Clausuran el "Costco chino" un día después de un reportaje en '14ymedio' sobre sus precios
"Estamos cerrados hasta nuevo aviso esperando orientaciones", responde una voz asiática en el número de teléfono de información puesto a disposición de los clientes
La Habana/En contra de lo que parecía un futuro prometedor, la tienda China Import, objeto de un reportaje en 14ymedio ayer e inaugurada hace poco más de un mes en La Habana, amaneció clausurada este viernes. “Está cerrado hasta nuevo aviso”, advertía la vigilante a todo aquel que se acercara al lugar, en Manglar y Oquendo, muy cerca del mercado Cuatro Caminos. La mujer sostenía un papel con un número de teléfono para llamar y resolver las dudas. Debajo del número, estaba tachada la palabra “chino” y, más abajo, decía “Melissa”.
Este diario llamó al contacto y un acento asiático respondió que no tienen fecha de reapertura. “Estamos cerrados hasta nuevo aviso esperando orientaciones”, dijo, en un aceptable español.
Del frente de la gigantesca nave, hasta hace pocos años parte de la vieja fábrica de jabones Sabatés, habían quitado el cartel con el nombre del comercio, dejando al aire las letras despintadas de “Suchel Debon”, la estatal a cuyas manos pasó tras la Revolución.
Numerosos clientes que se habían acercado esta mañana comentaban, molestos, la situación. “Eso se murió ya”, decía un anciano, que vive cerca pero que se acababa de enterar de que existía la tienda. “¿Qué había? ¿A buen precio?”, preguntaba a otros con experiencia, con el anhelo frustrado en los ojos. “De todo, a precios buenísimos”, le respondía otro.
"Qué pasa, que ahora le dijeron al chino: no puedes vender a este precio, tienes que vender al que nosotros te digamos"
Este aventuraba que el cierre pudo tener que ver precisamente con los precios: “Qué pasa, que ahora le dijeron al chino: no puedes vender a este precio, tienes que vender al que nosotros te digamos”. En cualquier caso, la clausura ha sucedido sin previo aviso. “Yo creo que ellos no se esperaban nada, porque ayer vinimos y nos dijeron vuelvan mañana y había el cartel y todo, y hoy lo tumbaron”, contaba una joven en el grupo que se aglomeró a primera hora.
China Import, que se ofrecía como una tienda para mayoristas, albergaba filas interminables de estanterías con todo tipo de mercancías –ropa, calzado, artículos electrónicos y de menaje del hogar, perfumes– a precios entre tres y cinco veces más bajos que en el mercado informal. Tal y como explicó una empleada a este diario el miércoles, aceptaba moneda nacional, “al cambio del día” –como decían– los carteles bajo los productos, refiriéndose a la tasa informal, actualmente en unos 320 pesos por dólar, tanto en efectivo como en transferencia, pero de ninguna manera en billetes de menos de 200 pesos.
La condición para adquirir la mercancía, eso sí, no era fácil para cualquiera: gastar más de 50 dólares –equivalentes a 16.000 pesos según el cambio actual– y llevar los artículos en paquetes de demasiadas unidades.
Aunque usuarios en redes sociales habían aludido a la aparición del negocio, a mediados de julio, ningún medio oficial se había hecho eco de la inauguración del comercio, ni hay detalles sobre sus dueños. Ya se habían implantado en la Isla negocios mayoristas chinos pero solo online, como Nihao53 o la papelería Dofimall. El primero opera, bajo el amparo del conglomerado Leke Holding Group, desde 2022, si bien un laberinto de trabas y cierta escasez de productos dificultaban la compra en su web.
El “Costco chino”, como lo llamó con sorna un cliente esta semana, ha corrido la misma suerte que el llamado “Costco cubano”, Diplomarket. Este supermercado, de venta en divisas, cerró a finales de junio pasado y su dueño, el cubanoamericano Frank Cuspinera Medina, fue detenido junto a su esposa, sin que hasta la fecha se sepa su paradero.