La batalla contra el ‘paquete’ se extiende a Pinar del Río
Pinar del Río/Las autoridades culturales parecen estar tomándose en serio su batalla contra el paquete. Hartos de ver cómo esta compilación independiente de audiovisuales gana protagonismo en el gusto de los cubanos, los ideólogos del entretenimiento han decidido ponerle freno. La tarde de este martes se presentó en Pinar del Río la respuesta oficial al también llamado combo. El Palacio de Computación de la ciudad más occidental de Cuba ha sido el escenario para lanzar la nueva edición de la Mochila, una selección de contenido autorizada por el Gobierno y que comprende desde documentales históricos hasta las reflexiones escritas por Fidel Castro en los últimos años.
La Mochila está diseñada y concebida para contrarrestar al Paquete, pero no acaba de cautivar a un público que se ha acostumbrado, poco a poco, a decidir por sí mismo qué ver en la pantalla chica. Aunque la capital cubana es el epicentro de ese trasiego ilegal de información, series televisivas, filmes y videojuegos, la práctica se ha vuelto común también en otras provincias. La brecha tecnológica no parece estar determinada por la ubicación geográfica, sino por la capacidad que tenga el soporte tecnológico con que se cuente para copiar el material.
Un habitante de Ceballos, en Ciego de Ávila, o un poblador de Palmarito del Cauto, en Santiago de Cuba, podrían llevarle ventaja a un habanero si contaran con unos gigabytes o terabytes más de almacenamiento. Aunque la mayor parte del material difundido viralmente va encaminado a divertir, entre col y col se disfruta de algunas lechugas. En las carpetas que incluyen todos los capítulos de una telenovela o los episodios de una serie criminalística, se cuelan documentales sobre la historia pasada y presente de Cuba, con una visión que no es precisamente la que privilegia la versión oficial.
Aunque la mayor parte de los difundido viralmente va encaminado a divertir, entre col y col se disfruta de algunas lechugas
Esta tarde, en Pinar del Río, los presentadores de la Mochila han hablado de sus cualidades estéticas y sus valores culturales ante un escaso público, tan incrédulo como poco motivado. Ni siquiera la oferta gratuita de esta compilación ha logrado atraer a unos pocos que al final del lanzamiento pidieron una copia de la filtrada selección. Quizás los archivos que algunos llevaron a casa esta tarde compartieron espacio dentro de su memoria USB con los contrincantes ficheros del Paquete. En un mismo artilugio tecnológico, convivieron así la cultura autorizada y la prohibida.