Sin dinero para terminar la construcción de las casas de los directivos de Mariel
Tras meses de retrasos en la entrega de los sueldos, la brigada que había comenzado las obras se retiró del lugar
La Habana/Hace meses el lugar era puro ajetreo pero ahora ya no se ven albañiles ni ingenieros, y tampoco se escucha el ruido de las herramientas de trabajo. La construcción de nueve casas destinadas a directivos de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM), ubicadas en el municipio de Plaza de la Revolución, ha quedado paralizada por impagos a los trabajadores.
Las viviendas, que se erigen en la calle Almendares entre Bruzón y Lugareño, frente al Parque de La Pera, destacan en el entorno por una disposición cómoda de sus espacios, por sus cuatro grandes cisternas y una zona de garaje destinada a varios vehículos.
"Mientras estuvieron pagando elevados salarios a los constructores, aquí todo fluía a las mil maravillas", reconoce a 14ymedio un custodio del lugar. Pero, tras meses de retrasos en la entrega de los sueldos, la brigada que había comenzado las obras se retiró. "Como todo aquí: empieza muy bien y termina mal".
Atrás han quedado los tiempos en que la anterior brigada levantó –a un ritmo inusual para las construcciones en Cuba– las paredes y fundieron los techos de hormigón reforzado, además de colocar parte de las marqueterías. Ahora, el complejo de biplantas está en un impasse del que nadie puede asegurar cuándo saldrá.
"Los trabajadores venían y se pasaban el día revisando el lugar en busca de qué vender, para después irse a los bancos del parque a beber ron"
Al no poder seguir pagando altos salarios, la Empresa de Servicios Especializados y Dirección Integrada de Proyectos Mariel (Esedip), que gestiona la obra, contrató una brigada más barata que resultó en fiasco. "Los trabajadores venían y se pasaban el día revisando el lugar en busca de qué vender, para después irse a los bancos del parque a beber ron", dice el custodio.
Los impagos a empleados estatales han sido frecuentes en los últimos meses, desde que se inició en enero la Tarea Ordenamiento que puso fin a la dualidad monetaria e intenta sanear las finanzas internas de las empresas. A lo largo de este tiempo, empleados de varios sectores han denunciado pérdidas de ingresos y demoras para cobrar su salario.
"La pandemia está siendo un duro golpe para los ingresos que teníamos previstos para el año pasado y el actual", comenta a 14ymedio un trabajador de contabilidad de la Esedip que prefirió el anonimato. "Estamos tratando de ajustar los números para reiniciar algunos proyectos que ahora están parados, pero todavía no sabemos cuándo lo vamos a lograr".
La ZDEM no ha dado los resultados económicos esperados y su actividad comercial se redujo un 7,9% en 2019 con respecto a 2018, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). La caída debe de haberse profundizado con la crisis del covid-19, aunque todavía no hay datos actualizados al respecto.
Entre enero de 2014 y octubre de 2020, la terminal portuaria solo movió dos millones de TEU (la unidad de medida en transporte marítimo equivalente a un contenedor de 20 pies o 6,1 metros). Aunque sus directivos lo catalogaron como "un nuevo hito", el logro se desdibuja cuando se compara, por ejemplo, con República Dominicana y Costa Rica, que procesan esa misma cantidad en apenas dos años en lugar de siete.
Entre los proyectos que han quedado varados por la crisis están justamente las nueve viviendas que iban a servir de domicilio a altos directivos de la ZEDM, un destino que pocos entienden en la barriada, a 58 kilómetros del puerto
Entre los proyectos que han quedado varados por la crisis están justamente las nueve viviendas que iban a servir de domicilio a altos directivos de la ZEDM, un destino que pocos entienden en la barriada, a 58 kilómetros del puerto. "¿Para qué se las fabrican aquí a una hora de viaje en carro, acaso no va a ser un gasto inmenso de combustible?, cuestiona Alfredo, quien reside a pocos metros de la obra.
El vecino está preocupado porque el tamaño de las cuatro cisternas construidas en el lugar podría conspirar contra el suministro que llega a otras casas de la zona. "Cuando las comiencen a llenar van a dejar el barrio sin agua", opina.
Mientras la Esedip trata de salir del agujero económico, la obra con la licencia 130/2019, otorgada por el Ministerio de la Construcción, no solo está paralizada sino también en peligro de que el vandalismo y el robo de materiales retrasen aún más su finalización. La necesidad creciente de materiales de la construcción obliga a vigilar el lugar cada minuto.
"Me vendían el cemento que me hacía falta para terminar la casa", comenta un vecino cercano. "Aunque no he podido terminarla porque pusieron cámaras de seguridad", para evitar la continua sangría de materiales que hacía descender las lomas de arena y otros áridos sin que hubieran sido usados para la obra prevista.
En Cuba se registra un aumento galopante del precio del cemento destinado a fundir estructuras, el P-350, que en el mercado negro superó en febrero pasado los 1.000 pesos por saco y ha desaparecido prácticamente de los rastros estatales donde se ha fijado el precio oficial en 165 pesos. La escasez ha obligado a detener numerosas obras, con excepción de los hoteles destinados al turismo.
En el mismo municipio de las casas para los directivos de la ZEDM, la estructura del que será el edificio más alto de La Habana no deja de crecer. Conocida popularmente como "la Torre López-Calleja" en alusión al general que lleva los negocios de los militares cubanos, "no conoce de retrasos, ni de falta de materiales ni de trabajadores", relata Marcial, un vecino de la zona.
"Aquí ahora la prioridad son los hoteles, ya el Mariel es cosa del pasado, ya ni la prensa oficial habla casi del puerto", remacha.
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