Pastor recibe versiones contradictorias de las autoridades sobre la devolución de sus bienes
Las autoridades locales amenazan con acusarle por receptación mientras el primer secretario del PCC se compromete a la restitución
La Habana/El pastor evangélico Alain Toledano, quien sufriera a principios de este mes la demolición de su templo en Santiago de Cuba, se reunió el miércoles con el primer secretario del Partido Comunista en la provincia, Lázaro Expósito, para reclamar los bienes confiscados por la policía durante el allanamiento y el derribo del local de culto. El religioso, sin embargo, denuncia que hasta hoy no le han entregado nada de valor.
Toledano sostiene que no le entregaron ningún documento, aunque el martes le enseñaron una acusación al devolverle los discos y los mouses. Le dijeron que su caso "procedía para una multa", pero no le aclararon la cuantía de la sanción.
El pastor no cuenta con un abogado. "Todo es una trampa bien armada. Ellos dicen que solo puedes tener un abogado cuando hay una causa, pero en este caso, según me dijo el jefe de la policía, no va a tribunales porque es una multa lo que van a aplicar", explica.
Tampoco pedirá la ayuda del Consejo de Iglesias de Cuba. "Es un organismo armado por el Gobierno para dar una cara de libertad religiosa, pero ellos no representan a la Iglesia en la Isla", dice. "De momento, los que estamos en línea somos los Ministerios Apostólicos, estamos esperando a ver qué reacción tienen las autoridades y si devuelven todo o no". Toledano, sin embargo, quiere llevar el caso de la demolición de su templo ante entidades internacionales que protegen la libertad de culto.
"El Consejo de Iglesias de Cuba es un organismo armado por el Gobierno para dar una cara de libertad religiosa, pero ellos no representan a la Iglesia en la Isla", dice
El religioso asegura que presentará una reclamación este jueves. "Me están diciendo que van a devolver todo, pero no lo acaban de hacer. Me prometieron que antes del sábado tendría una respuesta, hoy es jueves y no la tengo", se queja.
La congregación ha retomado el culto en apartamentos. "Todo continúa, aquí nada se ha parado. Nos hemos divido en cuatro grupos y tenemos la colaboración de cuatro hermanos que han prestado sus viviendas, aunque estemos un poco apretados", explica.
"Los feligreses están muy indignados por todo lo que ha pasado, reclamando y pidiendo acción. Yo estoy tratando de contenerlos un poco para que no cometan ninguna locura y esperando. Si no hay una respuesta lógica o una evolución, entonces tomaremos acción. El movimiento sigue, no hemos tenido pérdida de ninguna clase en cuanto a los discípulos", añade.
En el encuentro de este miércoles, el funcionario transmitió a Toledano el compromiso de que le serían devueltos los objetos incautados, explica el pastor. En el caso del terreno del reparto Abel Santamaría que fue intervenido por las autoridades y la casa de la que fue desalojada la familia, Expósito aseguró que ese tema sería tratado por el presidente del Poder Popular en la provincia de Santiago de Cuba, Reinaldo García Zapata.
"Los feligreses están muy indignados por todo lo que ha pasado, reclamando y pidiendo acción", cuenta el pastor
El lunes Toledano tuvo una reunión en la sede del Gobierno local con García Zapata, la directora de Vivienda, el director de Planificación Física, el jefe de la policía y Robert Noa Frómeta, quien atiende los asuntos religiosos de la zona. Las autoridades locales insistieron en justificar que lo hecho "por la Revolución" estaba "bien".
En la cita se le informaron de que estaba analizando "la posibilidad" de negociar la entrega de "otro terreno". El pastor asegura que lo amenazaron con acusarlo por el delito de receptación.
El martes le fueron devueltos a Toledano "algunos discos y mouses" decomisados durante la demolición del templo, cuando él estaba de viaje en Estados Unidos.
El religioso denuncia que la policía no le ha regresado "las computadoras, los teléfonos y los documentos" también retenidos. En cambio, recibió una citación para justificar la procedencia de unas sillas y unos tubos que servían para sostener el techo del local.
"Se me acusó de receptación por tener en la iglesia algunas sillas de hierros con espaldares plásticos, más viejas que mis hijas menores, unos tubos en el techo, que me montaron para ponerme las tejas, y otras cosas, las cuales, la mayorías, las trajeron los mismos hermanos de la iglesia cuando nos dejaron sin nada en el 2007, en el primer desalojo y desmantelamiento del templo", comenta.
El reverendo Alain Toledano pertenece al Movimiento Apostólico, que no es reconocido por las autoridades cubanas ni por el Consejo de Iglesias de Cuba.