Desastre beisbolero en la pobre Liga Can-Am

La Habana/Los funcionarios del béisbol cubano creyeron que podrían, fácilmente, aprovechar la participación de una selección nacional en la Liga Independiente Aanadiense-Americana (Can-Am), para levantar la imagen internacional de la pelota nacional. Sin embargo no ha sido así, y después de la racha de derrotas poco importa que en la recta final los muchachos de Roger Machado hayan jugado un poco mejor.

La cita beisbolera cuenta con 19 partidos, del 9 de junio al 2 de julio -comenzando en Canadá y terminando en Estados Unidos-, contra 6 equipos de ambos países. Los caribeños estuvieron mal desde el principio, para sorpresa aún de la prensa local, que esperaba mayor nivel de los visitantes, pues la Liga Independiente Canadiense-Americana es reducto para peloteros de pobre calidad, descartados de las Ligas Menores o pasados fugazmente por las Mayores, sin posibilidad ya en ninguna liga extranjera respetable.

Las razones del descalabro son las misma de los últimos años. Las que afloran también en la Serie Nacional: el pitcheo decadente, al que se acostumbra aquí la ofensiva que, luego, fuera del país, se apoca ante una variedad de lanzamientos y un control superiores, aunque no sea un béisbol de mucho rango. Además del pobre bateo, esta vez ha sido notable la ausencia de jonrones y triples. La defensa y el corrido de las bases también han contribuido a los malos resultados.

Todavía quedan los topes con los Rockland Boulders y los New Jersey Jackals, que han tenido una actuación muy superior a la del equipo cubano, pero no hay que esperar al final para saber el veredicto: esta gira ha sido un fracaso y ha demostrado las debilidades esenciales del béisbol nacional, y sus insalvables males de fondo, precisamente ante rivales sin categoría y sin aspiraciones de alcanzarla.

Los peloteros cubanos tuvieron que firmar, antes de salir de Cuba, un documento que los amenaza con cinco años de penalización sin jugar en las Grandes Ligas si se dan a la fuga

Que los nuestros jugaran bajo presión ha ocurrido muchas veces y con mejores frutos. Pero parece cierto que ahora —según una fuente de El Nuevo Herald— los atletas “tienen un miedo que los paraliza. Están interesados en jugar en una pelota superior, pero el control es tremendo”.

De acuerdo con ese diario, los peloteros habrían tenido que firmar, antes de salir de Cuba, un documento que los amenaza con cinco años de penalización sin jugar en las Grandes Ligas si se dan a la fuga. "Muchos no quieren escapar, quieren seguir jugando para su país”, añade la fuente, “pero sienten como si les faltara un derecho y se les viera como niños a los que hay que controlar".

Aunque se supone que los responsables de la delegación dijeron a su equipo que el Comisionado de las Grandes Ligas estaría conforme con esa penalización”, un vocero de las Mayores ha negado que exista ese acuerdo con la liga Can-Am, que, aparte de su poca calidad, opera en ciudades donde no le hace competencia a conjuntos de aquella organización.

Ese clima de miedo no impidió que Lázaro Ramírez, excelente jardinero de reciente revelación, abandonara su delegación cuando comenzaron los juegos en New Jersey. Se ha anunciado que, gracias a sus 24 años de edad y su experiencia de cinco Series Nacionales, Ramírez será considerado agente libre sin restricciones. Seleccionado para el Todos Estrellas del último campeonato cubano por su average de .304, había bateado en la Liga Can-Am para .304, con 14 hits en 46 turnos.

Días atrás, Yulieski Gourriel se había convertido en agente libre y ya los Mets anunciaron que lo evaluarán en privado, pues, aunque tiene 32 años, se trata del pelotero más mediático y sobresaliente de los últimos diez años en nuestro país. Nadie había bateado antes para .500 en una Serie Nacional y Gourriel, en la pasada, dio 87 hits en 174 oportunidades, además de que tuvo 6 series con 80 remolcadas o más y 3 con 90 o más.

En medio de este panorama, se ha anunciado en La Habana que la 56 Serie Nacional comenzará el 7 de agosto —pese a las Olimpíadas de Río de Janeiro, para evitar paradas como las del campeonato anterior— y que no habrá cambios en la estructura, sino una modificación en el sistema de clasificación para la segunda fase.

Se retorna a los 90 juegos. La primera vuelta tendrá 16 equipos, con 45 partidos cada uno entre el 7 de agosto y el 6 de octubre. Del 7 al 14 se celebrarán los juegos pendientes. El 20 de octubre se hará una selección de cinco refuerzos para pasar a seis equipos. El Juego de las Estrellas será el 22 y 23 de octubre y la sede se anunciará con tiempo, pues no se premiarán resultados, sino que se potenciará el béisbol en determinado territorio.

La segunda fase será del 1º de noviembre al 20 de diciembre, con 45 juegos por equipo. Se saldarán los partidos pendientes entre el 21 y el 25 de diciembre y el 27 se hará la selección de tres refuerzos para los play off.

Se informó también que, excepto Alfredo Despaigne, los demás peloteros que juegan en ligas extranjeras se irán incorporando a la Serie según terminen sus compromisos.