Contrastes cubanos: inundaciones en el Oriente y casas sin agua en Sancti Spíritus por averías

La Habana/A pesar de los titulares optimistas sobre el llenado de presas y embalses tras las devastadoras lluvias que azotan desde hace días la mitad oriental de la Isla, la prensa oficial ha reconocido este miércoles la alarmante situación de provincias como Sancti Spíritus, cuyo abasto de agua no levanta cabeza.

4.500 personas, repartidas en cinco comunidades rurales del municipio de Yaguajay, tienen que recurrir a costosas pipas o rastras, o ahorrar hasta más no poder la exigua cantidad de agua con la que cuentan. Se trata de Seibabo, Centeno, Batey Colorado, Simón Bolívar y el reparto de La Esperanza, a los que la prensa oficial atribuye un panorama desfavorable por las "roturas de las estaciones de bombeo, la falta de hipocloradores y el desperfecto de las válvulas de distribución".

El directivo provincial de Acueducto y Alcantarillado, Yusniel Benavides, informó a la prensa oficial de que en Yaguajay otras 20 comunidades carecen de alcantarillas, acueductos o vías de desagüe, donde los habitantes han tenido que buscar "sus propias alternativas", aunque no dijo cuáles.

Otros 950 espirituanos, residentes en la localidad de Iguará, tienen que recurrir a las pipas para abastecerse durante la semana. Sin embargo, "no siempre se cumple este cronograma, debido a las limitaciones de combustible que enfrenta el municipio", se justificó.

Benavides aseguró que su oficina hace lo que puede por Iguará, pero tiene demasiadas limitaciones. "Siempre que el territorio dispone del combustible se reajusta la entrega de agua, en el empeño de garantizarles a los pobladores el recurso de primera necesidad", agregó.

Admitió que hay lugares con una "situación crítica" que demandan una "respuesta urgente" y, aunque no se comprometió a nada, dijo que las "máximas autoridades" tienen a Sancti Spíritus en la mira

Admitió que hay lugares con una "situación crítica", que hace tiempo demandan una "respuesta urgente" de las autoridades y, aunque no se comprometió a nada, dijo que las "máximas autoridades" tienen a Sancti Spíritus en la mira, con vistas a reparar los defectos en los equipos de bombeo y enviar el agua necesaria a los centros de salud y de elaboración de alimentos del territorio.

Si bien es cierto que las recientes lluvias en oriente han traído cierto alivio a las dificultades con el abasto de agua en la provincia, no representan una solución permanente al problema. En febrero de este año, las autoridades de Las Tunas revelaron que las sequías de la provincia habían provocado la muerte de 4.400 cabezas de ganado. Además, 2023 comenzó, para la provincia, con los embalses llenos apenas a un tercio de su capacidad.

La sequía fue uno de los factores que no permitió desarrollar el sector agrícola en 2022 y empujó a la muerte de reses por el "mal manejo y la insuficiente disponibilidad de agua y comida", aseguró a inicios de enero Manuel Pérez Gallego, miembro del Comité Central y primer secretario del Partido Comunista en Las Tunas.

Periódico 26 señaló entonces que la insuficiente cantidad de agua había obligado a endurecer las medidas de "ahorro" en el consumo. Una de las más rigurosas se aplicó en la presa Juan Sáez, la de mayor capacidad de almacenamiento, que tuvo que restringir el suministro para los clientes del sector azucarero y agropecuario.

Cuba padece sequías cada vez más prolongadas y seguidas, un fenómeno que el año pasado dejó secuelas en la producción de la provincia de Villa Clara, donde, según la prensa oficial, también murieron cerca de 22.000 vacas por falta de agua, comida y medicamentos.

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