Apagones de varias horas en cuatro hospitales de Matanzas y uno en Camagüey

La Habana/Las autoridades cubanas lograron a última hora de este jueves pagar uno de los barcos con combustible que esperaba en puerto. El crudo está destinado a la generación distribuida y ya han comenzado la descarga y los traslados a los lugares asignados, según informó el periodista oficial Lázaro Manuel Guerra, citando al viceministro de Energía y Minas.

El funcionario “dijo que debe percibirse mejoría en el servicio eléctrico en los próximos días”, sostuvo Guerra, en una noche calamitosa en la Isla. El periodista informó de las graves repercusiones que estaba dejando el déficit de este jueves –previsto en más de 1500 MW–, incluyendo un apagón programado para el hospital pediátrico de Matanzas, entre las 8 y las 12 de la noche. 

La empresa eléctrica de esa provincia avisó de otros cortes que afectaron a varios hospitales, los de Jovellanos y Jagüey Grande sufrieron dos, uno de 11 a 14 horas y otro de 20 a 00, mientras el de Colón se produjo de 21 a 00. Además, se anunciaron apagones que afectarían a pozos del Petróleo y bombeos de agua en Matanzas. 

La empresa eléctrica de esa provincia avisó de otros cortes que afectaron a varios hospitales, los de Jovellanos y Jagüey Grande sufrieron dos, uno de 11 a 14 horas y otro de 20 a 00, mientras el de Colón se produjo de 21 a 00

Una situación similar, si no peor, se vivió en Vertientes, Camagüey la noche anterior, cuando el Hospital Municipal se quedó sin electricidad por el mal funcionamiento de una batería del generador, dejando el centro sin energía. “Aquí ahora mismo hay pacientes graves, con falta de aire y mujeres embarazadas y se acaba de ir la luz a las 1:30 de la madrugada", informó al periodista José Luis Tan Estrada una fuente anónima que añadió, además, que era“imposible restablecer el servicio eléctrico”.

La situación de esta madrugada ha sido muy adversa en toda la Isla. En Villa Clara el déficit ha rebasado los 170 MW, un récord, según la propia empresa eléctrica de la provincia, que llegó a tener 112 reportes pendientes, de los que 46 pertenecían a Santa Clara. La Unión Eléctrica (UNE) afirmó que también el país estaba en el máximo déficit anual, “superando los 1.466 MW del 8 de marzo”.

Mientras en Pinar del Río llegaron a faltar 104 MW en torno a las 8 de la noche. En ese momento, la empresa eléctrica de la provincia advertía claramente de la situación: “En estos momentos debido a la situación electro-energética que presenta nuestro país fue necesario salir del horario de planificación estimado”. Los cortes se anunciaron de nueve horas, con tres de electricidad, aunque la población hablaba de horarios más prolongados y restablecimientos tan breves como de cinco minutos. 

Holguín fue otra de las provincias más sufridas anoche, con un déficit de 146 MW. El territorio tuvo que ampliar los circuitos afectados, según anunció en sus redes sociales bajo la denominación “extra plan”. La noche anterior, la empresa eléctrica admitió que, si bien el promedio de apagón había sido de 8 horas y 28 minutos, el máximo alcanzó las 16 horas y 33 minutos. 

Ciego de Ávila, que aún no ha cuantificado su déficit de esta madrugada, se jactó el día anterior de haber tenido “solo” 65 MW “de afectación, con un promedio de duración de 8 horas 36 minutos por circuitos, por debajo del país que fue de 11 horas 17 minutos”.

La situación en La Habana no es mucho mejor, como en anteriores ocasiones, cuando la capital se libraba de los prolongados cortes de luz. Hace pocas horas, Centro Habana permanecía completamente a oscuras, con apenas electricidad a la vista en el hospital Hermanos Ameijeiras, e impactaba el histórico hotel insignia Habana Libre, sin una sola luz, poniendo en evidencia la acuciante escasez de combustible, que llega hasta a los establecimientos gestionados por empresas extranjeras.

Impactaba el histórico hotel insignia Habana Libre, sin una sola luz, poniendo en evidencia la acuciante escasez de combustible, que llega hasta a los establecimientos gestionados por empresas extranjeras

El miércoles, en la inauguración de un evento que transcurre en La Habana sobre energía renovable, el ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, afirmó que había tres o cuatro barcos esperando para descargar, algo que harían –prometió– entre ese mismo día y el jueves. Este diario pudo comprobar que cuatro tanqueros estaban en puertos de la Isla, el Delsa en Cienfuegos, el Prímula en Pastelillo, Camagüey y el María Cristina y el Marlin Azurite en Matanzas.

Finalmente, solo uno ha podido pagarse en la fecha prometida y se está descargando, pero el propio ministro avisó de que “un barco de 20.000 toneladas alcanza para una semana” y “se precisan dos o tres barcos durante siete días para abastecer diesel, gasolina, gas licuado, fueloil y turbocombustible”. Las promesas de la fotovoltaica para inicios de 2025 se antojan muy lejanas para un régimen que vive prácticamente al día, y para una población que sobrevive ya a duras penas.