Calculadora en mano, los clientes comparan los precios entre tiendas estatales en dólares y pymes en pesos

Holguín/El Estado ha apostado por la dolarización, pero los precios de las tiendas en dólares que ha abierto por todo el país, especialmente en el caso de los alimentos, no pueden competir con la oferta más variada y barata de las mipymes privadas. Es el caso de dos comercios en divisa reabiertos recientemente en Holguín: El Encanto, perteneciente a la corporación militar Cimex, y Modas Praga, de las antiguas Tiendas Recaudadoras de Divisa, que cobraban en el ahora desaparecido peso convertible (CUC). 

Lo sabe bien Andrés, que cuando sale a comprar alimentos en los flamantes comercios se asegura de tener siempre a mano la tasa informal del dólar de ese día, los precios actualizados de las mipymes de su barrio y su celular. Esos datos y el dispositivo, asegura, pueden ahorrarle “cientos de pesos”.

La primera parada es Modas Praga, donde el hombre localiza de inmediato el refrigerador de los cárnicos y comienza a sacar cuentas. “La caja de 15 kilogramos de contramuslos de pollo sale en 32 dólares. El dólar está a 347 pesos en la calle. Eso serían –dice, sacando la calculadora del móvil– 11.104 pesos. En las mipymes está más barato”, advierte.

Andrés hace la misma cuenta con los paquetes de muslo de pollo, a 12,26 dólares. “Saldría a 4.254,22 pesos y con los particulares lo encuentras a 3.218. Salchicha de pollo y cerdo de tres kilos a 10,65, cuestan 3.000 pesos con los privados y 3.695,55 aquí”, valora. Todo depende, añade, de “a cuánto esté el dólar en la calle”, y la suerte suele favorecer a las mipymes.

Otras veces, “da más negocio comprar en las tiendas en dólares”, continúa, especialmente si se trata de productos de aseo, más baratos en los locales estatales y difíciles de encontrar en los privados. 

Andrés repasa de nuevo el frigorífico: picadillo mixto sazonado, 1,80; salchichón de cerdo al ajo, 8; chorizo, 6,85; butifarra, 1,90. Nada de lo que hay le interesa. “Los cárnicos, aparte del pollo, suelen ser comidas procesadas, poco saludables y menos sabrosas”, lamenta.

Luego sigue El Encanto, ubicada en pleno bulevar, pero que vende pocos alimentos y más artículos de higiene. No obstante, el holguinero a veces encuentra algunas legumbres que le sirven para hacer potajes, pero este jueves la oferta no era nada atractiva. Champú (625 mililitros) a 5 dólares, un kilo de detergente a 2, un kilo de lentejas a 3,50 y espaguetis por 1,20. Una vez más, Andrés tendrá que acudir a los negocios privados para dar con los garbanzos que busca.

Este cliente no es el único que ha notado que, pese a llevar apenas unas semanas abiertas, las tiendas en divisa están poco abastecidas –a diferencia de otras que han abierto en el último mes, sobre todo en la capital– y los dependientes repiten el viejo truco de llenar los anaqueles de los mismos productos para que, sin variedad, al menos luzcan repletos. 

Durante las primeras semanas desde su apertura en la ciudad oriental, a mediados de febrero e inicios de marzo, las nuevas tiendas en americanos acapararon la atención de los compradores. “A cada rato se hacían colas, porque sacaban algo llamativo o que la gente busca”, relata Florencia, una anciana jubilada que en los primeros días se acercaba a los comercios con curiosidad.

Ahora, compara, ya no se hacen colas y “el público ha mermado”. El jueves, según comprobó 14ymedio, el aforo total era de solo cinco clientes en El Encanto y unos 15 en Modas Praga. El desinterés, opina Florencia, viene dado por los altos precios de los productos.

Especialmente en la tienda de Cimex, cuyos productos estrella son champús de marcas como Sedal, detergentes y otros artículos de aseo, el público interesado es menor. “También venden algunos alimentos, pero no como en Modas Praga”, explica la mujer.

El vuelto, como ya es tradición en estas tiendas, se entrega en caramelos si son unos pocos centavos o en otros productos pequeños si alcanza los 0,30 o 0,40 dólares. La medida, adelantada por 14ymedio, fue confirmada el pasado enero en el programa Mesa Redonda por Mildrey Granadillo de la Torre, viceministra primera de Economía y Planificación. Entonces, la dirigente explicó que el país no cuenta con “moneda fraccionaria” –centavos– para devolver el cambio. 

A mediados de febrero, Holguín inauguró su primera tienda en divisa tras el anuncio del Gobierno de que todas las provincias de la Isla contarían con al menos uno de estos locales para recaudar moneda dura por un año. Entonces, los vecinos apenas notaron el cambio. Contrario al despliegue de lujo en el mercado de 3ra y 70 en La Habana, que también fue abierto con cierto secretismo, a la sucursal de Agua y Jabón le colgaban unos globos desinflados y no había señales de reforma en el local.

Los anaqueles también quedaron invariables, aunque mucho más llenos: por los mismos productos que antes se vendían en MLC, la tienda ahora pide dólares en Visa, MasterCard, Clásica, Tarjeta de Viajero o la AIS (American International Service) o en efectivo.