La austeridad se adueña del Día de las Madres
La Habana/“La madre es sagrada” repiten muchos cubanos durante todo el año, una idea que eclosiona el segundo domingo de mayo cuando todo el país se vuelca a celebrar el Día de las Madres. Las féminas viven entonces horas intensas de felicitaciones y regalos, pero este año la crisis económica las obliga a la austeridad y la mesura.
En las cercanías del paradero de ómnibus del municipio Playa, conductores de almendrones y bicitaxistas competían este viernes por conquistar a quienes iban hacia la Feria de artesanía Arte para Mamá en Pabexpo. El lugar es el epicentro de la más importante venta de regalos y artesanía que se hace en la Isla para celebrar la jornada de las madres.
Este año, sin embargo, ni las ofertas han sido tan amplias ni los compradores muestran mucho entusiasmo.
“Llevo unas flores plásticas y una sortija, pero nada más”, cuenta a 14ymedio Ana Laura una joven que fue buscando algunos presentes. “Tengo que regalarle a mi madre y a mi suegra, pero la economía no da para mucho”, se queja.
Cuba vive días de zozobra. Desde 2014 los envíos de crudo venezolano a la Isla -a precios subsidiados- han ido en picada hasta reducirse en más de un 40%. Los efectos no se han hecho esperar y al cierre del pasado año el país decreció un 0,9% en su Producto Interno Bruto.
La falta de liquidez se percibe en la disminución de los productos que se venden en la red de mercados minoristas controlados por el Estado. Los alimentos escasean y no es raro ver en las tiendas metros de estanterías vacíos o rellenados con un mismo producto. El Día de las Madres, una fecha con un fuerte componente comercial, se ve especialmente afectada.
Cuba vive días de zozobra. Desde 2014 los envíos de crudo venezolano a la Isla -a precios subsidiados- han ido en picada hasta reducirse en más de un 40%
En la mañana de este viernes, bajo un sol implacable, cientos de personas aguardaban por la apertura de las taquillas del recinto ferial Pabexpo. Al traspasar el umbral, los compradores se toparon con pocas opciones por debajo de los 25 CUC, el salario mensual de un profesional.
Una cartera, una pieza de vestir o unas sandalias cuestan hasta ocho semanas de trabajo. Muchos solo miran y se van, otros meten la mano en la cartera con dolor, pero “la madre es sagrada” y la gran mayoría siente el imperativo de comprar algún regalo.“Mi mamá quería una mesita para la sala pero la más modesta está en 150 CUC y eso no voy a pagarlo”, se queja Yurislan, un joven de 19 años que visitó por primera vez la Feria este viernes. “Creo que voy a tener que hacer lo mismo que la mayoría de mis amigos: regalar unas flores y una postal”.
Sin embargo, hasta comprar flores se vuelve un dolor de cabeza este día.
Pascual tiene 68 años y lleva una década en el negocio de los girasoles, las mariposas y los gladiolos, entre otras tantas variedades de flores. “La venta del domingo ya la tengo comprometida”, asegura a este diario. “Entre las familias que me han comprado una parte para el cementerio y las que van a hacer festejos especiales, vendí toda la mercancía que este año era poca”.
El emprendedor argumenta que “no hay transporte para sacar las flores a tiempo del campo y muchas se están echando a perder”. Considera que aunque “el negocio sigue dando sus ganancias, ya no es como antes porque es muy difícil mover la mercancía”. Entre las causas apunta “los inspectores que nos matan a multas y el traslado que cuesta ahora más”.
En Pabexpo hay flores plásticas para los que no alcancen naturales, pero una sola de ellas llega a valer el salario de una jornada.
En Pabexpo hay flores plásticas para los que no alcancen naturales, pero una sola de ellas llega a valer el salario de una jornada
Los estands de la Feria son gestionados en su mayoría por productores privados de la Asociación Cubana de Artesanos y Artistas (ACAA). Los locales llevan nombres de antiguos linajes como Del Valle, Monserrat o Zayas o más original, al estilo de Matacochinos, Alto Contraste o Ibeyes, mientras que el Estado prefiere designaciones más burocráticas, como Filial FBC Camagüey.
El recinto rezuma “el buen gusto de los nuevos ricos”, seguido del kitsch comercializable y en menor medida la audacia de los originales. Entre estos últimos se destacan los Chapuserios, un grupo de carpinteros de Pinar del Río que elaboran muebles donde combinan la rusticidad y los diseños atrevidos.Sin embargo, los clientes calculan los gastos de transportar un mueble en medio de los problemas que atraviesa el transporte, lastrado por la falta de combustible y los recortes en la entrega de hidrocarburos al sector estatal.
Cuba ha visto reducidos sus ingresos por la reventa del crudo venezolano en un 97% en tres años. De ganar 500 millones de dólares por ese concepto en 2013, el pasado año apenas recaudó 15,4 millones y esa pérdida se hace sentir en la subida de todos los precios dentro de la Isla.
“Si compro un par de sillones, llevarlos hasta la casa me sale casi en la cuarta parte de lo que vale cada sillón”, se queja un comprador. A las afueras del recinto ferial el conductor de una pequeña camioneta ofrece viajes para cargar las compras de mayor volumen hacia los municipios Plaza, Cerro y Centro Habana por 20 CUC. Otros puntos de la ciudad pueden costar más caros.
Aquellas madres que viven de una pensión o de un salario estatal tendrán que conformarse con pasar el día con mayor austeridad. El tradicional cake que años atrás se distribuía a precios subvencionados por el mercado racionado ahora se comercializa de forma liberada
Quienes tienen familia en el extranjero cuentan con otras opciones. A Migdalia de 67 años su hijo emigrado le compró una cena a domicilio en uno de los tantos sitios que venden productos a Cuba a través de páginas digitales. “Así se ahorra la cola y no tiene que cocinar hoy”, explica su hijo Enmanuel Travieso a 14ymedio a través del correo electrónico. “Además le agregué un ramo de rosas que le llevarán hasta la puerta de su casa”.
Pero muchas madres cubanas no tienen esa suerte. Aquellas que viven de una pensión o de un salario estatal tendrán que conformarse con pasar el día con mayor austeridad. El tradicional cake que años atrás se distribuía a precios subvencionados por el mercado racionado ahora se comercializa de forma liberada y la calidad ha caído por los suelos.
Aunque los restaurantes de gama media de la ciudad están prácticamente llenos, este año las ofertas de cenas especiales se han reducido y “la mayoría de los que vienen a festejar el Día de las Madres están buscando un menú barato, con pizza o comida criolla”, cuenta Ricardo, ayudante de cocina en el Barrio Chino.
Pero las paladares que ofrecen opciones italianas pasan por días difíciles con el déficit de queso en el mercado. Los productos lácteos escasean, una parte por problemas en la caldera del Combinado Lácteo de La Habana y otras por la falta de liquidez del país para comprar mercancías o materias primas en el extranjero.
“No es que la gente no quiera gastar, es que no puede gastar por qué no sabe lo que viene”, sentencia el empleado.