El 'apartheid' en Cuba: migajas para el turismo nacional, hoteles de lujo para foráneos

La Habana/Las fotos del hotel Zaza no mienten: cristales rotos, paredes a punto de derrumbarse y vertederos a cada paso hacen impracticable el hospedaje. De diseño tosco, el viejo ícono de la arquitectura socialista en Sancti Spíritus se cae a pedazos y el Ministerio de Turismo ha dado su respuesta: está dispuesto a invertir 80 millones para rescatar el hotel. De pesos, aclara, no de dólares.

Las autoridades solo han desembolsado, de momento, 20 millones, destinados a "recuperar" la piscina –a la que colocaron losas–, un modesto bar y varios baños. La reparación comenzó con el pie izquierdo, pues tenía fecha límite para la primera semana de mayo y falta bastante para que se termine.

El retraso aleja un segundo –e hipotético– lote de pesos: 26 millones que, según prometió Manuel Díaz Riverol, especialista de inversiones del Ministerio, serán utilizados en otras "aspiraciones" del Zaza: la restauración de la sala de juegos, la discoteca, la cafetería y otros espacios recreativos.

La prensa oficial transmite la frustración de decenas de antiguos huéspedes que, en las décadas de los 70 y los 80, vivieron el "esplendor" y la "majestuosidad" de la mole de concreto del Zaza. Situado, eso sí, en un enclave natural envidiable, el hotel nunca pudo aspirar al lujo de las instalaciones destinadas al turismo extranjero, pero, al menos, los nacionales podían quedarse en sus habitaciones sin temor a que se desplomara una pared o a descubrir una colonia de insectos.

La prensa oficial transmite la frustración de decenas de antiguos huéspedes que, en las décadas de los 70 y los 80, vivieron el "esplendor" y la "majestuosidad" de la mole de concreto del Zaza

Con la pandemia, el hotel acabó convertido en centro de aislamiento para el personal sanitario, pero incluso antes de suspender toda actividad recreativa, ofrecía una "operación limitada" y servía para hospedar a deportistas, trabajadores estatales y algún cliente.

Ahora la meta es "empujar" al Zaza hasta que consiga, al menos, la categoría de tres estrellas. Según admite la prensa oficial, la aplicación internacional Tripadvisor asignó al establecimiento la humillante puntuación de 2,5 y los criterios de los huéspedes no pueden ser más demoledores.

"Las acciones se dividen en tres etapas y comenzaron por las áreas de recreación, para luego avanzar a las gastronómicas y, por último, la planta habitacional", calcula Damaris Gutiérrez, subdirectora de operaciones de Islazul, el grupo encargado de administrar el hotel, sin reparar desde hace 20 años.

El reto mayor será arreglar las 124 habitaciones del Zaza, aunque ya Riverol advirtió que el Ministerio sólo dará dinero para reparar la mitad. Los 80 millones de presupuesto total tendrán que alcanzar también para reparar el lobby, el restaurante y algunas áreas exteriores, con ayuda de algunas mipymes de las cuales no reveló el nombre.

Pero "borrar tanto deterioro demanda no solo presupuestos millonarios, sino también cuantiosos recursos deficitarios en el país y mano de obra calificada", diagnostica el propio diario.

Roberto Vitlloch, el arquitecto que dirige la Oficina del Conservador de Sancti Spíritus, considera que resolver el problema del Zaza es rescatar "la arquitectura de la Revolución", a la cual atribuye ser "rápida, sostenible y eficiente". "Dicho sistema fue tan bueno que resultó una innovación para los problemas que tenía el país en aquel momento", teoriza Vitlloch.

Roberto Vitlloch, el arquitecto que dirige la Oficina del Conservador de Sancti Spíritus, considera que resolver el problema del Zaza es rescatar "la arquitectura de la Revolución"

El periódico Escambray agota todos los eufemismos para conmover a las autoridades. Alude a la "suerte de letargo" en el que se halla el inmueble, llama a su "reanimación progresiva" y pide cuentas a los dirigentes: "¿Estará el hotel Zaza, otra vez, en la mira del Ministerio del Turismo?", preguntan.

La respuesta, según las propias autoridades, es negativa. Sancti Spíritus no está viviendo su mejor momento en lo que a turismo se refiere. El ministerio planificó que al destino más importante de la provincia, Trinidad, llegarían este año 295.528 viajeros. Sin embargo, el ministro Juan Carlos García Granda fue tajante: "La ciudad no vende lo suficiente como destino turístico", dijo, y los visitantes se quedan apenas un promedio de 2,2 días en ella.

Tampoco parece ganar atractivo el complejo Topes de Collantes, en proceso de ser declarado Monumento Nacional. El Kurhotel Escambray no logra remontar en el número de clientes y presenta la zona como un escenario privilegiado para que los turistas comprendan "la historia de la lucha contra bandidos", en la década de los 60.

"Desgraciadamente, aunque lo intentemos, no podremos acabar un expediente tan complejo este 2023", zanjó Claudia Guzman, especialista de la Oficina del Conservador.

Sin embargo, ni las cifras poco prometedoras de visitantes ni los reclamos de los espirituanos serán un obstáculo para la inauguración, el próximo mes de octubre, del hotel Meliá Trinidad Península, un coloso de lujo con 401 habitaciones, siete bares y siete restaurantes. En contraste con el potente presupuesto –este sí, en euros– destinado a este inmueble, los 80 millones de pesos ofrecidos por el Ministerio de Turismo al Zaza suenan, más que a inversión, a limosna.

________________________

Colabora con nuestro trabajo:

El equipo de 14ymedio está comprometido con hacer un periodismo serio que refleje la realidad de la Cuba profunda. Gracias por acompañarnos en este largo camino. Te invitamos a que continúes apoyándonos, pero esta vez haciéndote miembro de nuestro diario. Juntos podemos seguir transformando el periodismo en Cuba.