Los chinos Xiaomi y Huawei copan el mercado de los móviles en Cuba
Tecnología
Señaladas y, en algunos casos, prohibidas en EE UU por motivos de seguridad nacional, esas marcas son más baratas que sus competidores
La Habana/El taller de móviles aún no ha abierto las puertas pero ya hay tres personas esperando fuera. Refugiados en la sombra de un portal de la calle Galiano, los clientes aguardan para reparar unos dispositivos a los que en Cuba se les trata de alargar la vida útil todo lo que se pueda. Cambiar una pantalla, sustituir la batería y añadir aplicaciones son el día a día en este negocio privado donde la mayoría de los celulares que reparan son de las marcas chinas Xiaomi y Huawei.
"Trabajamos todo tipo de móviles, lo mismo reparamos un iPhone que un Motorola, pero lo cierto es que lo que más llegan a nuestras manos son los chinos", explica a 14ymedio Daryen, un ingeniero informático de 32 años que hace un lustro dejó su trabajo en una empresa estatal y se unió al sector privado. "Los dispositivos de Huawei y Xiaomi son más baratos y tienen buenas prestaciones, así que se está extendiendo mucho su uso en Cuba".
Tabla de contenido
- Por qué Xiaomi y Huawei triunfan en Cuba
- Los precios de estos dispositivos explican su éxito
- Los accesorios Huawei y Xiaomi dominan el mercado cubano
- Huawei en Cuba, un romance oficial con Etecsa
- Los cubanos no priorizan la seguridad y la privacidad en los móviles
- OPPO, el móvil barato que le pisa los talones a Huawei y Xiaomi en Cuba
- Conclusión
El taller donde trabaja Daryen también vende terminales. El catálogo de modelos que ofrecen impresiona por su variedad y actualización, nada desdeñable en un país donde el mercado oficial de celulares siempre se ha movido con bastante retraso en relación con el resto del mundo. Si en 1993 comenzaron a comercializarse las primeras líneas telefónicas móviles, solo en 2008 se autorizó a los cubanos a acceder a los contratos de ese servicio y a comprar legalmente un celular en los puntos de venta del monopolio estatal de telecomunicaciones Etecsa.
Si de ir "a paso de tortuga" se trata, apenas en 2014 se permitió importar a la Isla hasta dos teléfonos de cualquier gama, sin carácter comercial, y para diciembre de 2018 fue que aterrizó, finalmente, el acceso a internet en los móviles. Pero los cubanos están decididos a recuperar el tiempo perdido y según Daryen "la gente sabe lo que está saliendo al mercado, sobre todo los jóvenes están muy pendientes de esos lanzamientos y llegan a nuestro taller preguntando directamente por un modelo que a lo mejor salió hace solo unos días".
"Es que el cubano quiere sentirse que está alante que no se ha quedado atrás", remacha. "Si tú sales a la calle y le preguntas a los adolescentes, todos quieren tener un celular moderno de una marca conocida, nada de copias malas, y presionan bastante a la familia para que se lo compren. En nuestro taller han venido padres con sus hijas que prefieren que por los 15 años mejor les regalen un buen Huawei a que se gasten el dinero en foto, cake y fiesta".
Por qué Xiaomi y Huawei triunfan en Cuba
Daryen detalla entre las características que hacen a los cubanos decantarse por los celulares de estas marcas su amplia variedad de dispositivos de gama baja y media. "Hay para muchos gustos y bolsillos, algo que no ocurre con compañías como Apple que tiene terminales caros y terminales caros", sentencia el informático. Pero también es una cuestión de "mercado al que se tiene acceso", explica. Las mulas cubanas tiene en el foco de su intereses países de la región donde la expansión de Huawei y Xiaomi es significativa.
"Ambas compañías tienen mucha presencia en Panamá y en México, también hay gente que trae este tipo de celulares desde República Dominicana, y muchas de las agencias como Cuballama y Cubamax que venden estos dispositivos para comprar desde Estados Unidos y entregar en Cuba fuera lo que ofrecen son justamente estas marcas", comenta. "Se crea así un ciclo virtuoso para estos terminales: mientras más llegan a Cuba más conocimientos tienen los técnicos para repararlos y más piezas de repuesto".
En el caso de Xiaomi los sistemas operativos MIUI y HyperOS con los que cuentan sus terminales parece un punto más a su favor que en contra. "Se trata de una versión personalizada de Android desarrollada por Xiaomi que resulta muy atractiva para el usuario", detalla Karel Ruiz, un joven desarrollador de aplicaciones que recién salió de la Isla rumbo a Arabia Saudita. Desde Riad mantiene el vínculo con una amplia comunidad de programadores en La Habana.
