Y después que dimos esa solución, no había barcos que tocaran puerto cubano, y tuvimos que ir a contratar y arrendar barcos, y tener barcos propios, para no detener este proceso inversionista. Luego nos hicieron pasar los barcos por otros puertos, descargar la mercancía en otros puertos”, deploró.
No obstante, dijo, “los parques van marchando, en fecha; hasta ahora estamos cumpliendo”. Y, cierto es, por primera vez en bastante tiempo la fecha prometida se cumplió, aunque el funcionario tuvo la temeridad de anunciar que en mayo se estará “todavía mejor” y eso no será real para la ciudadanía hasta que constate que los apagones no ya duran cuatro horas o más.