¿Regresan las bicicletas con la crisis económica?
La Habana/Cuando se miran las fotos de los años más difíciles del Período Especial hay varios detalles que saltan a la vista: lo flacos que estaban los cubanos, el deterioro de sus ropas y la cantidad de bicicletas que llenaba las calles. Así como el teléfono de disco evoca la primera mitad del siglo veinte, estos vehículos de pedales y viela les recuerdan a muchos nacionales los momentos más críticos de su existencia.
A pesar de los beneficios para la salud y el medioambiente, la mayoría de los nacidos en el último medio siglo en esta Isla ven a las bicicletas como un medio de transporte para tiempos de crisis. No en balde la disminución de estos vehículos comenzó con la apertura al turismo iniciada en los años 90, y con la distribución de los permisos para la existencia de un sector privado.
Los miles de parqueos, poncheros y reparadores que se especializaban en ciclos vieron mermar paulatinamente su clientela hasta tener que cerrar. En La Habana quedan muy pocos de estos lugares que una vez salpicaron el paisaje de la urbe. Con la desaparición de todos ellos llegaron también a su fin las masivas importaciones de piezas desde China para ensamblar el producto en Cuba.
Sin embargo, con los aprietos económicos vividos en los últimos meses y la disminución de la llegada de combustible proveniente de Venezuela, algunos se apresuran a retomar la costumbre de pedalear. Las dificultades con el transporte público se unen a la implementación de precios topados en los taxis privados, lo que ha llevado un recrudecimiento de los problemas para trasladarse.
Con resignación, algunos desempolvan sus bicicletas y se lanzan a las calles.