Los expertos cubanos intentan despejar dudas sobre la vacunación con datos nuevos

Madrid/Los indicadores de covid-19 mejoran en La Habana a medida que se completa la inmunización. Así lo indican los datos ofrecidos este martes en televisión durante el programa Mesa Redonda en el que las autoridades se afanaron en dejar clara la efectividad de las vacunas en un contexto desolador de contagios y mortalidad generalizados por la Isla.

Pese a una presentación poco clara, los números acreditan que la pauta completa de vacunación con Abdala y Soberana 02 mejora muy lentamente el panorama.

En los cuatro municipios de la capital que comenzaron la inmunización en mayo, la tasa de contagios acumulados ha caído visiblemente con respecto a los 11 que la empezaron más tarde. Las autoridades han segmentado en tres grupos a los habaneros en función de la fecha de comienzo de la vacunación -12 de mayo, 29 de mayo y 22 de junio. Las tasas son similares en los tres grupos al inicio, pero las líneas comienzan a separarse a medida que se completa la pauta.

Las autoridades del Ministerio de Salud Pública y BioCubaFarma, presentes en el programa, recordaron que el proceso de inmunidad se completa, hasta la fecha, cuando han transcurrido 14 días desde la última dosis.

De acuerdo con estas cifras, también mejora el dato de letalidad, el más relevante para el suero, llamado a bajar el número de enfermos y fallecidos, y no tanto los contagios, que van al alza en todo el mundo a medida que la variante Delta se va extendiendo. Las tasas de mortalidad (fallecidos respecto a la población) y de letalidad (fallecidos respecto al porcentaje de positivos) disminuyen. La primera bajó de 0,90 a 0,41 de junio a julio y la mortalidad de 4,4 a 4,2.

"Todos estos datos son preliminares y hay que seguir trabajando en ellos, pero son alentadores, porque son consistentes", dijo Pedro Mas Bermejo, vicepresidente de la Sociedad Cubana de Higiene y Epidemiología, que insistió en que las vacunas funcionan.

El nivel de inmunización en La Habana es, actualmente, del 63,8%, frente al del resto de la Isla, con un 25,3%. Los expertos cubanos insistieron ayer en que los datos ofrecidos eran apenas una aproximación y se necesitan más detalles. Para ello se está elaborando, contaron, el programa Andariego-Higía, confeccionado por GeoCuba con la colaboración de otras instituciones y con la base de datos del Ministerio de Salud Pública, sobre los fallecidos, críticos y graves.

"Es un trabajo de equipo, que nos permite buscar en esa base de datos y saber si una persona está realmente vacunada, y con cuántas dosis, lo cual ofrece consistencia a estos resultados".

Los funcionarios acudieron a la televisión en medio de un panorama sombrío para la Isla y cuando la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha advertido de la preocupante situación. La intención era despejar las dudas que han surgido con la vacunación, que avanza sin que se perciban resultados a priori esperanzadores.

La pasada semana Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública, indicó que el 72% de los positivos en los últimos días han recibido las tres dosis de Abdala, y de ellos, el 42 % ya cumplieron el ciclo total de inmunización, "efectivo 15 días después de inyectarse la última dosis". Aunque la cifra es muy elevada, la información facilitada ayer indica que hay una mejora, pero falta por segregar los datos y ofrecerlos de manera completa a la población.

El programa se centró en comparar la situación cubana con la internacional donde la variante Delta también está comprometiendo el optimismo de los primeros meses de vacunación, así como la confianza de la población en los sueros.

Que el rebrote se está viviendo en todo el mundo es un hecho, con una cepa que se transmite 1.200 veces más rápido que las originales. La facilidad de propagación de Delta ha obligado a los países a recalcular la inmunidad de grupo, que se estimaba en un 70% y en los últimos días empezaba a situarse por encima del 90%.

Este miércoles, el padre de la vacuna de Oxford, Andrew Pollard ha asegurado que la variante Delta hace imposible trabajar con esa idea y pide que los programas de vacunación no se basen en alcanzar tal objetivo porque, una vez generalizada la cepa, "continuará infectando a las personas que se han vacunado".

La información disponible en la mayoría de países, que se ofrece de forma detallada, por grupos de edad, prevalencia de infección entre los vacunados y no, etcétera. está permitiendo comprobar que la transmisión es mucho más elevada en los grupos de edad no vacunados (muchos países han inmunizado por bloques de población de más a menos edad) y que los casos graves se dan fundamentalmente en estos. También se está teniendo constancia de que la mayoría de ingresados están entre quienes se niegan a vacunarse, algo a lo que muchos Gobiernos intentan poner coto mediante distintas técnicas que van desde la estimulación a la penalización, por el riesgo colectivo que conlleva.

De este nivel de detalle, poco se sabe en Cuba, a pesar de que el proceso sigue avanzando, y esa falta de transparencia impide localizar el problema y generar confianza en la población más recelosa. "Actualmente, el 29,4% de la población cubana ya tiene tres dosis administradas. Estas cifras van creciendo día a día en nuestro país, a un ritmo de vacunación casi el doble de la media mundial, pero aún queda mucho por hacer", reconocen.

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