Las compras de alimentos de Cuba a EE UU caen al nivel del año 2002

La Habana/Las importaciones de alimentos y medicinas de Estados Unidos se redujeron el año pasado un 36,6% en Cuba respecto a 2019. Las compras de alimentos por parte de la Isla a empresas estadounidenses, publica el Consejo Económico y Comercial EE UU-Cuba este febrero, indican que sumaron poco más de 163 millones de dólares durante 2020, cuando el año anterior fueron de casi 258 millones de dólares. Esto supone el menor intercambio comercial entre los dos países desde 2002.

Este descenso en las importaciones se refleja en un mayor desabastecimiento en los mercados cubanos. EE UU es el mayor proveedor de pollo a la Isla, dato que nunca publica el Gobierno cubano, que suele esgrimir el "bloqueo" para justificar la crisis económica y el desabastecimiento en el país.

De hecho, de todos los alimentos que el país del norte exporta a Cuba, que incluyen soja, maíz, fosfato de calcio y maíz, el pollo congelado supone un 87%.

Dado que las transacciones con Estados Unidos deben abonarse en efectivo y por adelantado, algo fijado en la Ley de Reforma a las Sanciones Comerciales y Fortalecimiento de las Exportaciones del año 2000, la explicación más plausible ante esta reducción de importaciones es la falta de liquidez en divisas de la contraparte cubana.

Este descenso en las importaciones se refleja en un mayor desabastecimiento en los mercados cubanos

La importación de medicamentos desde EE UU fue de 936.000 dólares y las donaciones humanitarias, de algo más de cuatro millones y medio de dólares. En los últimos 18 años, desde diciembre de 2001, registra el Consejo, las exportaciones de productos agrícolas y alimentos de EE UU a Cuba ascienden a más de 6.000 millones de dólares.

El economista Pedro Monreal destaca que, según las estadísticas, "2019 fue el año récord". A pesar de la crisis de 2020, puntualiza, "las exportaciones de toneladas de pollo de EE UU en 2020 ocupan el cuarto lugar en todo el período 2001-2020".

Además, asegura que entre enero y diciembre de 2020 las exportaciones de pollo de EE UU a Cuba "han oscilado, pero se estabilizaron desde el mes de julio".

Se trata de un producto que, ante la escasez de otras fuentes de proteínas como el cerdo, los huevos o la carne de res, se ha vuelto indispensable para los cubanos, que hacen largas colas para conseguirlo.

Otro país proveedor de la carne blanca es Brasil, que entre marzo y mayo de 2020 creció sus ventas a Cuba un 87%, según datos oficiales brasileños publicados el pasado junio.

Monreal explicaba entonces que desde febrero de 2020 la compra del producto en el mercado internacional había aumentado, pero que se mantenía "a niveles inferiores a los de mediados de 2019, lo que explica la escasez actual".

Fue un duro golpe para el sector privado que tuvo que reducir su oferta de platos a falta de un suministro de pechuga o pollos enteros

La menor disponibilidad de pollo congelado obligó a las autoridades a racionar la cantidad del producto que puede comprar cada cliente en la red de tiendas estatales del mercado liberado. También fue un duro golpe para el sector privado que tuvo que reducir su oferta de platos a falta de un suministro de pechuga o pollos enteros, debido a que la mayor parte de la venta estatal fue de muslos y cuartos traseros.

A mediados de 2016 las autoridades decretaron una ligera rebaja en los precios de varios alimentos. Entre los productos que se beneficiaron entonces estaban las piezas de pollo congelado que se comercializan en cajas de entre 10 y 23 kilogramos, una medida que incentivó la compra, especialmente entre los pequeños negocios privados que ofrecen pollo en su menú.

Sin embargo, actualmente ya no es posible comprar las cajas completas del producto que solo se comercializan en ese formato en las tiendas en moneda libremente convertible. La reventa de la mercancía en el mercado informal puede alcanzar hasta el doble del precio. Esta semana una caja de pechuga de pollo de 7,5 kilogramos costaba en las redes clandestinas unos 3.000 pesos, unos 125 dólares.

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