"El HarmonyOS que usa Huawei también corre muy bien y encaja en los intereses de los usuarios cubanos porque es muy fácil conectarse con otros dispositivos cercanos, especialmente si son de la misma marca. Eso entre los adolescentes es una ventaja brutal porque quieren estarse mandando contenido todo el tiempo, por lo que cuando en un aula de preuniversitario hay tres o cuatro móviles de este tipo, es muy probable que terminen convirtiéndose en diez o doce".
Los precios de estos dispositivos explican su éxito
A pesar de los bajos salarios que caracterizan al mercado laboral de la Isla, donde un sueldo promedio de un trabajador estatal apenas supera los 4.648 pesos, unos 12 dólares al cambio actual, las remesas y las ganancias informales apuntalan la compra de móviles en la mayoría de las casas cubanas. La familia emigrada es la fuente, en buena parte de los casos, del monto para sufragar un celular. "Ahora mismo en nuestra tienda te puedes comprar lo mismo un Huawei Nova 12 en unos 800 dólares que un Huawei Honor de uso en 150", explica a este diario Daryen.
Los precios se expresan en dólares mayoritariamente pero el negocio de este técnico también ofrece la posibilidad de comprarlos en pesos cubanos a la tasa de cambio informal entre la moneda nacional y el fula. La cifra resultante, en el caso de los terminales más caros, puede impresionar a cualquiera. Un dispositivo Huawei Honor Magic V2 cuesta la friolera de 235.300 pesos cubanos, unos 650 dólares según los datos del mercado de divisas que muestra en su página webEl Toque.
Xiaomi, por su parte, merece un capítulo aparte. Para Deyanira, una habanera de 34 años que importa dispositivos electrónicos desde Panamá, se trata de una marca que "va ganando terreno en Cuba". Entre su vasta clientela, hay gente que lo mismo le encarga un robot aspiradora para el hogar que un reloj deportivo que le permita medir los pasos. "Aquí gustan mucho los Xiaomi porque son relativamente baratos en comparación con otros móviles, estéticamente son bonitos y en general resultan bastante duraderos en comparación con otros celulares que empiezan a perder capacidad de la batería rápidamente".
Las líneas Redmi y Poco de Xiaomi son altamente demandadas. "Hay modelos muy dignos que se venden incluso por debajo de los 90 dólares, eso es algo que atrae a mucha gente", apunta la comerciante informal. "Tienen pantallas bastante vistosas y aunque sus componentes quizás no son tan costosos como otros dispositivos de Xiaomi, pero sirven lo mismo para navegar en internet que para ver videos con buena calidad, tienen buena capacidad de almacenamiento y una batería envidiable". Un requerimiento cada vez más frecuente y que los Redmi cumplen es que "sirvan para los videojuegos", agrega.
"Cada vez que traigo Redmi y Poco son los primeros que se me agotan y además me dan buenas ganancias porque los consigo a muy buen precio en Panamá donde los productos chinos están a la patada". Deyanira cree que Xiaomi es una marca "hecha para países como Cuba, con gente que quiere estar conectada todo el tiempo pero tampoco quiere dejar de comer para comprarse un móvil".
Los accesorios Huawei y Xiaomi dominan el mercado cubano
Sin embargo, es el mercado de accesorios de las marcas Huawei y Xiaomi el que parece estar creciendo más rápido en la Isla. Tanto Deyanira como Daryen coinciden en que entre los cubanos parece haberse desatado una fiebre de los llamados wearables, dispositivos electrónicos que están diseñados para llevarse puestos en el cuerpo o incorporarse a la ropa. Estos aparatos son capaces de recopilar y procesar datos sobre la salud, la actividad física, el entorno y otros aspectos. "Son los que más me encarga ahora mismo mi clientela", sentencia la mula.
Los dispositivos portables de Xiaomi, por ejemplo, incluyen desde teléfonos inteligentes, pasando por la línea de bandas para colocar en la muñeca y que se utilizan para medir el rendimiento deportivo hasta una gran variedad de audífonos inalámbricos. "El que tiene un móvil Xiaomi prefiere completar con los accesorios de esa misma marca", detalla la comerciante. "Ahora mismo la lista de pedidos que tengo de relojes y bandas es larga y también me piden mucho los TV Stick para disfrutar de Netflix y YouTube en el televisor".
