Las autoridades cubanas investigan el origen de la sal de nitro que provocó la muerte de una madre y su hija

En un incidente anterior, las autoridades desmintieron el desvío de este producto para venderlo como sal común

Las fallecidas llegaron junto a otro familiar al Policlínico Andrés Ortiz, de Guanabacoa.
Las fallecidas llegaron junto a otro familiar al Policlínico Andrés Ortiz, de Guanabacoa. / Captura/Canal Caribe
14ymedio

16 de febrero 2025 - 13:22

La Habana/Una joven de 25 años, Doraima García Moroña, y su hija de 5, Nashlyn Salet Hernández García, murieron este sábado en Guanabacoa (La Habana), después de ingerir sal de nitro pensando que era sal común. Otros tres miembros de la misma familia, incluida una infante de un año, se encuentran hospitalizados por la misma causa.

A diferencia de otros sucesos, esta vez fueron las autoridades las que lo hicieron público de inmediato. En un comunicado emitido por la Dirección General de Salud de la capital, se informó que en horas de la tarde “llegaron al Policlínico Andrés Ortiz, del municipio de Guanabacoa, tres pacientes, miembros de una misma familia, con síntomas de intoxicación”.

Según detalló a Canal Caribe el propio director provincial de Salud de La Habana, Manuel Rivero Abello, sobre Doraima García y su hija, “no se pudo trabajar con ellas porque llegaron fallecidas”. El tercer familiar que llegó al cuerpo de guardia, un tío que vivía con ellas, fue el que contó que habían consumido “un tipo de sal” que las autoridades presumieron que era de nitro. “Las características del cuadro clínico”, explicó Rivero Abello, solamente se ve con un tipo de sal: “Ocurrió un vómito e inmediatamente ocurrió la muerte de la niña y su madre”.

"Se mantienen en observación por lo peligroso del cuadro del que ingiere este tipo de sal"

El funcionario también contó que hospitalizaron en el Pediátrico de Centro Habana una infante de un año “que estaba con lactancia materna”. Se encuentra, prosiguió, “en terapia intensiva, bajo vigilancia, pero fuera de peligro”. Otros dos familiares, la madre de Doraima García y su tío, fueron trasladados al hospital Miguel Enríquez, conocido como La Benéfica, y “se encuentran bien de salud”.

Sin embargo, “se mantienen en observación por lo peligroso del cuadro del que ingiere este tipo de sal”, advirtió Rivero Abello, quien aseguró que tienen activados “a todos los cuerpos de guardia” por si aparecen casos similares.

El tío de las fallecidas dijo que adquirió el producto en la calle Compostela, de La Habana Vieja, “en el entendido de que se trataba de sal común, lo cual se investiga”, indica el comunicado de las autoridades sanitarias. El sobre que llevó ese familiar al cuerpo de guardia se encuentra en manos de la Policía, refirió también el responsable de Salud de la capital.

Doraima García Moroña, una de las víctimas mortales de la intoxicación junto a su hija, Nashlyn Salet Hernández.
Doraima García Moroña, una de las víctimas mortales de la intoxicación junto a su hija, Nashlyn Salet Hernández. / Facebook

La sal de nitro –nitrato potásico o conservador E252– es un compuesto que se usa para prevenir las bacterias y microbios en los alimentos, sobre todo en los embutidos, pero que debe usarse en cantidades muy pequeñas para no ser dañino para la salud. Aunque su sabor es más acre que la sal común, su aspecto es prácticamente igual.

En 2021, las autoridades desmintieron el rumor de que se había “desviado” una carga de sal de nitro y estaba siendo vendida como sal común, lo que había supuestamente provocado la muerte a distintos pacientes en Matanzas, Artemisa y Mayabeque. El robo, según distintas publicaciones en redes sociales, había ocurrido en almacenes del Ministerio del Comercio Interior en Artemisa.

Frente a ello, una nota publicada en Cubadebate aseguraba: “El director provincial de Comercio en ese territorio, Alexis Hidalgo-Gato Jiménez, comentó a Granma que ‘en ningún almacén o entidad del sistema de comercio de nuestra provincia ha ocurrido la sustracción del producto’”.

Además, hacían hincapié en que las autoridades tomaban “todas las medidas de seguridad para evitar desvíos a partir del control a los inventarios internos”.

Lo que sí reconocían es que el 1 de noviembre de aquel año, y en Artemisa, se sustrajeron de la Empresa Pecuaria Genética Los Naranjos, perteneciente al Ministerio de la Agricultura, “cinco kilogramos de sal de cura, producto que contiene sal de nitro al 12%, que no es letal y solo si se consume en grandes cantidades ocasiona diarreas”.

La sal común, un producto altamente consumido en la Isla –el doble de lo que aconseja la Organización Mundial de la Salud–, es también uno de los que más escasean en la canasta básica racionada. De ahí que los ciudadanos recurran cada vez más al mercado negro para satisfacer esa necesidad.

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