Las autoridades cubanas informan del suicidio de un hombre en Sancti Spíritus durante una operación policial

  • Se arrojó desde una azotea en el centro de la ciudad cuando lo iban a detener por una presunta agresión sexual
  • Cuatro personas se quitaron la vida cada día en Cuba en 2022

La tienda La Colonia, en el Boulevard de Sancti Spíritus, fue una antigua discoteca reconvertida en comercio. (14ymedio)
Los hechos ocurrieron en el Bulevar de Sancti Spíritus, la tarde del martes. / 14ymedio
14ymedio

25 de septiembre 2024 - 12:28

Madrid/Un espirituano –cuyas iniciales serían L.M., de acuerdo a los testimonios de sus conocidos en redes sociales– se arrojó este martes desde la azotea de un edificio ubicado en pleno centro de Sancti Spíritus cuando iba a ser detenido por una presunta agresión sexual. En un inusual gesto, la prensa oficial se hizo eco este martes del suicidio muy pocas horas después de que se produjera, previsiblemente más para explicar las circunstancias que el hecho. 

Según contó el teniente coronel Arnel Ulloa Valdés a  Radio Sancti Spíritus, una joven de 16 años interpuso el pasado domingo una denuncia contra el ahora fallecido por un delito de agresión sexual. Los hechos se produjeron cuando la policía se dirigía a detenerlo, tras saber que estaba en su vivienda.

“Recibimos la información de que se encontraba en su domicilio ocultándose y fuimos a proceder a la detención, cuando llegamos al último piso lo hallamos en la azotea. Desde el primer momento en que hicimos contacto con él, a una distancia de más de 10 metros, estaba en el borde de la azotea del edificio y después de varias acciones para tratar de que desistiera de su objetivo, saltó al vacío. Por las lesiones que recibió, perdió la vida”, expuso el oficial. 

"Desde el primer momento en que hicimos contacto con él, a una distancia de más de 10 metros, estaba en el borde de la azotea del edificio"

Ulloa Valdés agregó que la joven que había interpuesto la denuncia había sido amenazada telefónicamente por el hombre momentos antes de la operación. “Se trató de realizar la detención con el objetivo, fundamentalmente, de salvaguardar la vida de la menor y de la ciudadana que había realizado la denuncia por presunta agresión sexual”, añadió, haciendo referencia a una “hija”, presumiblemente de la denunciante.

La opacidad del Gobierno con los suicidios es una constante. Aunque en las estadísticas anuales de Salud se recogen las muertes por este motivo, bajo el epígrafe de “lesiones autoinfligidas". La última tasa recogida por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei) corresponde a 2022, y fue de 12,9 suicidios por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la media de las Américas (7,3 por 100.000). Aunque inferior a la de 2021 (16 por 100.000 habitantes), supone que casi 4 personas al día se quitaron la vida ese año en la Isla. 

En esta ocasión, bien por tratarse de un suicidio que se produjo como consecuencia de una detención policial posterior a un presunto delito grave, bien porque tuvo lugar en una zona muy céntrica de la ciudad, revolucionando a la población, la información ha sido rauda. 

En redes sociales las especulaciones habían comenzado desde primera hora de la tarde. “Yo vi cuando se tiró y casi le cae arriba a mi marido con mi niño. Varias señoras se desmayaron al ver lo ocurrido”, contaba una testigo de los hechos, que explicaba que “en el bulevar hoy se tiró un hombre de un 4º piso. No quería entregarse y eligió tirarse. Horrible fue eso”. 

La discusión fue activa en torno al presunto delito cometido por el hombre y sus consecuencias, por las que algunos decían comprender la decisión

La discusión fue activa en torno al presunto delito cometido por el hombre y sus consecuencias, por las que algunos decían comprender la decisión. “Tienes que ver el motivo por el cual se la quitó. Cuando uno es acusado por violación, la vida en la prisión es imposible y puede que te maten estando ahí dentro. Por eso tomó esa decisión, saca tus conclusiones”, admitía un usuario. 

“Ya no estamos en los 90. Ya la prisión no es lo que se cuenta en calle, pero qué mejor cárcel que su propia conciencia. Qué mejor desesperación la de no poder dormir o de tener una estabilidad por su falta de humanidad”, consideraba otro.

Hace apenas un mes trascendió el suicidio de un preso cubano, Yosandri Mulet Almarales, condenado por el 11J y que se arrojó al vacío en el Puente de Calabazar, en La Habana, durante un pase.  

Pocos días después, el el Centro de Documentación de Prisiones Cubanas en colaboración con Justicia 11J, hicieron público un informe sobre los riesgos de suicidio de los presos cubanos, registrando varios intentos y autoagresiones. Las malas condiciones en prisión no solo se dan para los presos políticos. También los comunes sufren malos tratos y violaciones de sus derechos, como denunciaron más de 70 prisioneros extranjeros de este tipo en la cárcel de Mayabeque durante una huelga de hambre este mayo.

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