Un municipio artemiseño registra hasta 30 ingresos al día por dengue

San Cristóbal (Artemisa)/Un brote de dengue mantiene en alerta a las autoridades de Salud Pública en San Cristóbal, en la provincia de Artemisa. Hasta el momento siete personas han sido confirmadas como portadoras del virus, pero más de veinte se encuentran ingresadas bajo sospecha, según confirma a 14ymedio un funcionario del Instituto de Higiene y Epidemiología en el municipio.

"Habilitamos una sala de ingresos en la escuela especial con capacidad para 40 personas, allí están creadas todas las condiciones para evitar que se propague la enfermedad, el número de ingresos con sospecha de dengue oscila entre los 18 y 23 personas diariamente, aunque en las últimas semanas hemos llegado a tener hasta 30", aseguró otro empleado del Instituto vía telefónica.

Los síntomas del virus del dengue incluyen sarpullido, dolor en los músculos y las articulaciones, cefalea y decaimiento. La enfermedad puede producir hemorragia y necesitar la hospitalización, especialmente si el paciente ha sufrido el mismo padecimiento con anterioridad.

El año pasado la prensa oficial informó sobre la presencia en el centro de la Isla de un "serotipo del dengue" del que no se reportaban brotes desde 1977 y que obligó a extremar las medidas epidemiológicas. En Cuba están presentes los cuatro serotipos transmitidos por el mosquito Aedes Aegypti..

San Cristóbal es actualmente el municipio de la provincia de Artemisa con mayor número de focos del mosquito transmisor de la enfermedad, con alrededor de 68 detectados en el mes de mayo y otros 49 en los primeros doce días del mes de junio, según informa una nota publicada en el periódico provincial El Artemiseño.

Las causas del aumento de focalidad se atribuyen a las lluvias de estos meses que generan un ambiente propicio para la proliferación del mosquito

Las causas del aumento de focalidad se atribuyen a las lluvias de estos meses que generan un ambiente propicio para la proliferación del mosquito, además de la falta de personal para realizar las campañas de saneamiento y de inspección en los hogares.

"Aunque estos focos están localizados, todavía no hemos podido exterminarlos, muchos han dejado este trabajo para montar sus propios negocios o trabajar con los particulares, aquí la cuenta no da, y ya se puede inventar muy poco", explica a 14ymedio Arsenio Rodríguez, uno de los fumigadores. "Para esta semana deben llegar algunos trabajadores de otros municipios cercanos para ayudar a controlar la situación".

Los repuntes en el número de infectados por el virus del dengue son frecuentes en los meses de verano, especialmente en los años con abundantes precipitaciones. Además del intenso calor, en esta etapa estival de 2019 se están reportando niveles de precipitaciones por encima de los promedios históricos, según datos ofrecidos por el Instituto de Meteorología.

Durante las últimas semanas los estudiantes de medicina han sido desplazados de las aulas para cubrir el déficit de trabajadores. Los jóvenes deben realizar las pesquisas por toda la comunidad, sobre todo en las zonas donde se han localizados los principales focos del vector.

"Nos dijeron que teníamos que ser muy minuciosos y también informar cualquier caso con fiebre o sintomatología que sugiera un contagio por dengue, además de colaborar con las labores de saneamiento", explica Susana Méndez estudiante de tercer año de la facultad de Medicina.

A pesar de los riesgos muchas personas prefieren pasar la enfermedad en sus casas y no acudir al médico para no correr el riesgo de ser ingresados. Aunque las instituciones aseguran estar en buenas condiciones, hay problemas de suministro de agua potable y de limpieza y las instalaciones están en un estado deplorable.

"Esto sigue siendo una vieja con colorete, como se dice, ahora es una escuela especial, pero pared con pared está también el hogar materno, una escuela primaria y el preuniversitario, antes todo era una sola cosa, imagínese usted tantas personas juntas en un mismo lugar”, uno de los ex pacientes de la sala.

"La verdad es que la situación con el agua es bastante compleja, nos llega el viernes en la tarde un rato y hasta el lunes no la vemos más", afirma María Eugenia, una de las enfermeras.

Los médicos no tienen constancia de la cantidad real de personas infectadas, "Todo es cuestión de estadísticas", asegura uno de los médicos a cargo de los ingresados que prefiere mantener el anonimato por temor a represalias.

"Los pacientes entran con criterio de ingreso por sospecha de dengue, se realizan los complementarios y luego enviamos muestras al Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí para que realicen los análisis que confirman el diagnóstico, pero los resultados nunca llegan a nuestras manos, se quedan, presumiblemente, en el Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y Microbiología", cuenta.

La mayoría de los pacientes se entera de esta confirmación semanas después de pasar la enfermedad o nunca llega a recibir la notificación oficial de que sufrió dengue.

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