La Seguridad del Estado impide una reunión del Centro de Estudios Convivencia en Pinar del Río
Miami/Tania de la Caridad Reyes y su esposo Yosvany Alfonso fueron interceptados por la policía en Pinar del Río cuando intentaban llegar al Centro de Estudios Convivencia (CEC) para asistir al curso “Mi barrio una comunidad”. Dos patrullas policiales los obligaron a volver a Cienfuegos, donde residen. Los organizadores denunciaron este viernes la intervención de la Seguridad del Estado, que impidió la realización de la actividad prevista con varios grupos de la sociedad civil para compartir ideas sobre “el aprendizaje cívico”.
“Este último mes hemos tenido nueve interrogatorios a miembros del equipo. Por último tuvimos que suspender el módulo “Mi barrio una comunidad”, que hace parte del proyecto de ética y cívica por la seguridad de los participantes”, explica a 14ymedio Dagoberto Valdés, director del CEC.
“¿En qué lugar del mundo se le impide a las personas que asistan a un curso que lo único que persigue es que sean mejores ciudadanos y más responsables en su comunidad?”, se pregunta Valdés.
“¿En qué lugar del mundo se le impide a las personas que asistan a un curso que lo único que persigue es que sean mejores ciudadanos"
Reyes y Alfonso son los responsables del “Proyecto Nueva Esperanza”, que actúa en el barrio Caunao Sur, una zona residencial recién concluida a las afueras de la ciudad de Cienfuegos. Según la pareja, bajo el auspicio de la organización no gubernamental checa People in need, realizan un trabajo formativo con niños y jóvenes de la localidad, organizan paseos y crean redes para promover el trabajo en el barrio.
“Escogimos ese curso porque lo nuestro es el trabajo comunitario y esta reunión nos iba a permitir obtener herramientas para mejorar nuestro trabajo en el barrio”, dijo Reyes a 14ymedio.
Según la activista, al llegar a la terminal de ómnibus de Pinar del Río la noche del jueves, tres agentes policiales no uniformados los detuvieron y les hicieron apagar los celulares. Después de permitirles realizar una llamada desde un teléfono fijo brindado por los propios oficiales, los condujeron a las afueras de la ciudad para enviarlos hacia La Habana.
“Pararon dos rastras que hacen el recorrido hacia La Habana y nos montaron separadamente. Tomaron la chapa de los vehículos y dijeron a los choferes que eran responsables por lo que nos pasara”, explica Reyes.
Al llegar a la capital los dejaron en una gasolinera desde donde tuvieron que ir a la terminal de ómnibus y conseguir un pasaje “a sobreprecio” para volver a Cienfuegos. (El pasaje regular es subsidiado y cuesta alrededor de dos CUC, pero las inmensas listas de espera obligan a comprarlo “por la izquierda”)
Varias personas vigilaban el lugar donde se realizaría el curso desde temprano y hubo dificultad con las comunicaciones telefónicas y los mensajes de texto
“Cuando supimos lo que había ocurrido con el grupo de Cienfuegos, decidimos suspender el encuentro. Avisamos al grupo ecológico Movimiento Ecosocial de Protección a la Naturaleza y el Entorno (Pronaten), que enviaba a varios delegados desde Sancti Spíritus, y al grupo de Cuba Independiente y Democrática de Pinar del Río, que también participaría en el evento”, explica Yoandy Izquierdo, miembro del consejo editorial de la revista Convivencia.
Izquierdo también denunció la presencia de varias personas que vigilaban el lugar donde se realizaría el curso desde temprano y la dificultad que están teniendo con las comunicaciones telefónicas y los mensajes de texto (SMS).
El Centro de Estudios Convivencia organiza cursos de formación para la ciudadanía y la sociedad civil en Cuba. Tiene cuatro grandes líneas de acción, que van desde la publicación de la revista Convivencia hasta el debate de ideas a través de grupos de reflexión y estudio. También cuenta con un programa formativo amplio y los llamados microproyectos. Se trata de un proyecto de la incipiente sociedad civil cubana y sus miembros son totalmente independientes del Estado, de la Iglesia y de cualquier agrupación política.
