Un ciudadano español, a punto de ser deportado de Cuba y perder su casa en La Habana

La Habana/Faltan menos de 24 horas para que se cumpla el plazo que las autoridades cubanas han dado a Armando Unsain, español de 42 años y residente en La Habana, firme partidario del régimen, para que abandone la Isla de forma voluntaria. En caso contrario será deportado y perderá la vivienda que compró en Cuba con los ahorros que le donaron sus padres.

A su juicio, se trata de una injusticia contra la que se declaró en huelga de hambre el lunes pero ha abandonado este miércoles porque, dice en una publicación en redes, no quiere ser vinculado "con elementos reaccionarios que han llevado a cabo el mismo tipo de protesta", en clara referencia al artista Luis Manuel Otero Alcántara, líder del Movimiento San Isidro, que se encuentra en su cuarto día de huelga de hambre y sed para que cese el hostigamiento al que le tiene sometido la Seguridad del Estado.

El de Unsain es un caso muy distinto, tras el cual se encuentra la influencia, asegura el Nuevo Herald, de una persona "muy poderosa del país".

El inmueble, conocido como La Colonial 1861, estaba decorado con fotografías de Fidel Castro y Ernesto Guevara y ofrecía alojamiento y desayuno

Armando Unsain se casó con la cubana Thaymara García Bueno y se fue a vivir a la Isla, donde obtuvo la residencia en 2008. Declarado marxista y fidelista, su sueño era tener una casa para rentar en La Habana, por lo que invirtió un dinero que le cedieron sus padres en vida en la compra de una vivienda en el Vedado en 2012.

El inmueble, conocido como La Colonial 1861, estaba decorado con fotografías de Fidel Castro y Ernesto Guevara y ofrecía alojamiento y desayuno. Además, incluía como paquetes opcionales traslados al aeropuerto y rutas guiadas por la capital.

En 2017, Unsain y García (de la que se divorció en 2014) se enfrentaron en los tribunales, por la reclamación de ella de la mitad de los bienes. La demanda se resolvió de forma favorable para Unsain en los tribunales municipal y provincial, pero en 2018 el Supremo le dio la razón a su exmujer y le otorgó la mitad de la vivienda.

Según su propio relato, Unsain quiso comprarle la mitad pagando 59.000 CUC, pero García consideraba que era muy poco y que la vivienda se iba a revalorizar en un eventual nuevo deshielo con EE UU a raíz de la victoria electoral de Biden. García estimaba que el precio actual podía alcanzar los 350.000 CUC.

Según el Nuevo Herald, el padre de Unsain fue a Cuba para reunirse con Roberto Mayor Gutiérrez, un abogado próximo al caso que le recomendó llegar a un acuerdo que rondase los 120.000 dólares porque García "mantiene una relación de pareja con una persona muy influyente y poderosa del país". El letrado, en conversación con el diario miamense, negó tener relación con el caso o haber representado a alguna de las partes, aunque sí dijo tener conocimiento del litigio.

García acusó a Unsain de "corrupción de menores, tráfico de drogas, alteración del orden público, violencia doméstica y conducta violenta hacia los vecinos", una denuncia que no ha llegado a los tribunales pero que sí ha tomado en consideración la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería

Su actual letrada, Inalvis Valdés Galano, así como las partes, Thaymara García y Armando Unsain rechazaron por distintos motivos dar su versión al Herald.

Posteriormente, García acusó a Unsain de "corrupción de menores, tráfico de drogas, alteración del orden público, violencia doméstica y conducta violenta hacia los vecinos", una denuncia que no ha llegado a los tribunales pero que sí ha tomado en consideración la Dirección de Identificación, Inmigración y Extranjería para determinar que su conducta "enfrenta las normas de convivencia social" y resolver la revocación de su residencia.

Además, en 2019, se le retiró el permiso de arrendamiento a extranjeros a instancias de su exmujer, como copropietaria de la vivienda. Según el Nuevo Herald, una vivienda de cinco cuartos como la de Unsain está valorada aproximadamente en 528.000 pesos cubanos, unos 22.000 dólares por lo que, si se vendiera con la marcha del propietario, García tendría que pagar apenas la mitad de esa suma a Unsain y 833 dólares de impuestos al Gobierno cubano.

El plazo de 30 días que se le dio a Unsain para salir de la Isla expira este jueves, pero el español no parece estar dispuesto a marcharse voluntariamente. Abandonó su huelga de hambre, pero ha escrito cartas, entre otras instancias, al Consejo de Estado, al mandatario Miguel Díaz-Canel y a la Contraloría General de la República. Insiste en que defenderá su inocencia ante un tribunal cubano si es necesario.

"Solo queda deciros que mi lucha se mantendrá, siempre de PATRIA O MUERTE", declara en su post de Facebook (las mayúsculas son suyas). "La lucha comienza ahora, en lo adelante batallas más importantes estarán por venir y como a ÉL a mi también me acabará ABSOLVIENDO la historia".

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