China establece una nueva base en Cuba, dice el 'Wall Street Journal'
El vice ministro de Exteriores Fernández de Cossío niega la presencia de las instalaciones militares chinas en su territorio
Madrid/China está aumentando la capacidad de sus estaciones de escucha electrónica en Cuba, según una información exclusiva publicada este martes por el diario The Wall Street Journal, que cita como fuente unas imágenes captadas desde el espacio por el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS). En las fotografías se ve, aparentemente, la nueva base, que estaría a unos 128 kilómetros de la Bahía de Guantánamo y corresponden a una ubicación no hallada en el anterior informe.
En junio de 2023, The Wall Street Journal informó de las presuntas negociaciones entre China y Cuba para construir una base de espionaje y una instalación de entrenamiento militar conjunto en la Isla.
Los autores del informe del CSIS las ubicaron en cuatro sitios a lo largo de los últimos años, en Bejucal, Calabazar, Wajay y El Salao. Las dos primeras, cerca de La Habana, tienen grandes antenas parabólicas diseñadas para monitorear y comunicarse con satélites. El nuevo sería el que está en El Salao (Santiago de Cuba) hasta ahora desconocido públicamente y que se encuentra en obras. Según el documento, la construcción comenzó en 2021 y parece destinada a albergar un grupo de antenas colocadas en círculo, que pueden servir para interceptar y localizar señales electrónicas.
Las instalaciones "podrían reforzar el uso de redes de telecomunicaciones por parte de China para espiar a ciudadanos estadounidenses"
Las instalaciones “podrían reforzar el uso de redes de telecomunicaciones por parte de China para espiar a ciudadanos estadounidenses”, dijo al WSJ Leland Lazarus, experto en relaciones entre China y América Latina en la Universidad Internacional de Florida.
Los analistas han advertido de que todos estos movimientos suponen situar a solo 100 millas de EE UU tanto tropas como antenas con capacidad para interceptar comunicaciones de bases militares, de instalaciones de lanzamiento espacial y envíos militares y comerciales estadounidenses.
La preocupación en Washington, ya expresada el año pasado, estriba en la expansión de lo que denominan Proyecto 141, un plan del Ejército chino para ampliar su presencia militar en el mundo y una red de apoyo logístico, según contaron entonces al Wall Street Journal dos funcionarios.
Hasta donde se sabe, el Proyecto 141 incluye un acuerdo para una base en Camboya y una instalación militar de objetivo desconocido en un puerto de Emiratos Árabes Unidos. También hay puestos de recopilación de inteligencia en distintos sitios, entre ellos en Djibouti, la única fuera del Pacífico. Hasta ese momento, ninguna de las infraestructuras se ubicaba en un país de occidente.
Esta expansión militar de China pretende hacer frente a la que EE UU mantiene en la región asiática, especialmente en Taiwán, decían los analistas al medio estadounidense. El WSJ afirmaba el año pasado que hay docenas de bases estadounidenses en el Pacífico con más de 350.000 soldados y, concretamente, 100 marines en Taiwán entrenando al ejército local. La distancia entre la isla china y el continente es aproximadamente la misma que entre Cuba y Florida, como han advertido los funcionarios chinos al rechazar la presencia de EE UU en el Pacífico.
Según recoge el WSJ, la Casa Blanca y la Oficina del Director de Inteligencia Nacional rechazaron hacer comentarios.
El Gobierno de Cuba, en tanto, respondió a la publicación a través del vice ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, quien, en X, acusó: “Persiste The Wall Street Journal en lanzar una campaña de intimidación relacionada con Cuba. Sin citar una fuente verificable ni mostrar evidencias, busca asustar al público con leyendas sobre bases militares chinas que no existen y que nadie ha visto, incluida la Embajada de Estados Unidos en Cuba”.
En junio de 2023, el propio Fernández de Cossío calificó de “información totalmente mendaz e infundada” la publicación en el mismo medio sobre un supuesto acuerdo entre Cuba y China, en materia militar, por la instalación de una base de espionaje.