Cierran el puente de Canímar, inaugurado en 1931, por riesgo de colapso inminente

La Habana/La Comisión Provincial de Seguridad Vial de Matanzas confirmó el cierre del puente de Canímar, indispensable para el corredor turístico Habana-Varadero, ante el riesgo de colapso inminente. Ubicado en el kilómetro 119 de la Carretera Central, varios estudios realizados en los últimos dos años advertían sobre el deterioro de la estructura.

"14 montantes mantienen un estado crítico, seis de ellos con fallo estructural, y han ocurrido varios desplazamientos", notificó un informe conjunto de la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas y la Dirección Provincial de Vialidad. El puente, inaugurado en 1931, presentaba "deformaciones por torsión en las barandas adosadas".

La inspección detectó "una corrosión avanzada" en los aparatos de apoyo. "De un total de 12, dos de estos están desplazados 15 milímetros, lo que provoca una falta de estabilidad en el conjunto estructural", informó el periódico provincial Girón, a lo cual añadió que "seis vigas secundarias presentan un fallo total y los arriostres superiores de las armaduras principales se encuentran en estado crítico".

Para la reparación de esta vía se emplearán 45 toneladas de perfiles metálicos recuperados de la desactivación del hotel Corona de La Habana. Los elementos metálicos esenciales para la reparación del puente están disponibles desde mayo del 2022, pero para su transportación es necesario que la Organización Superior de Construcción y Montaje pavimente el tramo de carretera Caoba-Ibarra.

"14 montantes mantienen un estado crítico, seis de ellos con fallo estructural, y han ocurrido varios desplazamientos", notificó un informe conjunto de la Empresa Nacional de Investigaciones Aplicadas y la Dirección Provincial de Vialidad

Las fallas estructurales eran evidentes desde hace años, según lo habían constatado dos estudios previos. Aún así, el director de la Comisión Provincial de Seguridad Vial de Matanzas, Reynaldo Hernández Rodríguez, aseguró el pasado 23 de septiembre que el puente de Canímar se encontraba en buen estado estructural y era "objeto de una campaña difamatoria por los enemigos de la revolución cubana".

Jorge Luis Hernández, director general en la Empresa de Proyectos de Arquitectura e Ingeniería de Matanzas, expuso que el "puente está en perfecto estado técnico" y es "una joya de la ingeniería cubana".

Los diagnósticos negativos sobre Canímar se remontan a marzo del 2021, cuando una inspección recomendó "intervenir" lo antes posible, pues las piezas faltantes en la estructura podrían provocar "el fallo de algunas secciones y comprometer la seguridad".

La medida paliativa de las autoridades en ese momento fue limitar la circulación a todos los vehículos cuyo peso superara las 3,5 toneladas; además de utilizar como vía alternativa el desvío de 13 kilómetros que conecta las localidades de Ibarra y Caoba, con paso por Triunvirato, opción que representa una hora de retraso con respecto a la ruta habitual. Se trata, además, de una carretera "bastante accidentada", según admite el periódico Girón.

El cierre del puente de Canímar es una decisión que debió tomarse hace años. En agosto de 2020, las mismas organizaciones que decretaron su clausura detectaron los mismos fallos constructivos sin que se tomara ninguna medida drástica.

"El peligro está en alargar los mantenimientos de los puentes y en el mal trabajo de los dirigentes; el puente de circunvalación [en Matanzas] también está cerrado por falta de presupuesto", comentó el lector Jhony Diaz en el artículo Girón. "No seamos ciegos y abran bien las entendederas, el peaje de Varadero lo que recauda alcanza para cubrir los gastos de la reparación de los puentes y carreteras de Matanzas pero ese dinero va para el bolsillo de los jefes".

Luciano, otro usuario, también alegó que "la realidad es muy clara: todo el país está lleno de situaciones como esta del puente de hierro sobre el río Canímar, en la Carretera Central. No me quiero imaginar cómo podría estar el puente de Bacunayagua, en la Carretera Monumental, al que le pasa por debajo el propio río Canimar. ¿Y el puente sobre el río Almendares en el Vedado?".

La estructura metálica del puente de Canímar fue defectuosa, por lo que se ordenó "limitar lo antes posible la velocidad de circulación de los vehículos", con lo que se pretendía disminuir el efecto de vibraciones excesivas que pudieran traer "deformaciones o desplazamientos".

Las acciones periódicas de conservación, desde que lo inauguraron en 1931, han sido insuficientes.

En julio de este año colapsó el puente Felipe Pazos, una de las vías de comunicación entre Sagua la Grande y el poblado de Sitiecito, en Villa Clara. Declarada inestable desde la década de los 70, la armazón presentaba la misma falta de mantenimiento de Canímar y otros puentes cubanos, que acaban por ser abandonados ante la incapacidad del Gobierno para repararlos adecuadamente.

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