1/12Según cálculos elaborados por ‘14ymedio’, en un hogar de cuatro personas se necesitarían como mínimo 500 pesos cubanos, cerca de 25 USD, el salario mensual de un profesional, para tener una modesta cena de fin de año. Con esa cantidad se adquieren 10 libras de carne de cerdo con hueso, dos de tomate, cuatro de yuca, una de frijoles negros, dos de arroz, una botella de ron o vino, un turrón de manufactura nacional y un pomo de refresco de cola. 2/12Entre los alimentos que más se han encarecido en los últimos meses se hallan las verduras y vegetales. Con la llegada al país de un número mayor de turistas y el aumento en la cantidad de restaurantes privados, también ha crecido notablemente la demanda de lechugas, acelgas y ajo porro, entre otros productos agrícolas. Para muchas familias cubanas acompañar cada comida con “algo verde” cosechado en los campos de la Isla resulta incosteable. 3/12La carne de cerdo es el componente más preciado en toda cena de fin de año. La parte más apetecida del animal son los perniles, pero también muchos buscan un buen pedazo de lomo, paleta o el llamado cogote. Este ingrediente puede significar hasta un 50% de todo lo que gasta una familia en la comida del 31 de diciembre. 4/12Desde mediados de este año el Gobierno impuso precios topados para la carne de cerdo, junto a otros productos agropecuarios, en los mercados de gestión estatal y cooperativas. Los llamados popularmente “agros de oferta y demanda” o “mercados de los ricos” muestran una variedad y calidad mayor en sus ofertas cárnicas. Una libra de bistec de cerdo puede costar en esos lugares el salario de dos días de un profesional. 5/12La yuca es muy apreciada en la mesa de los cubanos, pero en fin de año gana un protagonismo especial. La gente se pasa la voz de dónde ha sacado alguna “blandita como una seda” y también advierte a otros compradores cuando las de alguna tarima “salen duras como un palo”. Para los cocineros de estas jornadas festivas uno de los principales objetivos es que la yuca se vea suave y sin manchas sobre el plato. 6/12Nada sería la cena familiar para esperar el nuevo año sin el ajo que pelado y agregado a todos los platillos salados reina esa noche en la mesa junto a su colega la cebolla. Unos dientes gruesos y de sabor intenso mejoran la preparación y dan el toque distintivo al mojo cubano. Por estos días el ajo se encuentra entre los productos que más escasea. En algunos mercados con tarifas más altas, como el de la calle 19 y B en el Vedado habanero, los venden ya pelados y empaquetados. 7/12El ají cachucha es considerado por muchas amas de casa como el ingrediente mágico de los frijoles negros. Basta un par de ellos para darles ese sabor que rememora en la mayoría de los cubanos el caldo con granos y malanga que les servían de pequeño. Pero, cuidado, a la variedad más conocida por estos lares se le han mezclado de un tiempo a esta parte algunos especímenes picantes, por lo que hay que probarlos uno por uno antes de echarlos en la olla hirviente. 8/12La época del aguacate ha terminado, pero algunos se atreven a vender los últimos remanentes de un producto que se consume fundamentalmente en verano. Los frijoles colorados también son una alternativa si no se consiguen unos negros, que no sean “pellejudos” o insípidos. Los precios de ambos granos han oscilado en las últimas semanas entre los 10 y 18 pesos cubanos. 9/12Una comida de fin de año sin frijoles no se concibe en la mayoría de las casas cubanas. La carne puede escasear, ser poca o cambiarse el cerdo por pollo, pescado y hasta carnero… pero estas legumbres tienen que estar ya sea en caldo o mezcladas con arroz en las populares recetas de moros y cristianos o congrí. 10/12Las especias fueron durante décadas un ingrediente difícil de encontrar en los mercados cubanos, pero en los últimos años varios negocios privados se han especializado en sembrar, secar y empaquetar porciones de orégano, tomillo, hierbabuena o albahaca. La más demandada por estas fechas es el comino. 11/12Para los que quieren aligerar las tareas y tienen el bolsillo mejor abastecido, queda la opción de comprar algunos productos ya procesados, una alternativa que se ha ido extendiendo en los últimos años, pero a la que por el momento solo apelan los extranjeros residentes en la Isla, las familias con ingresos más altos y los cubanos emigrados que llegan por unos pocos días a visitar a sus parientes y quieren restarles trabajo en los días festivos. 12/12Sea como sea, más modesta o más opulenta, en la cena del 31 de diciembre todas las familias cubanas intentan tener la mejor comida del año. Después, cuando amanece el primer día de enero, tendrán que recuperarse económicamente de los gastos hechos, que este año parece que serán especialmente altos.
/ 14ymedio