Arturo González, un obispo al que Díaz-Canel "admira", es el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal
El prelado santaclareño, hábil diplomático, es un interlocutor habitual del papa Francisco y de altos cargos vaticanos
La Habana/La jerarquía católica cubana se reorganizó este jueves con la elección de un nuevo presidente para la Conferencia Episcopal. Se trata de Arturo González, obispo de Santa Clara, a quien acompañan el comité permanente –hasta 2027– Juan Gabriel Díaz, obispo de Matanzas, como vicepresidente, y el auxiliar habanero, Eloy Ricardo Domínguez. En una institución envejecida, son los tres prelados más jóvenes del país.
“Son los tres más jóvenes en edad, pero no en experiencia, pues monseñor Arturo tiene más de 25 años como obispo”, explica a 14ymedio un sacerdote de la Diócesis de Santa Clara. González, afirma, “tiene más años de experiencia que muchos de los que ya se consideran ‘viejos’ en la Conferencia. Además, tienen deseos de hacer y posibilidad física para el cargo”.
González, que encabezará a los obispos cubanos desde Santa Clara, también tendrá a su cargo la importante Comisión de Economía. Caracterizado por su habilidad diplomática y su prestigio ante los exiliados cubanos, tiene a su favor ser un viejo conocido de Miguel Díaz-Canel desde que presidía el Partido Comunista en Villa Clara.
“A Díaz-Canel le encantará la noticia”, ironiza el sacerdote entrevistado por este diario. “Él admira a monseñor Arturo. Lo dijo públicamente cuando era secretario del Partido y cuando se celebró la misa por el aniversario 330 de Santa Clara, Díaz-Canel fue a la bendición de la ciudad y acabó abrazando al obispo”.
Ante una figura que comprende bien el talante del mandatario, es de esperar una reanudación de las negociaciones a favor de los presos políticos
Ante una figura que comprende bien el talante del mandatario, es de esperar una reanudación de las negociaciones a favor de la liberación de los presos políticos, una labor que González ha desempeñado a nivel local, en su diócesis. En este sentido es de esperar el apoyo de Eloy Domínguez, quien también fue designado jefe de la Pastoral Penitenciaria.
El obispo santaclareño –hasta ahora vicepresidente de la Conferencia– también es un interlocutor habitual del papa Francisco y de altos cargos vaticanos, y estuvo presente en la última visita de los obispos cubanos a la Santa Sede.
La nueva estructura sustituye a la presidida desde 2017 por Emilio Aranguren, que se caracterizó por la no confrontación con el régimen y la cordialidad con la Oficina de Asuntos Religiosos del Partido Comunista. Aranguren y el cardenal Juan García, dos obispos veteranos, seguirán formando parte del comité permanente de la Conferencia.
Por su parte, Juan Gabriel Díaz, un hombre de sólida formación intelectual pero –como Domínguez y el propio González– visto como un moderado, tendrá a su cargo la Comisión Nacional para la Prevención de Abusos de Menores y Adultos Vulnerables. Ventilar el tema, que ha sido una prioridad durante el pontificado de Francisco, es prácticamente un tabú en Cuba y la Iglesia católica no ha dado a conocer ningún caso de abuso registrado en la Isla. La Comisión contará con un asesor jurídico, un psicólogo, un psiquiatra con experiencia forense y varios miembros.
Los obispos de las diócesis afectadas compartieron su preocupación por el “panorama desolador” que atraviesa el país
La Comisión lleva varios años trabajando, pero la nueva directiva operará según un manual de procedimientos recién aprobado, pues el Vaticano ha dado nuevas y más sólidas orientaciones sobre el tema.
La Conferencia Episcopal también informó que durante su reunión plenaria, celebrada del 4 al 7 de noviembre, se le dio la bienvenida al nuevo nuncio apostólico en Cuba, Antoine Camilleri. La reunión tuvo lugar “bajo el influjo” del huracán Oscar por Guantánamo y Rafael por el occidente cubano, según la nota. Los obispos de las diócesis afectadas compartieron su preocupación por el “panorama desolador” que atraviesa el país. “Mientras se iba desarrollando la Asamblea, nos llegaban noticias de los impactos, derrumbes y destrozos que el huracán Rafael ha ido dejando en las zonas por donde transitó”, acotaron.
Mandaron además sus mejores deseos a España tras el paso del temporal que afectó Valencia y comentaron el “deterioro social en el cercano pueblo haitiano”.
También se encontraron con una delegación de la Iglesia católica en Polonia, presidida por Jan Piotrowsk, obispo de Kielce. En un territorio como el cubano, con un clero nacional reducido, la presencia de misioneros de países europeos –y todavía más de naciones ex soviéticas– puede traducirse en ayuda económica y envío de misioneros, que Polonia lleva años suministrando a la Isla.