Deyanira ha tenido compradores que le han pedido hasta aspiradoras, robots de cocina, cepillos de diente eléctricos, máquinas de masaje, rasuradoras, tabletas, cámaras inteligentes, timbres para puertas, mini ventiladores recargables, televisores, sensores de temperatura, luces led, mouses inalámbricos y un largo etcétera. "Por regla general, después de la compra de un móvil Xiaomi, el cliente quiere añadir algún dispositivo más y yo estoy aquí para complacerlo".
Para Daryen algo similar ocurre con Huawei. "Aquí son muy populares los routers y los módems de esa marca pero también han entrado con fuerza los relojes, que hay mucha variedad con diferentes prestaciones, las bandas deportivas y las laptops". En su opinión, "a pesar de todas las controversias que ha tenido Huawei en Europa y en Estados Unidos, aquí tiene una imagen bastante positiva entre los usuarios y la gente sabe que si se le rompe un equipo de esa marca es más probable que pueda arreglarlo porque hay gente que sabe y hay piezas, eso en Cuba es un punto a favor".
Huawei en Cuba, un romance oficial con Etecsa
Huawei Technologies Co. Ltd. y la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) tienen un largo historial de alianzas y acuerdos. El monopolio estatal ha optado por el gigante chino para la construcción de redes de fibra óptica y la instalación de puntos de wifi. Con la llegada a la Isla del cable Alba-1, que entró oficialmente en operaciones en 2013, la firma asiática lideró la infraestructura de la red nacional de fibra óptica.
Huawei y Etecsa también han firmado acuerdos comerciales para la capacitación técnica de los empleados cubanos, la compra de partes, piezas y el suministro de una amplia variedad de dispositivos. La mayoría de los routers y módems que usa y comercializa la compañía cubana provienen de la firma china pero las ofertas de teléfonos móviles en las tiendas oficiales nunca ha logrado competir con la diversidad y actualización del mercado informal.
"Viene poca gente a comprar móviles aquí porque saben que en la calle se los cuentran a mejor precio y pueden elegir de un surtido más variado", reconoce una empleada de Etecsa de una de las sucursales más céntricas que tiene la empresa en La Habana, ubicada en la calle Obispo. "Los propios vendedores se ponen afuera y le ofrecen los celulares a la gente que está en la cola para entrar, no hay manera de competir con eso porque ellos tiene lo último y el suministro nuestro está un poco desfasado".
Su presencia en Cuba contrasta con el veto impuesto por motivos de seguridad nacional por Estados Unidos a la comercialización de sus productos en su territorio y las presiones ejercidas para impedirlo también en varios países de América Latina y en Europa.
El año pasado se supo que la Isla debe a Huawei y Yutong, "cientos de millones de dólares a cada una", según afirmó un empresario extranjero al prestigioso diario económico británicoFinancial Times. El artículo resultó demoledor sobre las relaciones económicas entre Pekín y La Habana al dejar claro que, más allá de la retórica, el país asiático no está dispuesto a jugarse dinero con un socio tan poco productivo.
Los cubanos no priorizan la seguridad y la privacidad en los móviles
A pesar de la tirantez financiera en la relación, la cercanía entre Huawei y Etecsa es vista con suspicacia por quienes alertan del carácter policial de los regímenes cubano y chino. Un posible intercambio de información personal, tomada de los dispositivos de los usuarios, hace que muchos conocedores de las vísceras de la tecnología móvil opten por no usar este tipo de dispositivos. "Los vendo pero no los utilizo", resume en una breve frase Daryen. "Tengo un iPhone que es más impenetrable para la Seguridad del Estado y no es que yo tenga algo que esconder, pero no quiero que si un día me arrestan porque me lleve una luz roja, la Policía este gaveteando mi teléfono".
Las denuncias y cuestionamientos tanto a Huawei como a Xiaomi sobre el uso de los datos que recopilan de los clientes han ensombrecido su reputación a nivel internacional. La política de privacidad de ambas empresas no es del todo transparente. Huawei ha recibido acusaciones de espionaje y robo de información y de tener vínculos estrechos con el Partido Comunista de China, fiel aliado de La Habana. Por su parte, Xiaomi ha sido señalada de guardar detalles sobre las actividades de sus usuarios como las páginas que han visitado en sus navegadores y las consultas hechas en los motores de búsqueda.
