La llegada de buques rusos a Cuba es una "respuesta directa" a las acciones de EE UU en el Báltico

La Habana/Con el disparo de salvas, la fragata Gorshkov entró a la bahía de La Habana a las 9:00 horas de este miércoles. El casco de la nave de guerra rusa se podía ver desde el Malecón a primera hora, junto al del submarino nuclear Kazan, que permaneció a la vista pero sin entrar al puerto hasta varias horas después. Tras un periplo de alta tensión junto a las costas de Florida, la flota –compuesta también por el petrolero Pashin y el remolcador Nikolai Chiker– apareció en el horizonte hacia las 8:30 de la mañana y bajo una persistente lluvia.  

Los habaneros, que ya habían comenzado su trasiego, pudieron ver los barcos en las aguas próximas a la bahía, a punto de hacer entrada en el puerto. Desde temprano, varias patrullas de la Policía circulaban por la Avenida del Malecón rumbo a la zona del desembarco.

Este diario comprobó que había grupos de personas esperando la llegada de las naves, incluyendo ciudadanos rusos, prensa oficial, diplomáticos, funcionarios con guayaberas y personal de la Marina cubana. 

También formaba parte de la comitiva el embajador ruso en La Habana, Víctor Koronelli, y miembros de las Fuerzas Armadas de la Isla. A las 8:50 horas, el submarino se sumergió, con la previsible intención de avanzar hacia el puerto habanero. La fragata Gorshkov, por su parte, puso proa rumbo a la boca de la bahía. Según Sputnik, el buque petrolero Pashin, ya había iniciado desde las 7:47 horas su entrada en la bahía, junto al remolcador y con apoyo técnico cubano. La prensa oficial captó la llegada de las naves con un dron.

Tras varios días insistiendo en que el destacamento naval ruso venía en son de paz, Sputnik entrevistó a un especialista que piensa lo contrario: "Creo que podemos ver esto [el envío de la flotilla a Cuba] como una respuesta rusa directa al anuncio de EE UU sobre el llamado ejercicio Freedom of navigation [Libertad de navegación]", aseguró a la agencia oficialista el experto en relaciones internacionales y seguridad Mark Sleboda, habitual defensor de la política de Putin. La llegada de buques rusos a Cuba es "un recordatorio a EE UU que ambos [países] pueden jugar a este juego", añadió.

En cambio, el Ministerio de Defensa ruso en su canal de Telegram usa un tono mucho más diplomático y se limita a decir que la entrada a La Habana de la fragata Gorshkov representa el final de un "ejercicio sobre misiles de alta precisión" ejecutado en el Atlántico. La visita a la Isla es "informal" y se enmarca en el Día de Rusia, que se celebra hoy, añadieron.

"En los próximos días las tripulaciones de los barcos y embarcaciones de apoyo participarán en varios eventos protocolarios, tendrán la oportunidad de relajarse y conocer las atracciones locales", aseguraron, junto a un video de la entrada de la nave al puerto cubano.