Cuba arremete contra EE UU por la absolución del cubano que atacó su embajada en Washington

Un juez estadounidense absolvió a Alexander Alazo Baró por "demencia"

Alexander Alazo Baró residen en Estados Unidos desde 2010
Alexander Alazo Baró residen en Estados Unidos desde 2010 / Diario Las Américas
14ymedio

10 de mayo 2024 - 23:06

La Habana/Un mes después de que un juez estadounidense absolviera por “demencia” a Alexander Alazo Baró de los cargos que se le atribuían tras disparar, en 2020, contra la Embajada cubana en Washington, la Cancillería de la Isla ha emitido una protesta formal. Según afirma en un comunicado publicado este jueves, EE UU “ha sido incapaz de calificar la acción por lo que es: un acto terrorista”, y alega que la decisión del tribunal “traslada un peligroso mensaje de impunidad para quienes se propongan tomar acciones violentas contra sedes diplomáticas”.

Alazo Baró, de origen cubano y residente en Estados Unidos desde 2010, disparó 32 proyectiles con un fusil AK-47 contra la sede diplomática, el 30 de abril de 2020

Desde entonces, el hombre ha enfrentado un proceso judicial que ha durado cuatro años y en el que se le imputaban cuatro cargos –disparo con armas de fuego en un acto violento, ataque con violencia a un funcionario con arma mortal, daños a propiedades de un Gobierno extranjero en EE UU y tenencia de armas–, pero este mayo fue absuelto por un juez de la Corte para el Distrito de Columbia. 

El hombre ha enfrentado un proceso judicial que ha durado cuatro años y en el que se le imputaban cuatro cargos

Para el Ministerio de Relaciones Exteriores, la respuesta de la Justicia estadounidense es inaceptable. “El propio Alazo confesó que iba con la intención de batir lo que hubiera delante, incluso seres humanos si hubieren estado en su línea de fuego. Se trató de un acto terrorista en la ciudad capital de los Estados Unidos contra una sede diplomática permanente”, alega el comunicado, que recuerda que este también “causó extensos daños materiales en el exterior e interior de la edificación y puso en peligro las vidas de varias personas que se encontraban dentro del edificio”.

“Al momento de su detención, era conocida la asociación regular de Alazo con el centro religioso Doral Jesus Worship Center, en Miami Dade, en el que se reúnen personas con reconocida conducta a favor de la agresión, la hostilidad, la violencia y el extremismo contra Cuba”, aduce.

La Cancillería asegura, además, que el proceso judicial contra Alazo Baró ha estado “cargado de opacidad”. “El juez acogió un informe conjunto de la Fiscalía y la defensa del terrorista Alexander Alazo Baró, que presenta al perpetrador como alguien que, al momento de ocurrir los hechos, no estaba en posesión de sus facultades mentales y, por consiguiente, lo declara inocente”, argumenta la nota oficial, que acusa a EE UU de “politizar” el ataque. “Así lo demuestra el dilatado proceso para analizar hechos probados”, argumenta.

Cuba alude en el documento a otro ataque –nunca se descartó que pudiera haber sido un auto atentado– a la sede diplomática el 24 de septiembre de 2023, cuando “un individuo” lanzó dos cocteles molotov sobre la cerca de la embajada y contra la fachada. “Es un hecho que ocurrió a tres años y cinco meses del ataque perpetrado por Alazo. Aún las autoridades de aplicación y cumplimiento de la ley de los Estados Unidos alegan desconocer el autor o tener detalles de lo ocurrido”, dice la nota, sugiriendo el desinterés de Washington, a quien acusa de tener una política hacia la Isla de “permanente instigación a la violencia”, que se suma al “odio de políticos estadounidenses y grupos extremistas anticubanos”.

Varios medios y personas cercanas al cubano declararon que tenía padecimientos psiquiátricos

Luego del ataque a la sede y la posterior detención de Alazo Baró, varios medios y personas cercanas al cubano declararon que tenía padecimientos psiquiátricos. En mayo de 2020, un pastor evangélico de Florida, cuyo nombre no se reveló pero quien decía mantener una relación cercana con el imputado, aseguró a Diario Las Américas que el hombre estaba diagnosticado con esquizofrenia y obsesionado con la idea de que lo perseguían.

El entrevistado descartó, además, cualquier motivo político en el ataque contra la Embajada de Cuba y agregó que, según su esposa, Alazo estaba bajo tratamiento pero los medicamentos ya no le producían efecto. 

Paralelamente, un documento de la Fiscalía sobre el caso incluía otras declaraciones de la esposa de Alazo, Marianys Alazo Delgado, que alegó que el detenido “creía que el Gobierno cubano contrataría a un equipo organizado de asesinos para matarlo. Sentía que estaba constantemente perseguido y temía que varios hombres negros, de gran estatura y con tatuajes, vinieran a matarlo delante de su familia”. 

Además, explicó que su esposo padecía paranoia, lo que lo había llevado a acudir a varias agencias gubernamentales para informar de la presunta intención del Gobierno cubano de asesinarlo; viajar a Alemania en 2018 para escapar de sus perseguidores y dormir en hoteles alejados de la ciudad con frecuencia.

Asimismo, dijo que en marzo de 2020, un mes antes del ataque, Alazo Baró había sido internado en un hospital psiquiátrico, diagnosticado con trastorno delirante y dado de alta seis días después tras serle recetados medicamentos.

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