Morón es… ¿mío?
Ciego de Ávila/Una campaña impulsada desde el oficialismo, con el nombre de “Morón es mío”, ha pretendido cambiar este año el aspecto de una ciudad donde a los dirigentes parece que nunca les preocupan tanto las condiciones de vida de sus habitantes como la opinión superficial de turistas y viajeros ocasionales.
La población, insatisfecha, se queja que las inversiones públicas suelen planificarse para las principales arterias urbanas, por donde transitan quienes entran y salen de la ciudad, mientras en el resto de las calles no importa quienes... (sobre)viven. Fuera del estrecho centro urbano, en los barrios, se habita en calles sin asfalto y en medio de baches, charcos, aguas albañales, destrucción y ruina.
El histórico abandono que sufren calles, edificaciones y espacios públicos (...) quizás no sea el aspecto más recomendable que una sociedad "socialista" presente al turismo internacional
El histórico abandono que sufren calles, edificaciones y espacios públicos de esta ciudad, cercana a la zona hotelera de los cayos Coco y Guillermo, quizás no sea el aspecto más recomendable que una sociedad "socialista" presente al turismo internacional, que a veces decide apartarse de playas y lujosos hoteles y visitar tierra firme. Por esta razón, los recursos del Estado se concentran en cambiar sólo las apariencias.
Sin embargo, no solo esta campaña es contradictoria (los moronenses repiten su nombre poniéndolo entre signos de interrogación: “¿Morón es mío?”), sino que ni siquiera se concreta el presupuesto aprobado. Hasta la fecha, de los 175.000 pesos adjudicados este año para esas obras a la empresa provincial Pedraplén Sur, como parte del movimiento político por una mejor imagen urbana, casi no se ha invertido nada.
Se prevé o teme, como es lógico, que ocurra lo que ya es una costumbre en la política constructiva del Estado: cuando sobrevenga el fin del plazo previsto, una campaña chapucera en pocos días cumplirá con el trámite del gasto del presupuesto, causando otro despilfarro mayúsculo.
Inconclusas están las calles Salomé Machado y Máximo Gómez, apenas se ha comenzado con el rebacheo de Narcizo López, calle Patria, frente a la Terminal de Ferrocarriles, y en el que se conoce como El Camino del Barro. Mientras, siguen en situación crítica muchos otros viales, como Calle 8, para malestar de los alumnos de la escuela Alberto Delgado que allí se encuentra.
En la actual etapa de rendición de cuentas de los delegados de la Asamblea Municipal del Poder Popular a sus electores, llama la atención precisamente que la empresa provincial Pedraplén Sur es la que más planteamientos negativos ha recibido, pues no ha cumplido ni el cincuenta por ciento de las demandas de la población.