Artemisa y Pinar del Río siguen sin luz, La Habana con apenas el 15% mientras oriente va mejor

La Habana/Dos días después del impacto del huracán Rafael en el occidente cubano y del consecuente colapso total del sistema energético nacional (SEN), aún hay zonas pobladas de la Isla apagadas. Artemisa y Pinar del Río, las provincias más afectadas por el ciclón, ni siquiera han podido conectarse. En la mayoría de sus localidades apenas tienen internet o telefonía móvil.

“No han podido siquiera salir de su cuadra debido a la cantidad de ramas, tejas y otros objetos que hay tirados por todos lados”, cuenta un cubano natural de Alquízar hoy emigrado en Estados Unidos, y que ha sabido de sus familiares a través de un amigo que pudo moverse a un lugar donde captó un poco de señal. “Los vecinos están ocupándose de mover los destrozos, no tiene electricidad, ni suministro de agua y ningún organismo ni funcionario oficial ha pasado todavía por ahí a evaluar daños o distribuir comida”, aseveraba a primera hora de este viernes.

Alquízar, justamente, es uno de los lugares que más tarde visitó Miguel Díaz-Canel. Allí, declaró el mandatario, "el pueblo labora intensamente sin descuidar la recuperación de su comunidad".

El resto de las provincias, aseguró la mañana de este viernes el director de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas, Lázaro Guerra Hernández, “están interconectadas al SEN”, aunque ello no significa tampoco el restablecimiento del servicio eléctrico. En La Habana, proseguía el funcionario, “hay varios circuitos que están afectados por el paso del huracán y en el resto del país, las afectaciones son por el déficit de generación”.

Un total de 90 postes de electricidad se vinieron abajo en La Habana al paso del huracán, entre ellos, 30 en Cerro y Plaza de la Revolución

De acuerdo a la Empresa Eléctrica de La Habana, apenas se ha conseguido dar servicio a 50 circuitos de distribución primaria de los 337 existentes en la capital, así como a ocho circuitos de hospitales y dos de abasto de agua. “Estamos al 15,1% de recuperación”, reconocieron las autoridades.

Un total de 90 postes de electricidad se vinieron abajo en La Habana al paso del huracán, entre ellos, 30 en Cerro y Plaza de la Revolución. En este último municipio, donde se encuentra la Redacción de 14ymedio, los vecinos llevan sin luz desde el miércoles alrededor de las 8:30 am, es decir, más de 50 horas. Los más afortunados aprovechan el día este viernes para cargar sus plantas generadoras con carga solar.

En otras zonas, como Holguín, respiran aliviados porque “el apagón no duró como antes”, según cuenta un vecino refiriéndose a la anterior caída del sistema, el pasado 18 de octubre. Aunque aún hay municipios de esa provincia oriental sin corriente, en la ciudad devolvieron la luz este jueves por la tarde. “Lo que sí es delito es que estén aprovechando para revender carbón a 2.000 pesos”, lamenta la misma fuente. “Estamos al borde del colapso”.

Un comentario en las redes de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) abundaba en ello: “Hemos sufrido 10 días de infierno, sin ayuda de occidente, con 15 a 24 horas de apagones diarios, ojalá tengamos unos días de paz y energía eléctrica en el oriente cubano”.

Desde Sancti Spíritus, la colaboradora de este diario reporta que el servicio “está estabilizándose”: hay corriente dos horas, cada cuatro o cinco, pero “sin una planificación”.

Respecto a las centrales termoeléctricas (CTE), informó Guerra Hernández: “Guiteras [Matanzas] está en servicio, una unidad de la Felton [Holguín] en línea, dos unidades en Nuevitas [Camagüey], la unidad número tres de Santa Cruz del Norte [Mayabeque] y hoy debemos arrancar la unidad número 1 y la de Renté [Santiago de Cuba]. Los motores de Moa [Holguín] también están en servicio y se va a ir incrementando la capacidad de generación. Hay posibilidades de incrementar la generación en las centrales flotantes de La Habana”.

El mapa con el que la prensa oficial ilustra la “recuperación del SEN” corrobora que siguen sin funcionar las CTE Máximo Gómez en Mariel, la Carlos Manuel de Céspedes en Cienfuegos y la Renté. También están apagadas dos centrales flotantes, la de Mariel y la de Santiago de Cuba, que funcionan con combustible.

Así las cosas, la puesta en marcha de “microsistemas” o “islas energéticas” es vital. El primero que logró establecerse, este jueves, tras el paso del Rafael, fue el de Matanzas, gracias a Energás Varadero. Se trata de una planta eléctrica con una capacidad de generación de 173 megavatios (MW), una de las tres que opera en la Isla la compañía canadiense Sherritt International Corp. en asociación con la UNE.

Tal y como observa William Pitt, heredero de varias minas expropiadas por Fidel Castro en 1960 y analista de los negocios mineros del régimen, las de Sherritt “son probablemente las plantas eléctricas mejor mantenidas”, además de “sumamente importantes para Cuba”, pues suministran la electricidad para el polo turístico más importante del país, Varadero, y a varias partes de La Habana, así como el gas natural que se envía por tuberías a la capital.

Cuba le paga a Sherritt con cobaltopor el trabajo que esta realiza en Energás en Varadero y en las otras dos plantas eléctricas

“Esa planta de Varadero usa el petróleo y el gas producido por los pozos de petróleo que Sherritt construyó y opera al norte de Cárdenas y al suroeste de Varadero”, prosigue Pitt. “Cuba no tiene dinero para pagarle a Sherritt por esos servicios y es por eso que Cuba a cambio de un pago monetario le ha concedido a Sherritt el derecho de extraer y tomar posesión, sin tener que pagarle al Gobierno, de más mineral de níquel y cobalto de las minas que Sherritt opera en Moa (que incluyen las minas de mi familia)”, denuncia. 

Es decir, Cuba le paga a Sherritt con cobaltopor el trabajo que esta realiza en Energás en Varadero y en las otras dos plantas eléctricas que operan en Puerto Escondido, de 20 MW, y en Boca de Jaruco, de 313 MW.

Las circunstancias hacen más que nunca vitales las provisiones de combustible del exterior. El tanquero Ocean Mariner, proveniente del puerto mexicano de Tampico y cargado con crudo de ese país, logró atracar en Santiago de Cuba el martes, antes del impacto del huracán Rafael. Se espera también la carga del buque Alicia, que partió del puerto de José, en Venezuela, también el martes. Los petroleros, explicó a este diario el especialista de la Universidad de Texas Jorge Piñón, se pusieron a resguardo en previsión de Rafael, pero de nuevo están en marcha. El Vilma salió de Cienfuegos y está de nuevo en el puerto de Pajaritos-Coatzacoalcos, en México.

La UNE lleva dos días sin publicar su parte diario, pero casi no es necesario. Los cubanos asumen que al menos hasta el domingo no se volverá a la “normalidad” de los apagones programados.