1/27El emblemático establecimiento reabrió sus puertas el pasado viernes, tras varias semanas de reparaciones/14ymedio
2/27El programa de remodelación incluye también espacios como la barra en la planta baja y los baños, que comenzarán a ser restaurados en las próximas semanas/14ymedio
3/27Sin embargo, para muchos clientes las mejoras no deberían ceñirse a la apariencia física del lugar, ubicado en el corazón de la ciudad/14ymedio
4/27La también conocida como Catedral del Helado parecer haber perdido el rumbo/14ymedio
5/27Muchos esperan que la heladería recupere el prestigio del que una vez gozó, dejando atrás la mala calidad del producto y el trato poco profesional de sus empleados/14ymedio
6/27Varios clientes critican las medidas absurdas implementadas en el local, como, por ejemplo, el cierre del hermoso conjunto al paso de los transeúntes/14ymedio
7/27Actualmente, solo se puede acceder a este espacio tras aguardar en una larga fila a las afueras/14ymedio
8/27La reapertura de Coppelia ha dado pie a muchos reportajes en la prensa oficial/14ymedio
9/27El viernes pasado, un grupo selecto de funcionarios visitó la instalación antes de que abriera sus puertas al resto del público/14ymedio
10/27Pese a la nueva capa de pintura y las áreas verdes revitalizadas, muchos comprobaron que la calidad del helado que se oferta en moneda nacional sigue siendo baja/14ymedio
11/27Los que conocieron el céntrico local durante sus primeras décadas de vida se quejan de que tras la remodelación no se ha mejorado la presentación, variedad y sabor de los productos en oferta/14ymedio
12/27Un hombre de 60 años calificó de “aguado” el helado nada más probar una combinación conocida como “ensalada”, que incluye cinco bolas y algunas galletas dulces/14ymedio
13/27Este martes, la heladería ofrecía apenas cuatro tipos de helado: chocolate, rizado de chocolate, mantecado y fresa/14ymedio
14/27La carta original que distinguió a la más famosa heladería cubana incluía 26 sabores y 24 posibles combinaciones
15/27La diferencia no solo está en la cantidad, sino en el deterioro de la calidad del producto/14ymedio
16/27A menudo el helado presenta poco sabor, trozos de hielo en su interior y ningún pedazo de frutas naturales, como caracterizó antaño a la fresa, la naranja piña y el mango que se ofertaban en el local/14ymedio
17/27El lugar mantiene algunas trazas de “comedor obrero” que se instauraron durante el Período Especial, para molestia de los consumidores/14ymedio
18/27Una de ellas es que en las mesas no puede quedar ninguna silla vacía, por lo que se debe compartir el privado momento de comer un helado con cualquier desconocido/14ymedio
19/27En el piso superior, concebido por el arquitecto Mario Girona y conocido como La Torre, se mantiene la venta regulada a solo dos especialidades por persona/14ymedio
20/27Sin embargo, por un par de billetes deslizados en las manos correctas, se puede llevar a casa todo el helado que se quiera/14ymedio
21/27Una camarera del establecimiento fija una única norma: no “llenar los pozuelos a la vista de los jefes”/14ymedio
22/27Desde el pasado viernes, platos de loza blanca sustituyeron a los de plástico en La Torre, aunque estos últimos se mantienen en las llamadas “canchas” de la planta baja/14ymedio
23/27En la primera semana de reapertura, todavía los empleados que despachan el helado no han integrado del todo la técnica de servir bolas vacías por dentro/14ymedio
24/27“Vamos a ver cómo está en tres semanas”, recelaba una madre que este martes llevó a sus dos hijos pequeños a comer helado en la más famosa esquina de La Habana/14ymedio
25/27La mujer se quejaba de los altos precios de las galletas para acompañar el helado a las afueras del establecimiento/14ymedio
26/27Este martes, un grupo de turistas preguntaba a los clientes que aguardaban en la cola por qué esperaban tanto si a pocos metros un área completamente vacía oferta más variedades de helado/14ymedio
27/27Un joven universitario explicó a los extranjeros la diferencia entre consumir en pesos cubanos o pesos convertibles. “Aquel en 'chavitos' sabe mejor, pero no hay quien lo pague”, dijo