La vida se hace cada día más difícil en la capital cubana
Las calles de Centro Habana registran la desolación que reina en muchos rincones de la Isla
La Habana/Las calles de Centro Habana, uno de los municipios de la capital cubana con más contagios de covid-19, registran la desolación que reina en muchos rincones de la Isla.
Prueba de esta desolación, esta imagen -tomada hoy por un fotógrafo de 14ymedio- de un jubilado hurgando en un contenedor de basura buscando quién sabe qué, como tantos otros. Los ancianos solían recoger botellas de cristal o latas de cervezas para venderlas a la Empresa de Recuperación de Materias Primas. Pero este negocio, que permitía mejorar un poco las pensiones miserables, se ha reducido sustancialmente con la escasez generalizada.
Desde que llegó la pandemia, según datos oficiales, el municipio acumula más de 2.300 casos positivos a la enfermedad. En sus barrios constantemente aparecen cintas amarillas que delimitan las zonas residenciales para indicar que se encuentran en cuarentena obligatoria y una de sus más importantes barriadas, Los Sitios, sigue parcialmente cerrada desde hace dos semanas.
Sin embargo, un recorrido de un equipo de este diario documentó este viernes que pese al alza de los contagios en Centro Habana, la vida no se detiene: se puede encontrar, como de costumbre, todo tipo de productos en el mercado negro y mucho movimiento de residentes tratando de conseguir algo para llevar a la mesa.
El último informe diario del el Ministerio de Salud Pública reporta 777 nuevos casos de covid-19 en el país para un acumulado de 54.085 desde que llegó la enfermedad, en marzo de 2020. Solo en La Habana se contaron 333 positivos, 26 de ellos de Centro Habana.
Pese al alza de los contagios en Centro Habana, la vida no se detiene: se puede encontrar, como de costumbre, todo tipo de productos en el mercado negro y mucho movimiento
La zona está entre las seleccionadas para distribuir el Nasalferón, un inmunoprotector derivado del interferón. Desde el amanecer de este jueves "se distribuyeron 22.000 frascos del inmunoprotector para los contactos en aislamiento domiciliario, a los que se añaden otros 1.500 para los centros de aislamiento", informó la prensa oficial.
Para evitar que el producto termine siendo revendido en el mercado negro, las autoridades han establecido el requisito de que los contactos de casos positivos que reciban el medicamento "estarán obligados a devolver el frasco vacío como constancia de que no hubo desvíos", una medida que complica aún más el trabajo de las brigadas que patrullan los barrios en cuarentena.
En la Plaza de Carlos III, que recientemente estuvo cerrada por un brote de covid-19, la cola no disminuye. Este viernes, en la tienda en divisas ubicada en el interior del centro comercial surtieron televisores pantalla plana, lavadoras y juegos de muebles sanitarios, lo que provocó una larga fila desde las primeras horas de la mañana.
Al mercado agrícola más popular del municipio, ubicado en la céntrica calle San Rafael, ahora solo se puede acceder por un estrecho corredor cercado por cintas de cuarentena, debido a un brote de covid-19 en sus alrededores. La pésima noticia es que justo las cercanías de este comercio de vendedores privados es una de las zonas con más dinamismo del mercado informal de Centro Habana.
"Aquí había de todo, lo que ya no se encuentra en ninguna parte: leche en polvo, huevos, galletas dulces y saladas y hasta champú, pero ahora solo hay policías y gente vigilando", advierte un residente de la zona a este diario. "Esto está muerto porque el mercado de viandas era lo de menos, aquí lo más importante pasaba fuera".
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