El árbol talado retoña
Por alguna extraña asociación, típica de los pensamientos positivos que afloran en vísperas de un nuevo año, este reverdecer promueve la esperanza
La Habana/La furia arboricida taló sin compasión este viejo flamboyán habanero, tal vez con el pretexto de evitar choques con el tendido eléctrico, para proteger las aceras de sus vigorosas raíces o porque le quitaba el fresco del balcón a un caprichoso vecino poderoso. ¡Vaya usted a saber!.
Algo pasó para que se cumplieran los versos del poeta Miguel Hernández y allí está, con su emocionante y quebradiza ramita
Pero, como aún tenía la vida, algo pasó para que se cumplieran los versos del poeta Miguel Hernández -"soy como el árbol talado que retoña"- y allí está, con su emocionante y quebradiza ramita, desafiando a quienes lo pretendieron anular, a quienes lo humillaron convirtiéndolo en un depósito de basura.
Por alguna extraña asociación, típica de los pensamientos positivos que afloran en vísperas de un nuevo año, este reverdecer promueve la esperanza. Por mucho que se haya intentado cercenar la vocación de libertad de un pueblo, siempre queda en su sustancia original la capacidad de regenerarse.
La rama es frágil y hay que protegerla, de ellos y de nosotros.
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