Sin embargo, el peligro del Gran Hermano acechando los datos personales no parece disuadir a muchos cubanos de evitar ambas marcas chinas. "La gente lo que quiere es un móvil barato, bonito y funcional, pero las exigencias de privacidad todavía no han llegado con fuerza a Cuba", advierte Daryen. Los cubanos han vivido tantos años con el ojo de los Comités de Defensa de la Revolución encima, la sospecha de que la policía política tiene micrófonos en sus casas y la convicción de que Etecsa escucha sus conversaciones telefónicas que muchos han desarrollado "una especie de inmunidad, una actitud de que total, qué importa una vigilancia más", opina el informático.
Pero su recomendación es categórica: "si usted tiene algo que no quiera que papá Estado se entere, entonces mejor que no use esas marcas chinas". El uso de información tomada de los dispositivos móviles para preparar causas contra activistas y periodistas independientes ha sido una constante en los últimos años en Cuba. Así ha sido con el reportero Yadiel Hernández Hernández, alias Kakashi, detenido desde el 24 de enero pasado cuando investigaba el tráfico de drogas en una escuela en Matanzas.
"La policía tiene su móvil, parece que con el celular de Kakashi entraron a su cuenta de Facebook y borraron el contenido de su perfil", explicó un amigo a 14ymedio. "El temor que tiene la familia es que usen algún intercambio de mensajes que él tuviera guardado en su celular para inculparlo y que lo condenen a unos cuantos años en prisión" por el delito de propaganda contra el régimen constitucional del que está actualmente acusado y por el que espera juicio en la prisión Combinado del Sur.
OPPO, el móvil barato que le pisa los talones a Huawei y Xiaomi en Cuba
Pero no hay reino sin batalla ni corona sin riesgo. La supremacía de Xiaomi y Huawei en Cuba no está garantizada a perpetuidad y los competidores con terminales más baratos y con amplias prestaciones amenazan su reinado y le pisan los talones. Es el caso de la marca china OPPO, fundada en 2004 y que ha sabido aprovechar muy bien la demanda de dispositivos de gama baja que mezclan calidad e innovación.
Los teléfonos inteligentes de OPPO destacan por un diseño elegante, rendimiento estable y una calidad más que aceptable en su cámara fotográfica. Para una comunidad de escasos recursos pero cada vez más volcada en las redes sociales, los dispositivos de esta compañía son una opción que crece. Con una batería de considerable duración, un formato ultradelgado y un lector de huellas digitales, entre otras prestaciones, un modelo como el OPPO A57 se puede conseguir por un precio de alrededor de 100 dólares en el mercado informal. "Nada mal para un teléfono bastante presentable, que no te va a dejar botado por falta de energía y que saca unas fotos que están bien para subir a Instagram y unos videos muy dignos para Tik Tok", advierte Luis Mario, un comerciante de 22 años que ofrece una amplia gama de estos móviles.
"Los traigo fundamentalmente de México y Panamá, son de primera mano, a estrenar por el cliente", promociona con orgullo su mercancía. La compañía OPPO lleva años extendiendo su presencia en América Latina y se ha ganado una amplia clientela por la relación calidad-precio de sus terminales. "Es una opción económica ante otras marcas tradicionales y más conocidas, pero no sacrificas muchas utilidades, además que no es un móvil tan ostentoso, algo importante en estos tiempos que vivimos en Cuba".
Luis Mario alude a la inseguridad que se ha expandido por las calles cubanas y que tiene en el robo de móviles una de sus expresiones más comunes. "Aunque de noche nadie sabe qué teléfono llevas en el bolsillo y te asaltan lo mismo si llevas el último iPhone que un viejo Nokia de esos que nada má sirven para llamar, en otras situaciones donde el delincuente puede ver qué tipo de dispositivos llevas encima, es muy probable que opten por asaltar al que lleva el Samsung antes de el que tiene un OPPO".
Conclusión
Aunque la lista de contrincantes es larga: Motorola, Infinix, Tecno Park, Tecno Pop, Itel, Alcatel, Huawei y Xiaomi tienen bastante ventaja todavía. "No somos un mercado especialmente atractivo porque ahora mismo en el país hay menos de nueve millones de habitantes y hay muchas personas mayores que ni siquiera quieren tener un móvil", apunta Luis Mario. "A ninguna de esas compañías les quita el sueño si los cubanos compran una marca o compran otra pero lo cierto es que el que logre ofrecer dispositivos estéticamente atractivos, funcionalmente estables y económicamente baratos se lleva el gato al agua". Por el momento "eso es lo que ofrecen Huawei y Xiaomi, sacarlos de ese pedestal va a llevar tiempo".